Los fusiles de asalto AK-47 y AR-15, así como los rifles de francotirador calibre .50, fabricados por empresas como Smith & Wesson Brands, Barret Firearms Manufacturing, Berreta Holding, Colt's Manufacturing Company y Glock Inc, todas demandadas por México, se han vuelto las armas más populares de las que se trafican desde la frontera con Estados Unidos, según un recuento del Centro para Políticas sobre Violencia (VPC, por sus siglas en inglés).
En el balance realizado tras revisar documentos presentados ante tribunales estadunidenses al menos desde 2006, también se tienen registrados otro tipo de rifles y pistolas de asalto, armas cortas, rifles NFA (de cañón corto), piezas automáticas y semiautomáticas entre el arsenal contrabandeado que, casi siempre, termina en manos del crimen, en especial de cárteles como el de Sinaloa, el Jalisco Nueva Generación o Los Zetas.
El VPC advierte del tráfico transfronterizo de armas que, en muchos casos, los fiscales estadunidenses alegan que la cantidad es mucho mayor a la que se menciona en los documentos en los que se fincan cargos criminales.
En tanto, la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés) lleva un registro de las armas que ha podido rastrear tras ser recuperadas en México y asegura que suman 100 mil 512 solo entre 2014 y 2019.
El gobierno mexicano estima que cada año entran hasta 500 mil armas de forma ilegal y son utilizadas por los cárteles en distintos incidentes, por ejemplo, el atentado del CJNG contra Omar García Harfuch o la liberación forzada de Ovidio Guzmán en el llamado Culiacanazo.
Los datos de la organización civil estadunidense están en sintonía con los dados de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), que ha asegurado fusiles Barrett calibre .50 con alcance antiaéreo, fusiles AR-15 calibre .50, ametralladoras Browning M2 calibre .50, además de lanzacohetes antiaéreos, fusiles AK-47, lanzagranadas y granadas.
JLMR