Entre cantos, globos, velas y flores, familiares y amigos despidieron a Camila, la niña de nueve años que fue violada y asesinada en el municipio de Valle de Chalco, Estado de México.
“Mi niña era una princesa alegre, cariñosa, amorosa conmigo, con su madre y también con sus hermanos; era una preciosura mi niña, ella no merecía lo que le pasó”, aseguró José Manuel Espinoza, padre de la menor.
La menor fue sustraída desde el 31 de diciembre presuntamente por uno de sus vecinos, quien la violó y asesinó dentro del cuarto que rentaba en la colonia Poder Popular.
“Estábamos juntos preparando todo para la cena: yo me metí a bañar y me dijo ‘papi préstame tu encendedor para quemar mis ratoncitos’ y le dije que sí; ya después no la vimos y pensamos que estaba con su abuelita porque siempre se iba para allá. Su hermano fue a buscarla y fue cuando nos dimos cuenta que desapareció”, explicó.
El presunto asesino de Camila, identificado por los vecinos como Marciano “N”, es originario de Puebla y tenía pocas semanas de haber llegado a vivir en un cuarto ubicado justo frente a la casa de la víctima; sin embargo durante varios meses había laborado como vigilante de la misma colonia por lo que todos lo conocían y aseguran les daba.
La fotografía del hombre comenzó a circular en redes sociales y vecinos de la zona lo identificaron mientras se realizaba el velorio, por lo que organizaron una cacería para localizarlo.
LC