El ex secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, tuvo acceso a los más importantes secretos de Estado de la Comunidad de Inteligencia de Estados Unidos en materia de combate al narcotráfico, incluida la identidad de blancos de alta prioridad para Washington así como los nombres de informantes y agentes encubiertos de un programa financiado por la DEA.
Desde 2010, García Luna formó parte de un grupo especial de cazadores de capos de alto nivel liderado por la propia DEA y la CIA de acuerdo con documentos de la administración del presidente Barack Obama. Las fechas coinciden con los años en que, supuestamente, ya colaboraba con el Cártel de Sinaloa.
A través de la SSP, García Luna y una serie de funcionarios mexicanos de alto nivel de distintas dependencias de seguridad fueron invitados a finales de 2010 a formar parte del Grupo Bilateral de Trabajo México-Estados Unidos para Objetivos de Alto Valor (HVTG, por sus siglas en inglés), un equipo inédito de su tipo en el que los dos países definían sobre qué narcotraficantes enfocar esfuerzos. Se trataba de un trabajo binacional confidencial a través del que se compartían datos altamente restringidos de la comunidad de inteligencia estadounidense derivados de sus redes de informantes.
“La DEA y la comunidad de inteligencia co presiden el grupo (...) junto con el director del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN), representantes de la PGR, Sedena, Semar y SSP", se destaca en un reporte de la Oficina de la Política Nacional para el Control de Drogas (ONDCP, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.
De acuerdo con la ONDCP, que depende directamente de la Casa Blanca, el HVTG del que formó parte García Luna, "supervisa(ba) el intercambio de inteligencia sensible e información relacionada con los principales carteles mexicanos de la droga.
Además, lleva(ba) a cabo la coordinación y la eliminación de conflictos de operaciones tácticas dirigidas a objetivos de alto valor en México". Datos a los que, en teoría y como jefe de sector, tuvo acceso García Luna.
El documento está fechado en 2010 y fue publicado luego de que un año antes se lanzará la Estrategia Nacional Antinarcóticos de la Frontera Suroeste, que incluía entre otras cosas, cooperación con México a través de la Iniciativa Mérida.
Un reporte del Servicio de Investigación del Congreso estadounidense estima que ese país le ha dado a México alrededor de 3 mil millones de dólares desde el 2008 para la Iniciativa Mérida.
Dentro de su participación en este grupo y como secretario de seguridad pública, García Luna también tuvo acceso a la identidad de un equipo altamente confidencial financiado por Washington: las Unidades de Investigaciones Sensibles (SIUs por sus siglas en inglés), integradas por policías mexicanos de extrema confianza a los que se encargaban tareas de alta peligrosidad.
Se trata de un proyecto en donde Estados Unidos financia la creación de un cuerpo especial de policías que son "incorruptibles" y que después se infiltran en las más altas esferas de los cárteles para tratar de desarticularlos desde dentro.
En 2010 la DEA y el gobierno mexicano reorganizaron la SIU en seis equipos compuestos por 75 agentes de la SSP, de acuerdo con los registros de la ONDCP. Esto quiere decir que García Luna conocía la identidad y la misión de cada uno de estos agentes.
El gobierno estadounidense explicó en su momento que las investigaciones de estos equipos SIU, en plena Guerra contra el Narcotráfico, crearía un enfoque de investigación "multifacético para apuntar e investigar todos los aspectos de la empresa criminal, para incluir narcóticos, tráfico de armas y delitos financieros".
Agentes de los equipos SIU que salieron a infiltrarse a cárteles como el de Sinaloa, el Golfo, Los Zetas y La Familia Michoacana fueron ejecutados durante el sexenio de Felipe Calderón, lo que en su momento llevó a la embajada de Estados Unidos en México a temer que sus nombres habían sido filtrados.
grb