Fiscales de Estados Unidos y la defensa del ex secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, mantienen la pelea en tribunales para llegar con ventajas al juicio por tráfico de cocaína contra el ex funcionario mexicano.
Las autoridades estadunidenses solicitaron que el juez Brian Cogan desestime la solicitud de los abogados de García Luna para impedir que se presente como evidencia material lo relacionado con la riqueza generada por el ex secretario de Seguridad Pública desde finales de 2012, cuando se retiró del servicio público, se volvió empresario y obtuvo la ciudadanía estadunidense.
“La evidencia de las actividades del acusado después de 2012 es evidencia crítica y directa de los crímenes imputados en la acusación. También es una fuerte evidencia de los motivos del acusado para aceptar sobornos del cártel de Sinaloa y del conocimiento, capacidad, oportunidad y preparación del acusado para mantener esos sobornos en secreto”, explican los fiscales en su petición.
De acuerdo con los funcionarios estadunidenses, durante el juicio, que se prevé que inicie en breve tras la selección del jurado, se demostrará que García Luna, primero al frente de la Agencia Federal de Investigación (AFI) y después como secretario de Seguridad Pública, estaba en la nómina de los cárteles de los Beltrán Leyva y de Sinaloa, quienes, presumen, le pagaban multimillonarios sobornos a cambio de protección, facilitación e información sensible para sus operaciones criminales.
“En el juicio, el gobierno espera que numerosos testigos; incluyendo varios ex altos miembros de alto rango del cártel de Sinaloa testifiquen sobre los sobornos pagados al acusado a cambio de protección”, adelantaron los fiscales.
“Esos pagos permitieron al cártel en algunas ocasiones recibir advertencias sobre esfuerzos de fuerzas de seguridad para aprehender a miembros del cártel y también permitieron a miembros del cártel ser liberados si eran arrestados.”
Según han logrado establecer las investigaciones, García Luna aprovechó su posición de alto rango para enriquecerse a través de sobornos pero también para otorgar contratos a empresarios afines a él y generar conexiones que le permitieran, una vez que se retirara del servicio público, que esos contratos siguieran entregándose. A cambio, García Luna logró que se le facilitara un estilo de vida lujoso en Miami, Florida, entre lo que destaca una casa y un yate para él y su familia, además, eventualmente García Luna se hizo parte de estas firmas.
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“El acusado llevó a cabo todas esas actividades a través de una opaca constelación de empresas fantasma, intermediarios, cuentas bancarias en el extranjero, negocios con efectivo y conexiones”, detallaron los fiscales.
Dichas revelaciones ocurren en línea con la denuncia civil presentada por el gobierno de México que asegura que García Luna y sus colegas de negocios, los Weinberg, recibieron millonarios contratos del gobierno mexicano entre 2012 y 2018 de forma irregular gracias a las amistades que el ex funcionario generó dentro del gobierno mexicano y a través del pago de sobornos.
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