Se implantó cabello y bajó 30 kilos, pero...“le falló su gente”

HISTORIAS

Roberto Moyado, el capo de Tepito, era abastecido de coca por el cártel de Jalisco y células de los Beltrán Leyva.

Las transformación física del "narco" detenido el miércoles. (Especial)
Ignacio Alzaga
México /

“¡Me falló mi gente!”, soltó a la Policía Federal un irreconocible Roberto Moyado, El Betito, líder de La Unión de Tepito, a quien el cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) y células de los Beltrán Leyva abastecieron de cocaína y de otras drogas para su distribución en Ciudad de México.

Irreconocible. No solo por su asombrosa transformación física, sino por la apacibilidad con la que se entregó este hombre que utilizó el terror para controlar el narcomenudeo en la capital a través de múltiples ejecuciones con el sello de los cárteles: víctimas torturadas, decapitadas, desmembradas...

MILENIO conoció detalles de la captura de quien fue socio del capo más poderoso de México: Nemesio Oseguera, El Mencho.

Tarde de miércoles 8 de agosto en “inmediaciones” de la colonia Rincón del Pedregal, delegación Tlalpan. Luego de meses de trabajos de inteligencia, la Comisión Nacional de Seguridad (CNS) tenía pistas “sólidas” sobre la ubicación de El Betito.

Se ordenó el despliegue de oficiales de las Divisiones Antidrogas y de Fuerzas Federales para un operativo en el que el comisionado Renato Sales Heredia y el titular de la Policía Federal, Manelich Castilla, hicieron énfasis que debía realizarse con el “menor riesgo posible” para evitar posibles daños a ciudadanos.

El cabecilla de La Unión de Tepito iba en un vehículo con su hermano José, de 50 años, en el sur de Ciudad de México, cuando los federales decidieron actuar.

El Betito no tuvo oportunidad de oponer resistencia, “se quedó frío”. Levantó las manos. “Ya estuvo amigo”, le dijo a uno de los federales.

El oficial respondió: “No me digas amigo, tú no eres mi amigo, tú eres un delincuente” y le colocó los candados de mano.

Moyado utilizaba también el nombre de Roberto Fabián Miranda; no bastó en su intento de escapar de las autoridades, aunque también se escondía de sus enemigos de la Fuerza Anti-Unión.

No era aquel sujeto regordete y con calvicie que apareció en fotografías difundidas públicamente.

Ayer el comisionado Sales dio cuenta de la transformación que el presunto delincuente logró mediante intervenciones quirúrgicas. “Se realizó prótesis capilar (injerto de cabello) y bypass gástrico, bajó más de 30 kilos para modificar su apariencia física con el fin de no ser identificado y detenido”, explicó el funcionario ante medios.

Aunque su poderío lo consolidó en el barrio de Tepito, le gustaba vivir bien, pues se refugió en casas de seguridad de zonas residenciales exclusivas de CdMx: Polanco, Jardines del Pedregal y San Ángel.

“Distribuyó droga y extorsionó en varias delegaciones, así como en centros nocturnos de Zona Rosa, Condesa y Polanco… es investigado por varios homicidios”, narró el titular de la CNS.

Comentó que El Betito es probable responsable del reguero de dos cadáveres sobre avenida Insurgentes norte de la capital, en la zona de Tlatelolco, el 17 de junio de 2018.

“De 37 años, es originario de Ciudad de México, tiene antecedentes penales desde 2008, fue sentenciado por robo a transeúnte; se presume que encabezaba actividades de narcomenudeo y extorsión, despojo, secuestros y lavado de dinero”, señaló.

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