La plataforma de streaming Max estrenó la serie llamada Culiacanazo: Herederos Del Narco, un documental que expone la violencia en Sinaloa luego de las dos capturas de Ovidio Guzmán López, El Ratón, uno de los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán.
En el primer capítulo, titulado Jueves Negro, se expone cómo los habitantes de Culiacán vivieron los enfrentamientos armados en medio de la captura de uno de los hijos del cofundador del Cártel de Sinaloa en 2019. MILENIO te presenta la cronología de lo que pasó ese día.
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De la calma al caos: 12:00 hrs
Lo que parecía un día normal en el corazón de Sinaloa pronto se convirtió en un campo de guerra. El jueves 17 de octubre de 2019, habitantes de Culiacán comenzaron a reportar detonaciones de arma de fuego, alrededor de las 12:00 horas, en la zona conocida como Tres Ríos.
El documental presenta el testimonio de un ex militar, quien narró lo sucedido ese día: “Al principio no sabíamos por quién íbamos, pero cuando nos dirigimos al destino nos enteramos de que era uno de los hijos de El Chapo".
El ex elemento del Ejército afirmó que el estado estaba asediado por el Cártel de Sinaloa. Señaló que sus líderes contaban con sicarios en motocicletas que reportaban por radio cualquier movimiento de las autoridades en Culiacán, por lo que desde que vieron la presencia de las autoridades federales en la entidad sabían que algo iba a pasar.
Desde las 12:00 horas de ese día se comenzaron a reportar bloqueos y enfrentamientos armados entre militares y presuntos sicarios del cártel en la Zona de Tres Ríos, Culiacán. El objetivo: Impedir que el Ejército siguiera avanzando en la entidad.
Al cabo de unos minutos, las balaceras se escuchaban en distintas zonas de Culiacán. Periodistas que estuvieron presentes al momento del ataque —entrevistados por MAX— aseguraron que había sicarios en los techos de las casas desde donde disparaban, por lo que pronto se supo de civiles, oficiales y militares heridos por los impactos de bala.
Uno de los reporteros de campo que estuvo cubriendo los hechos, que más tarde sería nombrado como El Culiacanazo, llegó a contar hasta 100 sicarios del Cártel de Sinaloa disparando en las calles. Todos ellos de apariencia joven.
Por su parte, unas de las familias que se encontraba en su casa, ubicada cerca de la zona de Tres Ríos, —incluso— llegó a pensar que se trataban de cohetes; sin embargo, conforme las confrontaciones seguían y aumentaban por todo Culiacán supieron que su vida estaba en riesgo, se reveló en el episodio 1 de la serie de MAX.
En medio de la lluvia de balas, los civiles se refugiaron en supermercados y en los vestidores del estadio de los Dorados, donde comenzaron a ver en redes sociales todo lo que estaba pasando en Culiacán, pero, ellos, seguían sin saber el por qué de los enfrentamientos armados.
“Resalta el papel de las redes sociales durante El Culiacanazo, ya que ayudaron a visibilizar la gravedad del problema y los enfrentamientos armados”, relató el periodista Luis Chaparro para el documental.
Debido a que los hombres del Cártel de Sinaloa superaban en número de armas y personas a las autoridades, se dio la orden de que los elementos de seguridad se replegaran en las instalaciones de la Fiscalía General del Estado (FGE), pero, para ese momento, los sicarios ya habían bloqueado los caminos y entradas de Culiacán con vehículos quemados.
Así cazaron a El Ratón: 15:00 hrs
Mientras Culiacán estaba en llamas, al norte de la zona de Tres Ríos autoridades federales estaban a punto de detener a Ovidio Guzmán, quien se encontraba en casa de su suegra junto con su esposa, y otros amigos y familiares.
Al momento de la captura llamó la atención que el hijo de El Chapo Guzmán no tenía seguridad ni personas armadas con él, a diferencia de la información que se tenía sobre que siempre estaba escoltado.
“Sal Ovidio, sal con las manos arriba”, dice uno de los oficiales en el video que se viralizó de la primera detención de El Ratón.
