Un presunto ladrón fue sorprendido por habitantes de la alcaldía Tláhuac, quienes lo interceptaron y amarraron a un poste para golpearlo y exhibirlo por vender licencias de conducir falsas.
Los hechos fueron dados a conocer por el periodista y conductor del programa C4 en Alerta, Carlos Jiménez, quien compartió el video donde se ve a la ciudadanía golpeando al presunto ladrón.
¿Qué se ve en el video?
En el video que compartió la fuente se aprecia como el presunto ratero fue emplayado, de pecho, a un poste de luz en plena calle de la alcaldía Tláhuac por ciudadanos que los sorprendieron supuestamente delinquiendo.
En el video exhibieron el rostro del acusado y pidieron difundirlo por redes sociales, todo esto mientras un par de ciudadanos lo golpeaban en la cara sin que el presunto ladrón se pudiera defender.
Se aprecian a más de seis ciudadanos reteniendo al presunto ladrón, quien supuestamente vendía licencias de conducir falsas a los habitantes de loa mencionada demarcación.
Se sabe que el acusado vendió el documento por mil 700 pesos, pero cunado las quisieron constatar en el sistema de la Secretaría de Movilidad (Semovi) descubrieron que eran falsas, a pesar de que esperaron un par de días a que la licencia fuera dada de alta en la plataforma.
Tienden trampa a falso gestor
Sin embargo, ante el problema, la víctima le pidió al falso gestor que le regresara el dinero, pero este se negó. Posteriormente, ciudadanos de la alcaldía Tláhuac le tendieron una trampa al presunto estafador: el hombre fue citado en un bar de la mencionada demarcación, donde varias personas lo esperaban para hacer justicia por mano propia.
Desde el bar, se puede observar como los ciudadanos obligaron al acusado a besar sus zapatos y a que les pidiera perdón de rodillas.
"Me marcaron y me dijeron 'ya está aquí'. Ahí fue cuando llegué (al bar) y lo confronté", explicó la víctima al equipo de C4 en Alerta.
Emplayan al falso gestor
Una vez que el acusado le pidió perdón a su víctima, entre varias personas lo sacaron del bar y lo emplayaron frente a un poste. También le colocaron una cartulina con la leyenda: "Soy un Nahual".
"Agarramos a un puto (sic) ratero (...) Cállese, hijo de su puta madre (sic)", dice uno de los ciudadanos molestos.
Una vez que el presunto ladrón quedó inmovilizados, entre la víctima y sus amigos comenzaron a darle puñetazos, cinturonazos y patadas en varias partes del cuerpo. También le quitaron los tenis.
En ese momento, los civiles le colocaron una segunda cartulina al presunto estafador en la que pedían a la gente tomarle fotos y subirlas a sus Facebook, porque se trataba de un supuesto ladrón.
Finalmente, el hombre fue entregado a las autoridades capitalinas, quienes lo identificaron Gerardo 'N', un presunto gestor falso, que vive en la colonia Santa Ana Poniente, que promociona la venta de licencias de conducir y otros servicios en sus redes sociales.
Así capturaron al acusado
Diferencia entre justicia propia y legítima defensa
La Real Academia Española considera a los linchamientos como acciones que consisten en ejecutar, sin proceso, a un sospechoso o a un reo tumultuariamente (acción en la que participan más de tres individuos).
En el artículo 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos se establece que “ninguna persona podrá hacerse justicia por sí misma, ni ejercer violencia para reclamar su derecho".
Esto considerando que la ley en México es únicamente aplicable por el Estado, con el fin de evitar lo anteriormente referido.
La manera en la que se castiga la justicia propia en realidad tiene que ver con la gravedad de las acciones, por lo que cada delito que se suscite durante un linchamiento está tipificado por la ley, ya sea como homicidio, tentativa de homicidio o el delito por incidir en lesiones.
Las penas y castigos están determinados en el Código Penal Federal o en su defecto en los Códigos de cada estado.
Por su parte, la legítima defensa se define como: “Una causa de exclusión de la antijuricidad, es decir, es una causa eximente de responsabilidad penal que se aplica cuando se realiza una acción punible (merece un castigo) para impedir o repeler una agresión ilegítima a una persona o a derechos, ya sean propios o ajenos”.
RM