La Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) dio a conocer que entre mayo y septiembre de este año se incautaron 36 millones de dosis de fentanilo, introducidas a su país por los cárteles mexicanos de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación.
Como parte de la iniciativa “Una pastilla puede matar”, la DEA logró la incautación de más de 10.2 millones de pastillas de fentanilo y aproximadamente 980 libras de polvo de fentanilo durante el período del 23 de mayo al 8 de septiembre de 2022. Dicha cantidad de fentanilo extraída de las calles durante este aumento equivale a más de 36 millones de dosis letales. Además, se decomisaron 338 armas, entre rifles, escopetas, pistolas y granadas de mano.
De los 390 casos investigados durante este período, 51 casos están vinculados a intoxicaciones por sobredosis y 35 casos se relacionan directamente con uno o ambos de los principales cárteles mexicanos responsables de la mayor parte del fentanilo en los Estados Unidos son el cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), reveló la DEA en el informe.
La administradora de la agencia, Anne Milgram, señaló que “durante el año pasado, enfrentar la crisis del fentanilo ha sido la máxima prioridad para la DEA. La amenaza más urgente para nuestras comunidades, nuestros niños y nuestras familias son el Cartel de Sinaloa y el CJNG, que están produciendo y suministrando en masa el fentanilo que está envenenando y matando a los estadounidenses”.
Añadió que “el cártel de Sinaloa y el CJNG son organizaciones criminales despiadadas que utilizan el engaño y la traición para generar adicción con total desprecio por la vida humana. Para salvar vidas estadounidenses, la DEA se enfoca incansablemente en derrotar al cártel de Sinaloa y al CJNG al degradar sus operaciones para que les resulte imposible hacer negocios”.
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Reveló que 129 investigaciones están vinculadas a plataformas de redes sociales, incluidas Snapchat, Facebook Messenger, Instagram y TikTok. Estos resultados se basan en los resultados de One Pill Can Kill Phase II anunciados por la administradora de la DEA, Anne Milgram, en diciembre de 2021.
“En todo el país, el fentanilo está devastando familias y comunidades, y sabemos que los cárteles criminales y violentos de la droga son responsables de esta crisis”, señaló al respecto el Fiscal General Merrick B. Garland.
“El Departamento de Justicia, incluidos los extraordinarios profesionales de la DEA, trabajan para interrumpir y desmantelar las operaciones de estos cárteles, eliminar el letal fentanilo de nuestras comunidades y salvar la vida de los estadounidenses”, señaló el funcionario federal.
El fentanilo sigue siendo la amenaza de drogas más letal que enfrenta esta nación. El año pasado 107 mil 622 de estadunidenses murieron por intoxicación o sobredosis de drogas. El 66 por ciento de esas muertes se pueden atribuir a los opioides sintéticos como el fentanilo.
Los narcotraficantes han ampliado su inventario para vender fentanilo en una variedad de colores, formas y tamaños brillantes. “Fentanilo arcoíris” fue dado a conocer por primera vez a la DEA en febrero de 2022 y hasta ahora se ha incautado en 21 estados.
El fentanilo es un opioide sintético, 50 veces más potente que la heroína. Solo dos miligramos del opioide, o la cantidad que cabría en la punta de un lápiz, se considera una dosis potencialmente letal para quien la consuma.
En septiembre de 2021, la DEA lanzó el esfuerzo de aplicación de “Una pastilla puede matar” y la campaña de concientización pública para combatir la amenaza de las píldoras falsas y educar al público sobre los peligros de que las pastillas de fentanilo se disfracen y se vendan como medicamentos recetados, a pesar de que estas, no contienen ninguno de los medicamentos reales.
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