El 80% de los homicidios del crimen organizado involucran al CJNG

Un nuevo libro sobre el Cártel Jalisco Nueva Generación echa luz a las particularidades de la tropa de ‘El Mencho’: su letalidad, su eslogan de guerra y su forma única de extorsionar.

El Cártel Jalisco Nueva Generación es el grupo criminal más joven de México. | Diseño: Antonio Texta
Ciudad de México /

Con apenas unos 15 años de existencia, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) se ha colgado tres medallas negras: ser el grupo criminal más joven de México en alcanzar el grado de transnacional, el más grande en conservar a un líder único –El Mencho– y, ahora, ser el más mortífero en la historia del país, por encima del histórico Cártel de Sinaloa, el longevo Cártel del Golfo y los infames Zetas.

El investigador experto en crimen organizado Chris Dalby hurgó datos abiertos sobre los conflictos entre cárteles en México y encontró que el 80 por ciento de los homicidios relacionados con el crimen organizado involucran al cártel jalisciense.

“Esta letalidad convierte al CJNG en el más asesino en la historia de los cárteles mexicanos. Y es también el que tiene más homicidios en sus filas: sus integrantes tienen más probabilidades de ser asesinados que los miembros de otros cárteles. Entrar al CJNG es casi una sentencia de muerte”, asegura para MILENIO el también director de la consultoría global en seguridad World of Crime.

Sus cifras provienen del Programa de Datos de Conflicto de la Universidad de Uppsala en Suecia. Sus académicos llevan años mapeando los enfrentamientos entre grupos criminales estado por estado y mes por mes. Gracias a ese archivo, al que Chris Dalby tuvo acceso, se han calculado los homicidios resultantes de batallas entre el CJNG y Cártel de Sinaloa, Los Viagras, Santa Rosa de Lima y más enemigos.

“Los Zetas se quedan en la leyenda mexicana como los más brutales, los más mortales. Y en su época era verdad, pero Los Zetas fueron los que iniciaron las peores atrocidades de la ‘guerra contra las drogas en México’ y el CJNG las normalizó, las hizo cotidianas. No significa que el Cártel Jalisco sea el único en dejar cuerpos descuartizados en la calle o abandonar cadáveres en puentes, sino que es el que lo hace de forma más consistente”, asegura Chris Dalby.
Michoacán ante el paso de la violencia del CJNG. | Juan Carlos Bautista

Debido a esto, el especialista en crimen organizado eligió para su nuevo libro un título sin ambigüedades: CJNG: El cartel más peligroso de México, en el que explica por qué este grupo engendrado en el occidente fue el mayor disparador de violencia homicida en el sexenio del ex presidente Andrés Manuel López Obrador.

Entre sus líneas hay una sugerencia implícita: si la nueva administración que encabeza la presidenta Claudia Sheinbaum quiere reducir de manera drástica los homicidios, hay que ir tras los mayores generadores de asesinatos. Tras el cártel de las cuatro letras.

Autoridades descubren 'narcolaboratorio' en Jalisco. | Jorge Carballo

La violencia como norma

“Hay varios insumos que me hacen llegar a esa cifra”, comenta el autor. “Uno es que muchos cárteles, grandes o pequeños, no quieren usar la violencia constantemente. Eso puede parecer un poco extraño cuando sabemos la cantidad de homicidios en México, pero el Cártel de Sinaloa en sus tierras –Sinaloa, Chihuahua, Sonora– prefiere llegar a una ‘pax narca’ que acumular muertos. Sólo usa la violencia cuando es necesario para conquistar un nuevo territorio o para eliminar un rival, como pasa excepcionalmente ahora entre Chapitos y Mayiza.

“Llega un momento en que mucha violencia afecta el dinero, es decir, el lado financiero de la empresa criminal. Muchos muertos significa el cierre de negocios, expulsión de inversiones, atracción de militares. Entonces los cárteles limitan el uso de la violencia. Sin embargo, el Cártel Jalisco no funciona así”, explica.

