Con toda la actitud, la mañana de este sábado 2 de septiembre, más de mil jóvenes llegaron a su nueva escuela: el Heroico Colegio Militar.
Para ellos, formar parte de la institución, "fue un gran reto", así lo definió Uriel, un chico, egresado de un Centro de Estudios Tecnológico Industrial y de Servicios (CETIS), en la ciudad de México y que desde pequeño tuvo el deseo de estudiar en este plantel.
"Fue en mi primer intento y pues sí fue muy difícil, la verdad, me costó mucho trabajo porque pues casi me la pasaba... luego ni dormía, estudiaba y estudiaba, ejercicios y sí se pudo, sí se lograron resultados".
Antes de entrar, se despidieron de sus seres queridos, quienes los "apapacharon" y les dieron la bendición.
Este plantel, ubicado en la alcaldía Tlalpan, en la capital del país, se convertirá en su nueva casa, ya que sólo podrán salir los fines de semana. Para los familiares, este distanciamiento es un sacrificio que valdrá la pena.
"Lo hemos ido asimilando porque sí es difícil, pero estamos muy felices porque es algo que realmente quería pertenecer, al Ejército, pertenecer a esa escuela, ser parte de nuestro país, para nosotros es una felicidad muy grande", dijo María Espinosa, mamá de Uriel.
Los nuevos cadetes estudiarán la licenciatura en Administración Militar o en Seguridad Pública, carreras que duran cuatro años.
Para este ciclo escolar, mil 225 jóvenes aprobaron los exámenes de ingreso, de los cuales, mil 36 son hombres y 185 mujeres. Dana es una de ellas. En entrevista contó que "no entró a la primera".
"Hace un año participé, pero me quedé a la mitad del proceso, un examen no lo pasé, pero me seguí preparando, mis papás me estuvieron, bueno principalmente mi mamá, estuvo apoyándome, entonces ya este año, desde enero que estuvo la convocatoria me estuve preparando en todos los aspectos físicos, emocional, culturalmente y aquí estamos".
Señaló que este "sueño" no hubiera sido posible sin el apoyo de su familia.
"Siempre traté de animarla, de acompañarla en todos los procesos, de ayudarle en lo que yo pude, ahí estuve siempre con ella, siempre animándola y siempre diciéndole sí vamos, adelante y se puede y lo logró", expresó Norma Fernández, mamá de Dana.
A su llegada a la institución, los jóvenes presentaron su documentación de ingreso y después los dividieron en compañías para trasladarlos a sus dormitorios.
Esta generación es muy especial, ya que será recordada como la antigüedad del Bicentenario del Heroico Colegio Militar.
"Feliz la verdad, sí estoy muy contento, de hecho ni me lo había imaginado de poder estar aquí", comentó Uriel.
"A futuro ya me veo con mi uniforme de gala, en algún desfile, me gustaría estar en algún desfile", externó Dana.
RARR