El AR-15 que rozó a Donald Trump no falla en México; es el favorito del crimen organizado

El candidato republicano la libró por unos milímetros, acá usan el potente rifle en masacres, allá en tiroteos en centros comerciales.

Rifle AR-15 fue el utilizado durante el intento de atentando contra Donald Trump (Diseño: Mauricio Ledesma).
México /

En México, lo usan los integrantes del crimen organizado para masacrar rivales; en Estados Unidos, lo emplean extremistas para tiroteos escolares. Al sur del Río Bravo arrasa con pueblos enteros; al norte, con multitudes que se reúnen en conciertos o centros comerciales. 

Acá cercena la vida de políticos, narcos y soldados; allá casi termina con el ex presidente Donald Trump en un mitin en Pensilvania.

Es el fusil semiautomático AR-15. El arma de fuego de alto calibre más popular de Estados Unidos: 25 millones de civiles tienen —al menos— uno en casa adquirido con los requisitos legales.


Tiene 68 años de edad –fue diseñado en 1959–, pero no por viejo es inofensivo: es ligero, rápido, confiable y letal, especialmente a menos de 200 metros de su objetivo. Es la versión civil disponible en tiendas de un rifle militar de asalto.

Su acta de nacimiento está en West Hartford, Connecticut, donde se encuentra la planta de producción de la armera Colt, a 2 mil 100 kilómetros de la frontera con Tamaulipas.

Sin embargo, esa distancia no impide que miles de AR-15 terminen todos los años en manos del crimen organizado de México, que también las ha adoptado como su armamento de preferencia. Acá tiene tantos seguidores como en la Unión Americana.

El rifle AR-15 es el favorito del crimen organizado (Reuters).
“No hay estadísticas al respecto, pero yo te diría que en ocho de cada 10 masacres en México hay, al menos, un AR-15 involucrado”, asegura una fuente del Ejército mexicano a MILENIO.
“Sin duda es el arma más usada por el crimen organizado, luego una AK-47 o cuerno de chivo y últimamente vemos muchas Barret 50 o el rifle calibre 22, pero la AR-15 es casi seguro que lo encontramos cuando hay cuatro o más personas asesinadas en un mismo hecho”.

Una base de datos creada por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) —en poder de este diario— da cuenta de la omnipresencia de este tipo de arma de fuego: en los registros de decomisos a nivel nacional, entre enero de 2005 y febrero de 2024, los fusiles son, después de las pistolas, los más incautados, con 65 mil 873 unidades. Casi 10 diarios y la mayoría son AR-15 o sus variables como el M-16.

Víctimas del AR-15

Este artefacto semiautomático falló en el atentado contra el candidato presidencial republicano Donald Trump por apenas unos milímetros, pero en México no falló en el asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, del cantante de corridos Valentín Elizalde y el candidato a gobernador tamaulipeco Rodolfo Torre Cantú.

Atentado contra Trump

Un AR-15 mató en 1991 al legendario narcotraficante y socio de Pablo Escobar, Juan Manuel Saclido Uzeta, mejor conocido como El Cochiloco, también acabó, por error, con la vida de Édgar Guzmán, el hijo menor de El Chapo Guzmán.

Con esa arma, Los Zetas masacraron al pueblo de Allende, Coahuila, y el cártel de Juárez llevó a cabo la matanza de Villas de Salvárcar en Ciudad Juárez, Chihuahua.

Y era el rifle consentido del fundador del cártel de Sinaloa: según los dichos del narcotraficante Álex Cifuentes en el juicio de El Chapo Guzmán en Estados Unidos, tanto Guzmán Loera como su grupo más cercano dormían con rifles AR-15 recargados junto a la cama con los cuales mataron a policías y soldados que quisieron acercarse a ellos para detenerlos.

3B: Bestial, básica y barata

“Si nos ponemos a contar en cuántas masacres ha estado esta arma en México, no acabamos. No hay grupo criminal que no las compre por contenedores y a gran escala, en parte porque es un arma para civiles. No necesitas entrenamiento militar para usarla y dominarla en unos pocos días”, asegura la fuente consultada.

En Estados Unidos, un AR-15 ha sido protagonista de los tiroteos escolares en Uvalde, Texas, y en la escuela primaria Sandy Hook. En la masacre en el supermercado Tops en mayo de 2022 en Búfalo, Nueva York, y en la matanza durante un festival de música country en octubre de 2017 en Las Vegas, Nevada. Protagonizó masacres en preparatorias desde Florida y hasta en una iglesia de Texas.

Los tiradores, estadunidenses o mexicanos, prefieren esta arma por su precio, adaptabilidad y letalidad. En el mercado negro, en mayoreo, puede costar hasta 300 dólares por unidad o 500 dólares por pieza con los permisos de ley.

