En Puebla cada 9 horas y 29 minutos se denuncia una violación sexual, así lo revela el Instituto para la Gestión, Administración y Vinculación Municipal (IGAVIM) quien señala que existe un aumento del 15 por ciento en este delito entre el tercer trimestre del 2022 y el mismo periodo, pero de 2023.
De acuerdo con el reporte de incidencia delictiva del tercer trimestre de 2023 en el estado de Puebla, se tienen registrados 231 casos de violación, siendo Puebla capital (con 73) el municipio con mayor incidencia en este delito. Le siguen Tehuacán (9), San Pedro Cholula (8), Amozoc (7) y San Andrés Cholula (7).
En entrevista para MILENIO, Gabriela Cortes, presidenta de El Taller, asociación civil que trabaja en pro de los derechos de las mujeres, señala que estas cifras únicamente reflejan la normalización de las agresiones, pero también la falta de verdaderas políticas públicas que garanticen una vida libre de violencia.
“La violencia hacia las mujeres no cesa, porque no hay una justicia real, no hay un castigo para los violentadores, para los abusadores, para los feminicidas, no hay castigos ejemplares y pues el mensaje que se envía a estos machos violentos, a estos machos feminicidas es sigan violentando, no hay castigos reales, no te van a castigar, no va a haber justicia, entonces no tengas problema”
Perspectiva en la que concuerda Natalí Hernández, presidenta del Centro de Análisis, Formación e Iniciativa Social (Cafisac), y quien en entrevista por separado, para MILENIO, afirma que la estadística es el reflejo de las buenas o malas conducciones sobre un tema en específico, en este caso, sobre la prevención y erradicación de la violencia contra las mujeres.
“Es claro que hay alguna falla o algo que mejorar en las políticas públicas que se están implementando para la prevención de estos delitos”
Pero eso no es todo, el IGAVIM revela que, del total de casos, la violación equiparada, es decir, aquella cometida contra menores de edad, representa el 52.38 por ciento, cifra que es cuatro puntos arriba respecto al año pasado.
Un problema que, si bien deben combatir las autoridades, también es responsabilidad de la sociedad en su conjunto para proteger en general a las infancias, sentencia Gabriela Cortes.
“¿Qué estamos haciendo? Les estamos fallando a estas personas, a estos menores de edad, porque nos hacemos de la vista gorda, no hay una cultura una capacidad de señalar estos abusos… No existe una capacidad, una reflexión de decir, bueno toda la población somos responsables del cuidado de la dignidad de las y los menores de edad, sigue habiendo esta visión de no me meto en problemas ajenos”.
Y es que de Natalí Hernández, de Cafisac, puntualiza que son familiares directos (como padres, padrastros, tíos o abuelos) los principales depredadores sexuales de las infancias, seguidos por amigos de la familia y hasta sacerdotes.
“Quienes en mayor proporción encabezan este tipo de violencias contra infancias o adolescencias son personas de su círculo cercano, que muchas veces son los que tienen acceso a estos espacios de manipulación, a estos espacios donde se coerción a la víctima y eso es un indicador grave”.
Feminicidio en Puebla también crece
Las violaciones no son el único delito al alza en la entidad, los casos de feminicidio en Puebla también se incrementaron, revela el IGAVIM.
En el mismo estudio detalla que hubo un incremento de 40 por ciento al pasar en el tercer trimestre del 2022 de 5 a 7 casos en el 2023.
Además, el IGAVIM señala que, en promedio, cada 13 días se abre una carpeta de investigación por feminicidio en Puebla, siendo las regiones Angelópolis y Mixteca las de mayor incidencia en este delito.
Problema social que ha sido alimentado por la indiferencia de las autoridades, explicó la presidenta de El Taller.
“Desafortunadamente con Barbosa (ex gobernador de Puebla) que también minimizaba la violencia que había hacia las mujeres es un mensaje, minimizar, ah, 'esto no está sucediendo, las chicas no están desapareciendo, se siguen yendo con los novios' y pues todo eso es un mensaje”.
Y aunque en Puebla existe una alerta de violencia de género, su aplicación ha sido complicada, explica Natalí Hernández.
“Ha sido muy difícil como que los diferentes niveles de gobierno entiendan su papal dentro de la alerta, por ejemplo los casos los municipios cuesta mucho trabajo que entiendan exactamente que les toca o todos piensan que le toca nada más a Fiscalía y a las secretarías de Igualdad y ya y no, cuando en realidad tendría que haber esfuerzos coordinados”.
De tal forma que el panorama, tanto para las infancias en general como para las mujeres en Puebla, parecen no mejorar y, en cambio, deben enfrentarse al monstruo de la violencia, el cáncer que poco a poco y desde el fondo de sus entrañas carcome a México.
EHR