Tirso Martínez, el narco que compraba equipos de futbol y testificará contra García Luna | Perfil

Tirso Martínez fue detenido en febrero de 2014 y en diciembre del siguiente año fue extraditado a Estados Unidos; un juez lo condenó a siete años de prisión luego de ser encontrado culpable de tráfico de cocaína.

El capo es originario de Guadalajara, Jalisco.
Ciudad de México /

El nombre de Tirso Martínez, El Futbolista, regresó ante una Corte de Estados Unidos. Hoy se dio a conocer que el narcotraficante testificará contra Genaro García Luna, ex secretario de Seguridad Pública acusado de presuntos nexos con el crimen organizado. 

El capo fue detenido en febrero de 2014 y en diciembre del siguiente año fue extraditado a Estados Unidos,y ahora ahora estará presente en las audiencias Corte Federal del Distrito Este de Nueva York donde se prevé que dé alguna declaración respecto a García Luna. 

El Futbolista, quien en febrero de 2020 fue condenado a siete años de prisión luego de ser encontrado culpable de tráfico de cocaínatestificó en contra de Joaquín El Chapo Guzmán,ex líder del cártel de Sinaloa sentenciado en ese país a cadena perpetua, tras haber sido declarado culpable de ocho cargos de crimen organizado y narcotráfico.

Tirso Martínez durante su testimonio contra Joaquín Guzmán. (Jane Rosenberg/Reuters)

La sentencia contra Guzmán Loera fue dictada en la sala 8D, que presidió el juez Brian M. Cogan, en la Corte Federal del Distrito Este de Nueva York, mismo juez que ahora es el encargado del proceso contra García Luna.

¿Quién es Tirso Martínez? 

Nació el 9 de diciembre de 1966 en Guadalajara, Jalisco. El Futbolista fue distribuidor de drogas en Estados Unidos. El narcotraficante declaró que las operaciones de los cárteles se consolidaron tras la muerte de Amado Carrillo Fuentes, El Señor de los Cielos, líder del cártel de Juárez.

Martínez, también conocido como El Doctor o El Centenario, laboraba para el cártel de Sinaloa como para el cártel de Ciudad de Juárez entre la década de 1990 y la década del 2000. 

Estados Unidos ofreció por él una recompensa de 5 millones de dólares ya que contaba con una orden de detención con fines de extradición con fecha del 2007. Fue acusado de introducir 76 toneladas de cocaína entre el 2000 y el 2003 a territorio norteamericano.

Droga en remolques de tractores

La Fiscalía General de la Nación de Colombia lo vinculó también a ex líderes de grupos delictivos detenidos en el 2007. Fue considerado como importador, transportista y distribuidor de droga de varios grupos criminales locales y extranjeros derivado de su supuesta amistad con extintos capos mexicanos y varios colombianos.

Registros del gobierno estadunidense refieren que era conocido como: “Jose Tirso,” “Jose Martinez,” “Jose Tirso Hernandez Felix,” “Jose Tirso Felix,” “Manuel Ochoa-Martinez,” “El Doctor,” “El Mechancio,” “El Futbolista,” “El Centenario,” “El Tio,” y “Jose Luis Martinez-Sanchez”.

El Departamento de Justicia de Estados Unidos refiere que Tirso Martínez importó decenas de miles de kilogramos de cocaína a ese país escondidos dentro de vagones comerciales y remolques de tractores.

"Era el líder de una extensa organización transnacional de importación, distribución y transporte de narcóticos que es responsable de la importación y distribución de decenas de miles de kilogramos de cocaína", detalló. 


Su organización obtuvo envíos de varias toneladas de cocaína de fuentes de suministro colombianas. El capo luego organizó la importación de esa cocaína a Estados Unidos, utilizando una red de transporte de trenes, camiones con remolque y otros vehículos.

Una vez que la cocaína estuvo en Estados Unidos, El Futbolista ordenó a los miembros de la organización que transportaran la cocaína por tierra a grandes centros de distribución, incluidas algunas áreas ubicadas en Los Ángeles, Nueva York, y áreas metropolitanas de Chicago. 

"Además de coordinar la distribución de la cocaína de su propia organización, Martínez-Sánchez también transportó y distribuyó narcóticos para miembros de otros cárteles mexicanos de la droga, incluido el cártel de Sinaloa, dirigido por Joaquín El Chapo Guzmán e Ismael El Mayo Zambada; el cártel de Juárez, liderado por Vicente Carrillo Fuentes y el cártel de Beltrán Leyva, liderado por los hermanos Arturo, Héctor y Alfredo Beltrán Leyva", describió el Departamento de Justicia.

Entre narcotráfico y futbol 

Tirso Martínez fue apodado El Futbolista porque con el dinero producto del tráfico de drogas compró equipos de futbol profesional en Querétaro, Celaya, Irapuato, La Piedad y Mérida.

Incluso adquirió el equipo Venados de Yucatán por entre 600 y 700 mil dólares, y el de Reboceros de La Piedad por 2.2 millones de dólares. Agregó que más tarde vendió en 2004 el equipo de La Piedad en 10 millones de dólares. 

Luego de liquidar a jugadores y empleados, Martínez logró una ganancia neta de cuatro millones de dólares por esa transacción. 

En 2006 se descubrió que Martínez, sospechoso de participar en el tráfico de drogas, poseía franquicias de futbol, la Federación Mexicana de Futbol le propuso comprar sus activos en este deporte por 10 millones de dólares. 

Gusto por los gallos 

La Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) lo buscó por más de una década. Se sabía que vivía en León, Guanajuato, y tenía su base, según reportes de la entonces Policía Federal, por zona conocida como La Martinica, pero también operaba desde Guadalajara y Tijuana.

El Futbolista se ha descrito como alguien que bebía mucho y consumía cocaína, además de que no sabe leer bien porque abandonó la escuela a los 13 años.

Tenía una afición por las peleas de gallos y le gustaba apostar grandes cantidades de dinero. Una versión señala que en la Feria de León al menos dos decenas de apostadores eran gente de Tirso Martínez. 

Nervios traicionaron a El Futbolista 

Durante mucho tiempo Martínez quiso trabajar para El Chapo Guzmán, pero cuando el exlíder del cártel de Sinaloa le pidió que lo ayudara a transportar un cargamento de droga a fines de 2001 Martínez se puso nervioso.

A pesar de haber nacido y crecido pobre en Guadalajara, Martínez subió de rango en el mundo del narcotráfico y, a un nivel medio, llegó a ganar millones de dólares de los que, dijo, perdió entre dos y tres millones en peleas de gallos.

Uno de los momentos más tensos de su vida fue cuando, en 2001, Ismael El Mayo Zambada, le puso una pistola en la cabeza tras acusarlo de haber cambiado cocaína buena por mala en un cargamento de más de 300 kilos.

Llegó a hacerse una cirugía plástica en el rostro para evitar ser reconocido por las autoridades.

Con información de Ángel Hernández, AP y Reuters

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  • Iván Ramírez
  • ivan.ramirez@milenio.com
  • Periodista por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Editor web y reportero en temas de seguridad y justicia. Amante de los perros. Siempre buscando historias que contar.

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