La iniciativa “Sociedad de científicos anónimos” denunció a través de sus redes sociales, la venta de tacos de tarántulas en un bazar organizado en el Museo Anahuacalli, en la alcaldía Coyoacán, al sur de la Ciudad de México, donde los ejemplares se encontraban vivos, para ser preparados al momento, por un costo de 600 pesos, sin mostrar los permisos de aprovechamiento por parte de las autoridades ambientales, a pesar de que todas se encuentran protegidas, bajo la Ley General de Vida Silvestre (LGVS).
A través de la cuenta @cientificosAA de X y cientificoanonimos en Instagram, denunciaron que el restaurante El Gran Cazador México, fomenta el consumo de tarántulas, escorpiones y otros arácnidos, como una moda, ya que no existen registros históricos de que las tarántulas hayan formado parte de la dieta de los pueblos originarios de México. Además, por el tamaño del ejemplar, en contraste con el precio, pusieron en duda su procedencia legal.
“Una moda que impone una presión, eso sí, sobre las poblaciones de especies de por sí ya diezmadas por la intervención humana y cuyas regulaciones son, en el mejor de los casos, laxas. A esta preciosura la encontramos en el bazar de @anahuacalli en el puesto de @elgrancazadormx donde 600 pesos te la hacían taco al momento”.
De acuerdo con el experto en arácnidos, Diego Barrales Alcalá, comunicador de la ciencia a través de la cuenta, @Arachno_Cosas, se trata de un espécimen adulto del género Tliltocatl, que se encuentra dentro del Apéndice II de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), que no necesariamente está amenazada de extinción, pero podría llegar a estarlo a menos que se controle estrictamente su comercio.
El restaurante El gran cazador de México, tiene sede en el Mercado San Juan, ubicado en el centro de la ciudad, conocido por la venta de platillos exóticos. A través de su cuenta de Instagram, promueve platillos elaborados con insectos y arácnidos. En un video publicado hace cuatro días, se ve a una empleada que presume a una dócil tarántula rodillas de fuego (Brachypelma auratum), que camina en su antebrazo, lista para ser preparada a las brasas.
Ese otro ejemplar, se encuentra protegido por la CITES como una de las 16 “especies prioritarias de tarántula”, con lo que se busca regular el comercio de estas especies, ya que existe un mercado negro creciente en nuestro país, así como en Estado Unidos, Canadá, la Unión Europea y Asia.
El comunicador de la ciencia y experto en arácnidos @Arachno_Cosas, explicó que si bien, en México está permitido el aprovechamiento de vida silvestre, este debe estar aprobado y regulado por la Secretaría de Medio Ambiente (Semarnat), y su venta, ya sea viva o en taco, tendría que acompañarse de la correspondiente nota con su número de aprovechamiento. No obstante, resaltó que toda vida silvestre en el país, se encuentra protegida bajo la Ley General de Vida Silvestre (LGVS).
A través de su cuenta, llamó a reflexionar qué tanto se está propiciando el mercado ilegal de animales al incursionar en esta gastronomía exótica. “Recordemos que para que una tarántula llegue a adulta requiere de bastante tiempo y otra serie de elementos complejos y que, aunque no nos resulten atractivas o bonitas, son de suma importancia para nuestro entorno dentro de su papel como elementos de control de poblaciones de otros animales, o como sustento de algunas especies”.
Barrales Alcalá destacó que todas las tarántulas poseen veneno. De acuerdo con el Catálogo Mundial de Arañas (WSC por sus siglas en inglés), actualmente existen 162 géneros y 1,078 especies de tarántulas distribuidas en todo el mundo. En México se conocen 17 géneros y 102 especies, 93 por ciento son endémicas del país, por lo que ocupa el segundo lugar del mundo en diversidad de tarántulas, sólo después de Brasil, según el estudio “The Fauna of Arachnids in the Anthropocene of Mexico”, de Javier Ponce Saavedra y otros autores.
En otro video, también publicado en la cuenta de Instagram de elgrancazadormx, también se encuentra un video donde dos comensales prueban por primera vez una tarántula, refieren que les generó “una sensación extraña, se adormece la parte de lado, se cosquillea, no se espanten, son sensaciones diferentes, pero si se siente muy raro, siento la lengua dormida, pero ya nos habían dicho que se dormía la lengua así”, dijo una de las comensales.
RM