Escuela en la que estudiaba Fátima, con antecedentes de bullying

En 2013 una niña tuvo fractura de cráneo y hace tres años a un pequeño le golpearon los testículos.

Padres de familia se manifestaron al exterior de la escuela Enrique Rebsamen. (Avelina Martínez)
Jannet López Ponce
Ciudad de México /

La historia de Fátima parece no ser la única que se oculta detrás de las puertas de la escuela primaria Enrique C. Rébsamen de Tulyehualco en Tláhuac, pues la negligencia de los maestros y directores suman acusaciones de bullying, acoso y agresiones hacia los alumnos.

En el 2013, la familia de la niña Carol Isabela quien ese momento cursaba también el primer grado de primaria en el turno vespertino, acusó que la niña sufría bullying y que la agresión más fuerte, se dio cuando la empujaron y sufrió un fuerte golpe en el piso que resultó en fractura de cráneo.

​La tía de la niña dijo en ese momento en redes sociales que Carol le señaló a la maestra Sonia Navarrete Soriano que no podía ver, pero ésta reaccionó diciéndole que ella le ayudaría a anotar la tarea. Cuando sus padres fueron por ella a la escuela tuvieron que hospitalizarla de inmediato.

Pero las acusaciones de negligencia ante las agresiones que sufren los menores en esta escuela, se dan tanto en el turno vespertino a cargo del director Telesforo Flores como en el matutuino que encabeza Aidé Osorio y que tras el caso de Fátima, hoy está al frente de todos los grupos.

MILENIO preguntó a las madres de familia quienes coincidieron en que siempre se han presentado este tipo de casos y pocas veces se ha actuado de manera oportuna.

La señora Gabriela Martínez contó a MILENIO que su hijo sufrió constantes agresiones a los ocho años y fue ignorada por las maestras y los directivos.

“En tercer año, de hecho ya lo había notificado desde segundo, que a mi hijo cinco compañeros de grupo estaban amenazándolo constantemente, en todo momento, en el recreo, en los baños, en una ocasión le quitaron su comida y entre los cinco le patearon los testículos.
“Cuando yo hablé con la directora me dijo ‘mamita es que hay que apegarnos al marco para la convivencia, hablar con los papás’, le dije ‘bueno, ya hablé yo con los papás, ya traté yo de hacer algo por mi cuenta de la forma más prudente posible, ¿qué sigue?, ¿después voy a ir por él a algún hospital porque me lo dejaron mal?”.

Explicó que luego de varios enfrentamientos de parte de ella y su esposo con las maestras y al ver a su hijo cada vez más deprimido por las constantes agresiones tuvo que recurrir al supervisor de zona, quien después de las advertencias de la familia por presentar una denuncia forma, lo cambiaron de salón.

“Y mi hijo me decía ‘pero mamá ¿si yo no soy el problema por qué yo me tengo que ir?, ¿por qué soy yo?, ¿porque no son ellos?”.

Gabriela comentó que aunque las maestras se basan en los protocolos de convivencia y en que no pueden tocar a los niños para no vulnerar sus derechos humanos, permiten que se violenten los de aquellos que son abusados.

“Me quitaban mis cosas, me golpeaban e incluso una vez que yo le dije mi mamá que ya no quería ir al escuela porque era un infierno, yo ya no podía regresar ahí y mi mamá me trató de ayudar pero el maestro no hizo nada”, contó el niño agredido.

Otra señora, madre de Sofía y Pedro, explicó que sus hijos también sufrieron bullying cuando cursaban el primer grado.

“No pues sí, bastante (bullying), al principio tuvimos bastantes problemas con los niños porque entraban y los más grandes por lógica tienden a abusar un poco de los niños en el sentido de que a lo mejor si traen un dinerito quitarle su dinero, o quitarles parte de lo que traen de comer”.

Dijo que después de que varias mamás se quejaron y exigieron una solución, así como mayor atención hacia los niños pequeños sobre todo en el recreo, se tomaron cartas en el asunto. Pero aseguran, que mientras hace unos años fueron sus hijos, hoy son otros los abusados frente a la inacción de los directivos y maestros.

bgpa

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