A diferencia de las demás, esta organización usa la violencia como un instrumento constante de represión y de terror, incluso en épocas y lugares donde no está enfrentado contra un rival directo, afirma Dalby en CJNG: El cartel más peligroso de México ya disponible en internet en versión impresa y digital.

Un ejemplo es el asesinato en febrero de este año del aspirante del Partido Verde a alcalde en Mascota, Jalisco. El municipio representa sólo el dos por ciento de la extensión territorial del estado, ahí viven menos de 15 mil habitantes, no es estratégico para el cruce de drogas, armas ni huachicol, y nadie se lo disputa al CJNG. Y aun así, “los jaliscos” mataron con tres disparos a Jaime Vera Alanís, a pesar de que su triunfo lucía improbable.

“El CJNG sintió la necesidad de matar a alguien para mostrar su dominio. Nadie se lo cuestionaba, nadie quería esa plaza, pero ellos operan distinto: no quieren ganar base social, no les interesa el respeto o el cariño de la gente. Sólo quieren ser temidos. El terror por el terror mismo.
“Este es un modelo que copiaron de Los Zetas, quienes ‘innovaron’ al grabar sus interrogatorios y homicidios para publicarlos en YouTube. Sólo que esta vez es peor, pues para el Cártel Jalisco la violencia no sólo sirve como una amenaza, sino para crear una marca propia, como las grandes empresas”, cuenta Chris Dalby.

Una histórica matanza de soldados en 2015 demuestra esa lógica de sangre: la tarde trágica de Villa Purificación.

Vehículo tras enfrentamiento entre policías y miembros del CJNG. | Cuartoscuro.

Una marca trasnacional

El 1 de mayo de 2015, la historia criminal de México cambió para siempre. Ese viernes, 18 soldados sobrevolaban el municipio Villa Purificación, en Jalisco, en busca del líder de una organización delictiva poco conocida en el país llamada Cártel Jalisco Nueva Generación.

Los militares buscaban una llanura para aterrizar cuando sicarios con lanzacohetes RPG-7, de origen ruso, derribaron el helicóptero Cougar. De inmediato, nueve uniformados murieron y los que lograron sobrevivir lo hicieron hasta con 70 por ciento del cuerpo con quemaduras de tercer grado. Nunca había ocurrido algo similar en el país.

“Fue la primera vez que un grupo criminal mexicano destruyó un helicóptero de las Fuerzas Armadas. La credibilidad que ganaron en el mundo criminal a través de esta acción fue grandísima para ellos. El CJNG pasó –en un solo evento– de ser un cartel de segundo plano a ser visto como la mayor amenaza en México y Estados Unidos”, afirma Chris Dalby. “Fue la mejor campaña de relaciones públicas jamás creada en el crimen mexicano”.

Otra campaña para reforzar el ‘branding’ criminal del cártel fue el uso de drones explosivos. Mientras esa tecnología sólo se veía en guerras convencionales, como las de Medio Oriente, el CJNG los trajo a México. Sus integrantes inauguraron esos ataques y eligieron la frontera entre Jalisco y Michoacán como su zona de ensayos. Fieles a su estilo, las embestidas fueron grabadas y esparcidas por internet.

“No lo hicieron para matar a muchas personas. De hecho, hasta la fecha, la cantidad de personas asesinadas por drones es muy baja. Lo que les importa es el impacto psicológico en comunidades indígenas o zonas de autodefensas. Hacerles saber que, incluso desde el cielo, pueden vigilar o hacer un daño terrible”.

Y una tercera iniciativa para distinguir la marca criminal del resto de los cárteles está en la incesante mención del líder. Si Tesla es sinónimo de Elon Musk y Apple es igual a Steve Jobs, el CJNG es el reflejo de Nemesio Oseguera Cervantes, el único capo que maneja con talante autocrático a un grupo criminal esparcido por México y más de 50 países, según la agencia antidrogas estadunidense, DEA.

