Ryan Bates, Cameron Fath y Dean Stott son tres ex miembros de las Fuerzas Especiales de los gobiernos de Estados Unidos e Inglaterra que cambiaron el campo de guerra y las balas por las cámaras de video, con el objetivo de mostrarle al mundo cómo es que se preparan los Ejércitos de distintos países.
A través de la serie de Netflix, Las Fuerzas Especiales de élite más poderosas del mundo, los elementos se infiltraron en algunos de los Ejércitos más fuertes para conocer su método de entrenamiento y cuáles son las adversidades a las que se enfrentan.
De Europa a América, los ex militares se enfrentaron a distintos escenarios climáticos y métodos de trabajo, incluyendo el de las Fuerzas Especiales Mexicanas. Te decimos cómo es que se prepara el Ejército mexicano para inhibir el crimen en las calles.
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Persecución a máxima velocidad
El primer entrenamiento al que se sometieron los expertos se le conoce como Serpenteo, el cual consiste en practicar las habilidades de manejo y persecución a toda velocidad que todo elemento de las Fuerzas Armadas Mexicanas debe tener.
Esto debido a que, el principal enemigo del Ejército mexicano se encuentra en las calles y áreas conurbadas, donde muchas veces las autoridades deben perseguir o evadir a miembros de los cárteles de drogas.
“En las áreas conurbadas debes bloquear, girar, moverte y disparar al mismo tiempo”, explicó el ex SEAL Ryan Bates de Estados Unidos.
El entrenamiento consiste en conducir a máxima velocidad a través de un circuito delimitado por conos que obligaban al conductor a hacer maniobras en zigzag, tanto de frente como en reversa.
Cada cono representa a un civil al cual las autoridades tienen que evadir en caso de persecuciones en las calles, por lo que si el conductor derriba uno dentro del entrenamiento tiene una penalización de 10 segundos.
En el Serpenteo se prioriza el tiempo en el que se realiza el circuito —tanto de frente como de reversa—; así como la seguridad de los civiles.
Como parte de este entrenamiento, los ex militares se enfrentaron a una misión que consistía en rescatar, de un automóvil, a una persona secuestrada por un grupo delictivo.
Por lo que los elementos tienen que practicar maniobras de bloqueos para frenar al automóvil enemigo, sin poner en riesgo la vida del civil.
En ocasiones, los elementos del Ejército mexicano también forman parte de un grupo de personas seleccionadas específicamente para garantizar la vida de un sujeto de prominencia, cuya seguridad podría estar en riesgo por algún grupo del crimen organizado.
Balaceras en áreas conurbadas
Para el segundo entrenamiento, las Fuerzas Especiales de México cuentan con una escenografía que simula las calles de las ciudades y estados del país, en donde los elementos pueden practicar el uso de armas de fuego en áreas conurbadas.
La misión consiste en hacer un recorrido de reconocimiento de la zona, para que el elemento se posicione en el mejor lugar para abatir al enemigo.
Cabe mencionar que, el objetivo del entrenamiento radica en la precisión con la que se ejecuta el disparo, por lo que lo más complicado —dado que los elementos realiza estas maniobras a pie— es controlar su cuerpo para poder disparar certeramente.
“Lo difícil no es disparar, sino detener toda la masa corporal para posicionarse”, explicó el ex Rager Cameron Fath con respecto a disparar y moverte al mismo tiempo.
Operativos en pueblos y ciudades
Dado que los narcotraficantes cuentan con fortalezas para protegerse de las autoridades, los elementos del Ejército mexicano tienen que practicar una maniobra conocida como brechamiento, con herramientas manuales, la cual consiste en golpear con un tubo de metal los portones de las casas para poder catear los inmuebles.
“En México, los grupos de narcotráfico tienen muchas tácticas para protegerse del Ejército; entre ellas cuentan con portones que dificultan el acceso a sus inmuebles”, explicó uno de los elementos de las fuerzas nacionales.
La clave para que esta maniobra funcione es identificar el sentido de la bisagras y así poder determinar si la puerta se abre hacia dentro o afuera.
Una vez que el elemento logra abrir el portón, el resto del equipo entra al inmueble con un escudo de metal antibalas hecho con fibras sintéticas que lo hacen cinco veces más resistente que el acero, ideal para recibir impactos de bala a corta distancia.
Por otra parte, los elementos especiales cargan con todo tipo de herramientas para abrir cualquier reja o candado que encuentren al interior del inmueble.
Diferenciar entre civiles y enemigos
En la serie se explica que, los grupos delictivos, normalmente, tienen civiles trabajando para ello, por lo que uno de los objetivos de las Fuerzas Especiales Mexicanas, además de capturar a los infractores, es resguardar la vida de los inocentes.
Para perfeccionar esta habilidad, el Ejército mexicano cuenta con un método de entrenamiento conocido como: La casa de la muerte, donde entrenan para despejar y catear inmuebles.
Algo curioso de este método de trabajo es que, en la mayoría de los Ejércitos se les enseña a los elementos a considerar como enemigo a cualquier persona con un arma de fuego a la vista; sin embargo, en México se tiene que tener mucho cuidado con los civiles que se encuentran en la escena del crimen o con los sicarios que deciden rendirse ante las autoridades.
Por lo que si un criminal tiene un arma de fuego, pero éste no la levanta o muestra intenciones de usarla, los elementos del Ejército mexicano no pueden abatirlo; solamente lo someten para capturarlo.
Misión final: Pueblos secuestrados
En cada capítulo, los ex militares se enfrentan a una misión final para probar todas las habilidades que aprendieron durante el entrenamiento.
En el caso del Ejército mexicano, la misión consistía en rescatar a un pueblo entero secuestrado por un cártel de droga, el cual usaba el lugar para almacenar, fabricar y distribuir sustancias ilícitas.
Sin embargo, antes de realizar las maniobras de rescate, las autoridades tienen que hacer un reconocimiento de la situación para conseguir la mayor cantidad posible de información, con el objetivo de identificar al líder de la célula y diferenciar entre los civiles y los hombres armados.
Una vez que se consigue la información y se le notifica a los superiores, los soldados realizan un operativo coordinado en la zona para recuperar el pueblo.
Finalmente, durante el operativo se aseguran todas las calles que están expuestas por el crimen organizado y se realizan las detenciones de los sospechosos.
Curiosidades del capítulo
Durante el capítulo: Lucha contra cárteles en las calles, se deja muy en claro que, una de las principales amenazas del país radica en los grupos que trafican con drogas en ciudades y pueblos de la República Mexicana.
Algo curioso que se destaca en la serie de Netflix es que, las Fuerzas Especiales de todo el mundo están diseñadas para defender a su país de enemigos extranjeros principalmente; sin embargo, en México, el Ejército se prepara más para enfrentar a los cárteles que controlan el tráfico de drogas en las calles de los estados.
Esto hace que los elementos de las Fuerzas Mexicanas tengan que cuidar su identidad al máximo. Inclusive, los soldados que salen en la serie se mostraban con el rostro cubierto, para proteger la seguridad de sus familias.
Por otra parte, se dejó en claro que, el método de trabajo del Ejército mexicano debe de ser preciso y garantizando en todo momento la vida de los civiles, ya que muchas veces las personas son obligadas a formar parte de las organizaciones criminales.
RM