El 29 de septiembre una tormenta acechaba el poniente de la Ciudad de México. Eran alrededor de las 20:00 horas cuando el suboficial Héctor Edwin Rojas escoltaba a un funcionario. Transitaban por las calles de la colonia Zedec Santa Fe, donde la falta de cámaras de vigilancia y la oscuridad conspiraron para que dos hombres intentaran asaltarlos.
Los ladrones se acercaron al automóvil particular en el que viajaban el suboficial Edwin y el superior –como él lo llama-, quien en ese momento estaba bajo su protección. Amenazante, uno de ellos apunto contra el elemento de seguridad, ordenándole que se bajara del coche y entregaran sus celulares.
Al percatarse que era integrante de la Policía Bancaria e Industrial (PBI), el delincuente accionó su pistola. Sin más, jaló el gatillo en dos ocasiones. Una de las balas ingresó por el abdomen del suboficial, mientras la segunda cruzó por la pierna hasta atravesar la cadera.
Herido y con la responsabilidad a cuestas, el elemento de la PBI sacó su arma y repelió el ataque. Hirió a uno de los dos asaltantes, quienes al ver la respuesta del policía, huyeron.
El suboficial Héctor Edwin Rojas relató que pese a que es una zona junta características para ser escenario de la delincuencia y que son varios los años dedicados a la preparación para poder ostentar la responsabilidad de la custodia, los minutos en los que transcurrió el hecho pasaron rápido y atravesados por varias emociones.
“Fue muy rápido, la presión fue muy rápida y mi primera impresión fue miedo, luego fue sobrevivencia, porque me empezaron a disparar y agredir a mí; al momento no supe si habían agredido también al principal con el que venía, mi reacción fue repeler y sobreviviencia”, dijo a MILENIO.
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Tras repeler el ataque, el suboficial Rojas pidió refuerzos pero siempre con el objetivo claro de salvaguardar la integridad de la persona bajo su cuidado, por lo que revisó si estaba herido, pero los agresores sólo balearon lo balearon a él.
“Nos dirigimos al hospital más cercano donde ocurrió el suceso y pedí el apoyo para que lo protegieran a él porque ese es nuestro trabajo, proteger al funcionario”, detalló.
"Con temor, todos los días pasa esto, hay varios compañeros como yo que tienen la gracia de sobrevivir y hay otros que no, hay compañeros que no la libran y eso pasa diario y me tocó la dicha de seguir aquí”
Tras la alerta a sus compañeros de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, los oficiales implementaron un dispositivo de búsqueda y localización en la zona y a la altura de la calle Joaquín Gallo, tuvieron contacto con una persona que se encontraba sobre el suelo con sangre en el pecho, y de inmediato acordonaron la zona y solicitaron un unidad médica.
Los paramédicos que acudieron al punto diagnosticaron al hombre de 33 años de edad sin signos vitales por impacto de bala en tórax; además, a un lado de esta persona se encontró un arma de fuego corta.
“Sea como sea la persona, le causó un dolor a sus padres”
A casi un mes del suceso, el suboficial Rojas usa un bastón para caminar como consecuencia del ataque. Sentado con algunas complicaciones para moverse, confiesa sentirse emocional después de la muerte del asaltante; también está agradecido con Dios por permitirle seguir con vida, y con la secretaría y la PBI por el apoyo.
El secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch, lo ascendió y destacó su labor. “Hoy fueron ascendidos cinco verdaderos héroes de la SSC por distintos eventos. Uno de ellos recibió dos disparos cuando logró frustrar un asalto y abatir al delincuente. Es un honor tener compañeros así de entregados a la Ciudad de México”, escribió en Twitter.
Rojas menciona que tras repeler el ataque y saber de la muerte del ladrón ha reflexionado sobre el dolor que el deceso puso causar y hasta fue a confesarse, pero el cura le hizo ver que el asaltante pudo asesinarlo a él y al funcionario, pero también causar daño a más gente después.
“Emocional, sí pesa, yo no sabía que había fallecido esta persona hasta que en el hospital me llegaron a comentar, pero ya era una persona que tenía varios problemas con la ciudadanía.
“A lo mejor esta persona era mala o tomaba malas decisiones, pero viene de una mujer, viene de su mamá, sea como sea la persona, le causó un dolor a sus padres; si era padre, sí te pones pensar, pero también te pones a pensar que salvaste varias vidas, o sea no nada más fue la mía, sino él se dedicaba a eso, desgraciadamente se dedicaba a eso”.
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Por su parte, sus familiares están agradecidos porque él salió avante del intento de crimen y homicidio en su contra.
“Están agradecidos, antes que nada con Dios de que sigo aquí, y con todo el apoyo de la PBI, como de nuestro secretario que de verdad nos ha brindado mucho el apoyo”, comentó.
De acuerdo con el elemento, quien lleva 16 años de servicio, la persona abatida tenía varias carpetas de investigación en su historial por delitos como robo, secuestro y homicidio. Sobre su cómplice aún no hay información.
DMZ