"En esta lista solo hay uno más violento que Iván Archivaldo y ese El Güero. Cuando usted vea algo horrible en Culiacán y diga 'ah, caray, eso jamás lo he visto', seguro fue idea de él", describieron fuentes militares al periodista Óscar Balderas sobre un discreto pero poderoso socio de Los Chapitos.
Su nombre es José Ángel Canobbio Inzunza y, aunque en el hampa del país también es conocido como El Güero, la reciente entrega que el citado comunicador realizó para DOMINGA, lo ubica como uno de los 10 caudillos con los que los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán cuentan para librar la disputa interna en el Cártel de Sinaloa que sostienen contra la facción que heredó Ismael Zambada Sicairos -El Mayito Flaco- desde el pasado 9 de septiembre.
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No obstante, a diferencia de los jefes de seguridad, traficantes de armas y lavadores de dinero que operan para los también llamados Menores, José Ángel Cannobio Inzunza ha cobrado relevancia al ser identificado como el cerebro operativo de la facción, característica que incluso lo ha llevado a ser considerado por analistas y periodistas especializados como el posible sucesor de Iván Archivaldo Guzmán Salazar en caso de que sea aprehendido o abatido ya sea por las fuerzas de seguridad o por alguna organización criminal rival.
Las primeras pistas de los Canobbio Inzunza
Las primeras veces que los apellidos Canobbio Inzunza comenzaron a aparecer en reportes periodísticos se remontan al 2016. En aquel año, Joaquín Guzmán Loera había sido capturado por tercera y última ocasión, un hecho que marcó el inicio de la fragmentación del Cártel de Sinaloa.
Y es que, con El Chapo fuera del juego, sus hijos Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar junto a sus hermanos Ovidio y Joaquín Guzmán López quedaron al frente del negocio que heredaron de su padre, una posición que tuvieron que defender de otros liderazgos de la organización como el de Ismael El Mayo Zambada o Dámaso López Núñez , El Licenciado.
En agosto de 2016, ZETA Tijuana reportó que en su afán de mantener el control de Culiacán en manos de su familia, Iván Archivaldo fundó dos brazos armados a servicio de su facción.
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La primera célula de pistoleros fue la de Los Ninis, cuyo liderazgo quedó en manos de Néstor Isidro Pérez Salas -mejor conocido como El Nini, El 09 o Chicken Little-, un despiadado lugarteniente que coordinó los disturbios realizados en la capital sinaloense durante el intento de aprehensión de Ovidio Guzmán López en octubre de 2019 y posteriormente en su detención en enero de 2023.
Identificado como un miembro de alto rango dentro de la facción de Los Chapitos, El Nini fue detenido en noviembre de 2023 y meses después fue extraditado a Estados Unidos en donde su defensa ya se encuentra en negociaciones para llegar a un acuerdo de culpabilidad y cooperación, según pudo constatar el periodista Ángel Hernández para MILENIO.
El segundo brazo armado que Iván Archivaldo instauró en Culiacán tras la detención definitiva de su padre fue el de Los Güeritos / Los Brontos, los cuales son encabezados por Alejandro, Jorge Abraham y José Ángel un grupo de hermanos que comparten los apellidos Canobbio Inzunza.
Incluso, el reporte de ZETA Tijuana da cuenta de que uno de ellos fue secuestrado por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) junto a Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar en un popular restaurante ubicado en la zona hotelera de Puerto Vallarta.
Aunque se desconoce cuál de los hermanos Canobbio Inzunza fue privado de la libertad junto a los hijos de El Chapo debido al bajo perfil que han procurado guardar, son Jorge Abraham y José Ángel quienes poco a poco han ido saliendo del anonimato.
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El primero, mejor conocido como El Bronto, fue detenido en 2011 por autoridades estadounidenses al haber intentado cruzar la frontera con alrededor de 25 mil dólares en efectivo cuya procedencia no pudo comprobar.
Un documento judicial del Distrito Sur de California consultado por MILENIO expone que Jorge Abraham Canobbio Inzunza logró un acuerdo de culpabilidad que lo dejó en prisión únicamente 60 días.
Las condiciones para su liberación contemplaron una supervisión de tres años, la abstención para el uso de cualquier sustancia controlada, pruebas de detección de drogas que no excedieran las cuatro por mes, así como la no posesión de armas de fuego, municiones o artefactos explosivos.
José Ángel Canobbio Inzunza: el cerebro de ‘Los Chapitos’
La mañana del 27 de septiembre, casi veinte días después desde queestalló el conflicto entre Los Chapitos y La Mayiza por el control de Culiacán, en varios municipios de Sinaloa fueron esparcidos folletos que expusieron los rostros de 19 personas a las que se les señaló de perpetrar levantones, secuestros, asesinatos, torturas y extorsiones.
Personalidades de las más altas esferas de la política de Sinaloa fueron contemplados en el listado que encabezaron Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, pasando por lugartenientes como Óscar Noe Medina Gonzáles -El Panu- o Mario Alexander -El Piyi-, empero, socios de alto nivel de Los Chapitos también aparecieron en los folletos: Jorge Abraham y José Ángel Canobbio Inzunza.
Fuentes militares relataron al periodista Óscar Balderas para MILENIO que ambos hermanos son considerados como los asesores más astutos de Los Chapitos pues, pese a coordinar sus propias redes de tráfico de drogas, no fueron contemplados en la superacusación presentada en contra de al menos una veintena de miembros de la organización ante el Distrito Sur de Nueva York en abril de 2023.
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Empero, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) tiene identificado a El Güero como uno de los cerebros operativos de la facción de Los Chapitos, colaborador y de los amigos más cercanos de Iván Archivaldo Guzmán Salazar.
Elementos castrenses se lo describieron a Óscar Balderas como un hombre millonario, hábil para los negocios y para hablar inglés con fluidez. José Ángel Canobbio Inzunza también estaría detrás del financiamiento de campañas políticas en Sinaloa, lo que le permitió extender su influencia hasta autoridades estatales y municipales.
Antes de incursionar en el mundo del narcotráfico, El Güero se dedicaba a la venta de autos de lujo, sin embargo, dejó atrás ese camino al incluirse a las filas de Juan José Esparragoza Monzón, alias El Azulito, hijo del cofundador del Cártel de Sinaloa, Juan José Esparragoza Moreno -El Azul-.
Años más tarde y ya con los hijos de El Chapo al mando, reportes del medio especializado Borderland Beat apuntan a que tanto José Ángel como Jorge Abraham Canobbio Inzuzna figuraron como pioneros en la elaboración de pastillas falsas de oxicodona mezcladas con fentanilo, mismas que desataron una crisis de salud sanitaria en Estados Unidos.
La amplia trayectoria delictiva que acumula, sumado a los recursos financieros, su despiadada personalidad y su influencia política hacen de José Ángel Canobbio Inzunza uno de los aliados más importantes con los que cuentan Los Chapitos, posición que poco a poco lo ha sacado del anonimato y que podría convertirlo en el próximo objetivo prioritario de autoridades federales o estadounidenses.
ATJ