A cuatro años de la recaptura del ex líder del cártel de Sinaloa, Joaquín El Chapo Guzmán, habitantes y vecinos del fraccionamiento donde se encuentra ubicada la casa de seguridad en Los Mochis aún sienten temor al escuchar o preguntar por el capo sinaloense.
Desde que ocurrieron los hechos el inmueble cuenta con vigilancia, durante los primeros años dos patrullas custodiaban la casa, pero al transcurso del tiempo, la seguridad ha ido disminuyendo hasta llegar solamente a un policía que está de guardia las 24 horas del día, pese a eso, los vecinos mantienen sus puertas cerradas y desde la captura, nadie toca el tema por miedo a ser levantados o firmar su sentencia de muerte.
Un habitante de Los Mochis comentó que los vecinos del sector viven con cierto nerviosismo, ya que el municipio es muy tranquilo y un hecho de esa magnitud, los dejó aterrados.
“Todavía alguna gente, siente cierto temor sobre el tema, de vivir con cierto nerviosismo aquí en la zona por la manera en que se suscitaron los hechos”.
Al igual que los vecinos, los comerciantes del sector prefieren no opinar sobre el hecho que ocurrió hace cuatro años y aún tiene estragos en tierra sinaloense. “No luego vienen y nos levantan, nos “tablean” por andar hablando de más, aquí nos ubican y luego para qué, no queremos problemas, es mejor así”.
Un repartidor de periódico que se encontraba en el lugar donde sucedieron los hechos, dijo que le tocó presenciar cuando El Chapo salió de la alcantarilla, mientras que las detonaciones de armas de fuego se escuchaban a varios kilómetros de distancia.
El señor comentó que ese día se implementó un fuerte operativo, ya que recuerda que hasta cuatro helicópteros se apreciaban por el cielo.
“Yo estaba ahí a un lado de él, yo nomas sentía que se movía la tapadera y me hice a un lado y yo no le dije nada, me hice para acá y ahí agarraron un carro que estaba estacionado y bajaron a las personas y se subieron en ese carro los dos y allá por la carretera lo agarraron. Lo agarraron y lo metieron a un hotel”.
Ese 8 de enero, en medio del fuego cruzado, tras ser descubierto, Guzmán Loera se sumergió en la red de drenaje, preparada para su escape tal y como ya lo había hecho en 2014, pero no iba solo, lo acompañaba su jefe de sicarios, El Cholo Iván.
El hotel a dónde fue trasladado El Chapo se ubica en el kilómetro 3, al ras de la carretera internacional, del tramo Los Mochis-San Miguel, y ha cobrado fama luego de que los policías federales resguardaron en sus habitaciones por unas horas al ex líder del cártel de Sinaloa.
bgpa