Con la orden del Juzgado Segundo de Distrito de Procesos Penales Federales en Jalisco de liberar a Héctor Luis El Güero Palma Salazar, ex líder del cártel de Sinaloa, el destino parece sonreírle de nuevo después de años de ser perseguido por la tragedia.
La más reciente ocasión que la familia de Héctor Palma fue alcanzada por la desgracia sucedió el 9 de febrero al hallarse en una fosa clandestina de Ciudad Obregón, Sonora, los cuerpos de María Jimena Palma Romero y Cintia Mercedes Romero Verdugo, sobrina y cuñada, respectivamente, de El Güero Palma.
Ambas habían sido reportadas como desaparecidas desde diciembre de 2019, cuando se supo que fueron llevadas por personas armadas en el estacionamiento de un supermercado de Ciudad Obregón, Sonora.
De golpe, se viene a la memoria la historia de cómo sus rivales en los 1980 y buena parte de los 1990, cuando El Güero ocupaba un importante puesto en la cúpula del cártel de Sinaloa, asesinaron a su esposa Guadalupe y sus dos hijos.
Guadalupe era hermana de José Ramón Laija Serrano, El Coloche, un agente federal adscrito a la extinta Dirección General Antinarcóticos. Allí, en las entrañas del narcotráfico, es donde conoció a Palma Salazar quien se terminaría convirtiendo en su cuñado y él, a su vez, en su lugarteniente.
El Coloche fue finalmente detenido en 2003 en Nayarit acusado de narcotráfico. Un año antes elementos de las Fuerzas Especiales del Ejército detuvieron en Jalisco a Diego Laija Serrano, El Vivo, otro de los hermanos que lloraron a Guadalupe, y que continuaron con el negocio de El Güero mientras él purgaba una larga pena en prisión.
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Miguel Ángel Félix Gallardo, Jefe de Jefes, ex líder del cártel de Guadalajara, y sus primos Arellano Félix, rompieron el pacto de no agresión a las familias, que era hasta ese momento, una regla no escrita entre los narcotraficantes. Gallardo Félix orquestó la masacre contra la esposa e hijos de El Güero Palma en aparente venganza por una traición de quien, en sus inicios, fuera su sicario.
Para el trabajo, se contrató a Rafael Clavel, un traficante de poco rango originario de Venezuela, quien presuntamente logró infiltrarse entre los pistoleros de Sinaloa y aprovechando las ausencias de El Güero, enamoró y logró convencer a Guadalupe de que huyeran juntos.
El capo construyó en su honor un mausoleo en Jardines del Humaya, un famoso cementerio de Culiacán, donde están enterrados diversos narcotraficantes y sus familias. En su interior, un mural preserva el recuerdo de su familia.
La venganza fue brutal. Con ayuda de Joaquín El Chapo Guzmán, uno de sus principales socios en el mundo del hampa, mató a algunos de los involucrados y a sus familias. Clavel fue el primer y lo asesinaron en una cárcel de Venezuela.
Un mural honra la memoria de Guadalupe Laija y sus dos hijos (Especial)
También murieron un grupo de venezolanos con los que el asesino tenía contacto en México. La vendetta del capo, originario de La Noria, una comunidad perteneciente al municipio de Mocorito en el corazón de Sinaloa, tomó su tiempo.
En 1992 nueve hombres, entre ellos un medio hermano y un grupo de abogados del Jefe de Jefes, aparecieron ejecutados, con signos de tortura, en una carretera de Iguala, Guerrero. El múltiple crimen fue atribuido a Palma y a Guzmán Loera en los titulares de la época.
Ese mismo año, El Güero y El Chapo también planearon, esta vez con ayuda de Ismael El Mayo Zambada, de acuerdo con el testimonio de su hermano Reynaldo Zambada en el juicio de Guzmán Loera en Estados Unidos, el tiroteo al interior de la discoteca Christine donde un grupo armado trató sin éxito de matar a los Arellano Félix, en un incidente que se cobró la vida de varias personas en Puerto Vallarta.
Un estudio de personalidad practicado al narcotraficante, que hoy tiene 61 años, en el lejano 1995 al interior del Centro Federal de Readaptación Social (CEFERESO) 2 "Occidente", lo describe como un hombre inintimidable, poco sensible, violento, manipulador y de una expansión criminógena contaminante.
“No presenta logros en sus capacidades de tolerancia a la frustración y demora, los juicios auto y heterocrítico se encuentran deteriorados. Se percibe habilidad para adaptarse a la vida social o medio en que se inserta, pero lo realiza con marcado egocentrismo e indiferencia afectiva. Adopta el rol de líder negativo, ya que es poseedor de una notable capacidad para planear, organizar, de análisis y síntesis, con un profundo sentimiento de ser especial”, dice el dictamen sobre su personalidad obtenido por el semanario Zeta.
Retrato hablado de Palma Salazar difundido en 1990. (Especial)
Detenido por aterrizaje de emergencia
En junio de 1995, Palma Salazar se disponía a llegar a Guadalajara desde Ciudad Obregón. Abordó un avión ejecutivo Leaijet 36, pero problemas técnicos lo hicieron aterrizar aparatosamente de emergencia.
Un operativo encabezado por el general Jesús Gutiérrez Rebollo, que un año después asumiría como el zar antidrogas de la administración de Ernesto Zedillo, lo capturó en una casa de seguridad donde permanecía convaleciente tras el siniestro.
De manera contradictoria, unos meses después de asumir el cargo de zar antidrogas, el general Rebollo fue destituido y acusado de colusión con Amado Carrillo El Señor de los Cielos, líder del cártel de Juárez y enemigo de Palma Salazar.
El Güero, tras 12 años preso en México fue extraditado a Estados Unidos, donde purgó una condena de sólo nueve años por narcotráfico tras colaborar con el Departamento de Justicia de ese país. En 2016, al regresar a México fue nuevamente encarcelado.
Versiones que circulan entre ex agentes de la DEA (Administración para el Control de Drogas, por sus siglas en inglés), señalan que fue el propio Palma Salazar quien, a finales de la década de 1970, le dio a El Chapo Guzmán su primera gran oportunidad en el mundo del narcotráfico, al ponerlo a cargo de transportar drogas desde la sierra de Sinaloa hasta las ciudades, y luego, hacia la frontera con Estados Unidos.
Hoy, 40 años después, ambos capos tienen destinos diferentes. El primero está preso de por vida en Estados Unidos, mientras que el segundo, ha recibido en México una orden de liberación del penal del Altiplano, Estado de México.
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