En menos de 5 segundos el vendedor responde en privado.
-Soy el teniente Cárdenas, a sus órdenes. Mire, el test de prueba consiste en una primera compra de dos cajas; cada una tiene 25 unidades con un reactivo y tiene un costo de 42 mil pesos; es decir mil 700 pesos por unidad. Anímese, contamos con todas las certificaciones, enseguida se las envío.
Esta conversación forma parte de un fenómeno emergente en el país: el mercado negro de pruebas, material y aparatos médicos en el que participan personas de todo tipo de ocupaciones que, decididas a aprovechar la oportunidad que abre el terror al contagio y la crisis económica, buscan cerrar un jugoso contrato a través de grupos de WhatsApp.
Este grupo fue creado por otro comercializador, un ex militar, muy conocido en el ámbito de la seguridad pública y privada aunque se presenta como empresario; este administrador mantiene un férreo control de quienes entran y a quienes elimina del grupo y, especialmente, de aquellos que de acuerdo con su criterio son desleales en las transacciones.
MILENIO tuvo acceso a ese chat, mediante el cual, ya en mensaje privado, el teniente Cárdenas ofreció vender miles de tests de prueba rápida covid-19, de los cuales incluso presentó documentación de ingreso al país expedidos por la Cofepris (Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios), a nombre de la empresa Ollin Xayacatl, S.A de C.V, dedicada a la comercialización, al por mayor, de mobiliario, equipo e instrumental médico y de laboratorio, ubicada en Iztapalapa.
Las ofertas que se hacen en el chat incluyen lotes de 40 millones de cubrebocas con un margen de ganancia de 1 peso por pieza. Los ofertantes aclaran que no entregan factura y que requieren el pago en efectivo; los interesados en comprar solicitan “prueba de vida” y entrega en el momento del pago.
Especialistas consideran que la crisis sanitaria ha desatado el mercado negro, ante el enorme margen de ganancia que conlleva movilizar el material médico.
“Si bien el brockerismo o intermediarismo existe desde hace mucho tiempo en muchas de las cadenas comerciales, por ejemplo, en el negocio del azúcar, la verdad es que la crisis por la pandemia ha desatado un mercado enrarecido donde pululan este tipo de grupos de whatsapp donde la gente está esperando hacer el negocio de su vida”, dice Enrique Pérez, comercializador desde hace 20 años.
El chat al que tuvo acceso este diario incluía a más de 100 personas, algunas de las cuales se identificaron como elementos de seguridad privada, o refieren grados militares como tenientes o comandantes. Otras personas se identificaron como secretarias, especialistas en seguridad informática, pero la mayoría se autodenomina empresario.
Aquí se ofrecen los cubrebocas tan cotizados como 3M de Estados Unidos o los KN95 de China. "Pago en efectivo o transferencia + IVA. Para dar la prueba de vida se necesita la prueba de fondos. Todo se hace por videollamada. Después de que cliente y vendedor vea que todo está bien nos dan la hora y lugar exacto", se promete.
Otra oferta resalta en el chat: 40 millones de cubre bocas 3M 1860 en 179 + IVA. Comisión de 1 peso. Urge".
La mayoría de los lugares de entrega son alrededor del aeropuerto, de acuerdo con el chat.
"Mucho tendrían que explicarnos las autoridades aduaneras sobre estos negocios", dice Pérez.
bgpa