Posteriormente, uno de los agentes le entregó un teléfono celular a Ovidio Guzmán, quien presuntamente se contactó con su hermanastro Iván Archilvaldo Guzmán Loera —líder de Los Chapitos tras la detención de su padre— para pedirle que parara los enfrentamientos armados en Culiacán.
“Ya paren todo (...) Yo ya me entregué (...) Ya tranquilo a la verga (sic) (...) Ya me entregué, ya no quiero que haya desmadre”, pidió El Ratón.
VIDEO de la detención de Ovidio Guzmán
Sin embargo, Iván Archivaldo no podía permitir que detuvieran a uno de sus hermanos, por lo que comenzó a reunir a sicarios de distintas facciones del cártel que vivían en los alrededores de Culiacán.
el dato¿Quién es el líder de Los Chapitos?
Tras la captura de El Chapo, sus hijos —los llamados narcojunior— tuvieron que tomar las riendas del Cártel de Sinaloa liderados por Iván Archivaldo, quien con su carácter violento se propuso defender el legado de su padre a cualquier costo, incluso enfrentándose con el cofundador de la organización Ismael El Mayo Zamba, pero bueno: esa es otra historia.
En el documental dan a entender que los enfrentamientos armados en Culiacán tenían dos principales objetivos: Evitar que las autoridades sacaran del estado a Ovidio Guzmán y que el Ejército llegara hasta la zona donde tenían detenido a El Ratón.
Ojo por ojo: 17:00 hrs
De esta manera, poco antes de las 16:00 horas del jueves 17 de octubre de 2019 sicarios del Cártel de Sinaloa, de distintos municipios de la entidad, comenzaron a llegar a Culiacán en apoyo a Los Chapitos.
Los capos se dirigieron al penal de Aguaruto, donde liberaron alrededor de 50 presos, quienes en lugar de escapar comenzaron a robar vehículos y se sumaron a la causa de Iván Archivaldo para ayudar a la liberación de su hermano.
También se reportó que los narcotraficantes comenzaron a reclutar a civiles a plena luz del día. Les entregaban un automóvil y una pistola para enfrentar a las autoridades.
Culiacán había sido tomado por las personas armadas y el Cártel de Sinaloa, sin embargo, el Poder Ejecutivo se rehusaba a dar explicaciones de lo que pasaba en el estado.
Para las 17:00 horas, los sicarios se trasladaron a la Unidad Habitacional Militar de Culiacán, donde amagaron con matar a soldados y sus familiares:
“Lo sueltan (a Ovidio Guzmán) y dejamos ir a todos (…) Tenemos amarrados hasta mujeres (…) Los vamos a ir matando uno por uno (…) Ustedes saben que estamos en la mejor disposición (…) Suéltalo y váyanse tranquilos sin hacer nada, si no te va a caer la verga (sic)”, se escucha en una grabación revelada por MAX de un presunto representante de Los Chapitos dispuesto a negociar por la liberación de El Ratón.
Ante la amenaza a la sociedad civil, el Ejecutivo consultó con el Ejército mexicano cuál sería el costo, en vidas, a pagar si continuaban con la detención de Ovidio Guzmán. Se calculó que al menos 200 civiles muertos sería el saldo, por lo que se tomó la decisión de liberar al hijo de El Chapo.
Poco después de las 17:00 horas, el convoy que estaba en el inmueble donde detuvieron a El Ratón se retiró dejando libre al narcotraficante, los enfrentamientos armados se detuvieron y poco a poco Cualifican regresó a una tensa normalidad.
Al día siguiente, viernes 18 de octubre de 2019, el entonces presidente de México, Andrés Manuel López Obrador dijo durante su mañanera: “Yo ordené que se suspendiera el operativo y que se dejara en libertad a este presunto delincuente (Ovidio Guzmán)”, considerando que estaba en peligro la vida de cientos de civiles.
Cesar Gutiérrez, abogado penalista, entrevistado durante el documental de MAX, explicó que el traslado de Ovidio Guzmán fuera de Sinaloa era imposible porque la detención habría sido ilegal.
Según el experto, al momento de la detención de El Ratón, las autoridades de la Policía Ministerial que arribaron al sitio no tenían la orden de aprehensión.
RM