Y con unos pocos dólares extra se le pueden añadir cañones con apagallamas, mira telescópica, punteros láser, cargadores de hasta 100 cartuchos y un potente sistema de gas que puede lograr hasta 750 disparos por minuto.

Una bestia para matar que se adapta a cualquier situación: un ataque a quemarropa o un tiro de larga distancia a una persona protegida por guardaespaldas.

Su munición clásica es de un calibre 5.56, casi el doble de tamaño que un cartucho 9 milímetros, la bala clásica de un arma corta. Fue diseñada así para contener más pólvora, lo que triplica o cuadriplica su velocidad respecto a un revólver. Gracias a eso, y su aleación ligera, es capaz de atravesar seis campos de futbol en un segundo.

Su diseño es excepcional: la bala de un AR-15 alcanza una velocidad tan alta que, cuando impacta de lleno en el cuerpo de un adulto, las posibilidades de sobrevivir son prácticamente nulas. La munición carga tanta energía que, al entrar en contacto con un organismo, esa energía debe encontrar cómo desplazarse y crea una especie de ola que se expande y despedaza órganos y huesos.

Lo sabe bien Valerie Kallis Weber, sobreviviente del tiroteo con AR-15 en diciembre de 2015 en San Bernardino, California, donde 14 fueron asesinados y 22 heridos.

Ella sufrió el roce de dos balas, lo cual fue suficiente para enviarla tres meses en coma a una camilla y sufrir 56 operaciones para recuperar, parcialmente, su vida anterior. El daño causado por el fusil semiautomático le impide escribir a mano, manejar, ponerse zapatos y apenas tolera el dolor de estar sentada.

Por ejemplo, si la bala disparada por Thomas Matthew Crooks el sábado 13 de julio hubiera tocado la sien de Donald Trump, en lugar de rozar su oreja, el cráneo probablemente hubiera reventado, los nervios quedarían expuestos y las venas destrozadas. 

En segundos o minutos, el republicano hubiera sufrido un choque hipovolémico y antes de poder llegar a un hospital habría fallecido a los 78 años.

Eso le ocurrió al diputado local Saúl Rubio Ayala, emboscado en 2005 en Guasave, Sinaloa, junto a su secretario y chofer: mientras circulaba por la comunidad de Palos Blancos, sicarios interceptaron su camino y lo rafaguearon con AR-15.

El cuerpo del político que presumía su amistad con el narcotraficante Miguel Ángel Beltrán, El Ceja Güera, quedó tan maltrecho por la potencia del fusil semiautomático que el funeral se hizo con el ataúd cerrado.

La mayoría de las personas en EU tiene un rifle AR-15 (AP).

Decomisos en México de la AR-15

En México, esas balas son de incautación común, lo que puede dar una idea de cuán generalizado es su uso entre el crimen organizado.

Solamente entre enero de 2018 y diciembre de 2022, la Secretaría de la Defensa Nacional reportó el decomiso de 2 mil 248 armas de fuego con calibre 5.56. La marca de la productora Colt es la que aparece con más frecuencia en estos decomisos.

Michoacán encabeza esa lista, en la que el cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) libra una intensa batalla contra cárteles Unidos; después está Tamaulipas, donde las escisiones del cártel del Golfo —como Metros, Escorpiones y Ciclones— buscan el control de la frontera chica, y en tercer lugar está Sonora, donde facciones del cártel de Sinaloa —Deltas, Cazadores, Pelones, Chapitos— se pelean las rutas de tráfico de migrantes indocumentados que atraviesan el Desierto de Sonora.

El uso del AR-15 se ha desviado tanto de su idea original que, incluso, la familia del creador del arma ha tenido que tomar distancia del artefacto y la fascinación que criminales sienten por él:

“Nuestro padre, Eugene Stoner, diseñó el AR-15 y posteriormente el M-16 como un arma militar para dar a nuestros soldados una ventaja sobre el AK-47 (... ) Él murió mucho antes de que ocurrieran tiroteos masivos. Pero creemos que habría estado horrorizado y disgustado como cualquiera, si no más, por estos eventos", publicó la familia del creador en un comunicado de 2016.
“Si ese daño puede lograr un AR-15 en el cuerpo de un adulto, es devastador lo que hace en el cuerpo de un niño. Prácticamente, pulveriza a un bebé”, escribió el periodista Cameron McWhirter, coautor del libro American Gun: The True Story of the AR-15. “Esto no es un arma, esto es algo más”.

De un lado y otro de la frontera, el AR-15 deja su marca: una larga cicatriz que une a Estados Unidos y México. A los narcos con los extremistas.

RM

  • Óscar Balderas
  • Oscar Balderas es reportero en seguridad pública y crimen organizado. Escribe de cárteles, drogas, prisiones y justicia. Coapeño de nacimiento, pero benitojuarense por adopción.

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