Con ayuda de 11 perros entrenados para la detección de narcóticos y celulares, la Secretaría de Seguridad del Estado de México (SSEM) ha logrado inhibir el delito de extorsión cometido desde las cárceles tras confiscar teléfonos móviles.
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El jefe de la Unidad Canina, Jorge Ramírez Altamirano, explicó a MILENIO que la Subsecretaría de Control Penitenciario opera ese programa que con esos ejemplares, así como con ayuda de sus entrenadores, han evitado que la gente sea víctima de internos.
Dio a conocer que todos los caninos arribaron a México como parte de la “Iniciativa Mérida”, un programa internacional para combatir el tráfico ilegal de narcóticos y en dicho convenio se encuentran los perros.
Ante esto, dio a conocer que están trabajando de manera intensa para cumplir con el propósito que además les ha dado una enorme satisfacción, “trabajar con seres vivos es algo maravilloso y a la población, decirle que estamos trabajando de una manera fuerte para poder brindar nosotros seguridad desde el lugar en donde estamos para el combate a toda esta situación”.
Cada uno de ellos está entrenado para identificar por lo menos seis aromas, entre ellos, mariguana, cocaína, metanfetaminas, LSD, heroína y litio, uno de los principales compuestos empleado en baterías y teléfonos celulares.
De acuerdo con el documento “Atlas de la Seguridad del Estado de México 2022” de la SSEM, durante el 2020 fueron abiertas 11 carpetas de investigación por el delito de extorsión cometida por vía electrónica; mientras que en 2021 se iniciaron 103, es decir, hubo un incremento de 89.32 por ciento.
Gracias a esas denuncias, las autoridades han detectado que hay un número importante de extorsiones que son cometidas desde el interior de las cárceles y en la mayoría coaccionan a las víctimas a depositar dinero a cambio de evitar abusos, daños patrimoniales o liberar a un supuesto rehén.
El común denominador, según la autoridad, es el solicitar dinero. De acuerdo con la dependencia, durante el año pasado “aparentes extorsionadores solicitaron un total de 664 millones 25 mil 447 pesos a la población de la entidad; sin embargo, debido a la intervención del personal de la dependencia, el asesoramiento y en especial la oportuna denuncia de los afectados, no se realizó el cobro de 600 millones 573 mil 862 millones pesos”.
Por ello, el Jefe de la Unidad Canina destacó la importancia de estos elementos.
“Sabemos que si sacamos un teléfono celular de las instalaciones penitenciaras, estamos inhibiendo en su totalidad lo que sería un posible secuestro, extorsión o alguna situación que se pueda ordenar dentro de los reclusorios hacia la población civil, entonces estamos trabajando y esperemos seguir con eso y realmente es algo muy satisfactorio”.
Perros policías con cuidados
Parte de este trabajo es realizado gracias a estos canes que logran detectar el litio de los teléfonos celulares. Para ello, tienen una asesoría constante con elementos de Estados Unidos a fin de continuar con la instrucción.
“La especialización que llevamos a cabo gracias a los cursos de capacitación que nosotros tenemos nos permiten realizar todos estos objetivos, hemos elevado a las capacidades institucionales para hacer que se inhiba la situación delictiva al ingreso o al interior de los centros penitenciarios”.
Además de ello, agregó, los perros de la Unidad Canina de la SSEM están sometidos a la inspección de especialistas para el cuidado de su bienestar.
“Cómo tal aquí tenemos un veterinario que está designado también, es parte de la unidad canina, los cuidados son los normales de todas las unidades caninas, agua, bebida, salud, hay que satisfacer todo lo que son las necesidades básicas de los perros y posteriormente son las emocionales, que también en ese aspecto se encargan los manejadores y un servidor”.
Trabajan de la mano con sus compañeros
Los 11 perros tienen un manejador que prácticamente trabaja de la mano con ellos durante toda su vida de servicio. La oficial Morales es una de las cuidadoras que tiene a su cargo a una perrita de nombre “Hien”, a quien ve como una compañera de trabajo.
“A ella me la asignaron en un curso que fui a la embajada de Estados Unidos en Orlando, Florida, en cuanto nos vimos pues yo me enamoré así de ella, porque está chiquita, porque es una perrita hembra, es muy tranquila y me gusta mucho pasar el tiempo con ella (…) Es una compañerita de trabajo, cuando vamos a operativos seguimos en la búsqueda y me apoyo en su olfato”.
En esta tesitura, no solo detectan los narcóticos, sino que están entrenados para responder en caso de la agresión de una persona privada de la libertad hacia un oficial penitenciario o un intento de fuga.
ledz