Pasadas las 10 de la mañana personal del penal del Topo Chico inició el acceso de los familiares de los internos, en grupos de diez personas de la tercera edad, y de cinco a los que no forman parte de ese grupo en situación de vulnerabilidad.
Son más de 350 personas las que esperan ingresar al reclusorio, por lo cual el acceso se llevará al menos de dos a tres horas.
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Las instrucciones son claras por parte de la autoridad, un solo familiar por interno, está prohibido entrar con comida, la visita será de barandilla y solo durará cinco minutos la misma.
Hasta el momento no ha surgido ningún desorden, gracias a que se terminó por respetar la fila que existía y no por orden alfabético.
Las únicas quejas son porque no pueden acceder con comida.
Y el grito más escuchado es "a la fila, a la fila".
"Nadie nos explica porqué no les podemos meter agua y comida", criticó la madre de un reo.