El Mencho no es una persona muy carismática, pero ha conseguido construir un culto de personalidad dentro del cartel que es totalmente innovador en México. El Chapo nunca tuvo ese nivel de dedicación pública de sus tropas. En cada vídeo, en cada argumento, el CJNG se declara ‘¡somos gente del señor Mencho!’ o ‘¡pura gente del Señor Mencho!’”.

Esa repetición –afirma el autor– es casi como un culto. Atiende un guion que se ha vuelto un eslogan identificable en el sector criminal. Tiene un componente memorable que ya quisieran muchas marcas de comida rápida o de tecnología. No sólo es un rito, sino que mantiene a la tropa unida alrededor de un líder común, fomenta la unidad y hace olvidar a quien grita, aunque sea por un minuto, que está en la empresa criminal donde la muerte es el destino más común.

Vehículo rotulado con siglas del CJNG. | Foto: EFE

La extorsión: la peor ‘innovación’

“El uso de la extorsión por el Cártel Jalisco Nueva Generación es totalmente diferente que cualquier otro grupo, ya sea en México o en América Latina. Su forma de operar es única y, por eso, es la más peligrosa de todas”, dice Dalby.

Esta “innovación” empieza en una decisión atribuida al Mencho: a diferencia de otros cárteles, en el CJNG todos los jefes de plaza de un municipio tienen total libertad para perseguir cualquier oportunidad económica en lo local. En Jalisco se ve en el ganado o el tequila; en Michoacán con aguacates o limones; en Guanajuato con tortillerías. A cada giro económico se le aplasta con dinero, pero nunca es al azar.

“Son muy hábiles, porque inciden electoralmente en las campañas. Pueden financiar las candidaturas que les interesen, amenazar a candidaturas que no les convengan para que pierdan o matar para mandar mensajes de horror. Y una vez que tienen el control de un presidente municipal, lo primero que hacen es exigir el acceso a las bases de datos productivos del estado. Así ya no extorsionan a ciegas. Basan sus cuotas en datos económicos”.

Por ejemplo, dice, a un campesino jalisciense que siembra agave para producir tequila le llegarán integrantes del CJNG con datos concretos y reales en la mano: cuántas hectáreas tiene, cuántos animales tiene, a qué empresas les vende, cuál es su porcentaje de ganancia. Hacen matemáticas con una fórmula propia del “derecho de piso” y el resultado de esa operación es el monto mensual a pagar.

“Y si tú no puedes pagar las cuotas absurdas que te piden, hay otra opción que te ofrecen para que no te maten: te dicen que te van a quitar tu tierra y ponerlas a nombre de un asociado, alguien del propio cártel. Y ahí van a controlar la totalidad de los ingresos. Entonces no es una extorsión moderada. Esta extorsión es intensiva, brutal”, sentencia el también ex director del think tank Insight Crime.
Dron inspecciona vehículo con explosivo casero. | Reuters

Debido a esa nueva modalidad, el Cártel Jalisco Nueva Generación podría tener una cuarta medalla negra: la empresa criminal más millonaria de México, incluso superando a las escisiones de Los Chapitos y La Mayiza, que han consumido una gran cantidad de recursos en combatir entre ellos tras la detención de Ismael El Mayo Zambada en Estados Unidos el pasado 25 de julio.

“Si tú regresas a los análisis en 2011-2012 de los más grandes politólogos mexicanos, la mayoría dijo que el CJNG no podría ser un rival serio contra el Cártel de Sinaloa y que desaparecería pronto. Y ahora estamos viendo todo lo contrario”, lamenta el especialista.

Trece años después de esas predicciones fallidas, el CJNG ha logrado ser el que más muertos carga sobre sus chalecos tácticos.

Fact checking: JRH



  • Óscar Balderas
  • Oscar Balderas es reportero en seguridad pública y crimen organizado. Escribe de cárteles, drogas, prisiones y justicia. Coapeño de nacimiento, pero benitojuarense por adopción.

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