Ex operador del CJNG ubica a 'El Menchito' en zona cero del helicopterazo en Villa Purificación

Jesús Contreras Arceo, El Canasto, ha declarado que pudo ver a El Menchito y a su padre, El Mencho, en la zona donde fue derribado un helicóptero de la Fuerza Aérea Mexicana.

Jesús Contreras Arceo testificó en el juicio contra El Menchito (Diseño: Milenio)
Ángel Hernández
Ciudad de México /

Según Jesús Contreras Arceo, un cinturón para cargadores de pistola que fue encontrado en la escena del crimen donde sicarios del Cártel Jalisco Nueva Generación derribaron un helicóptero de la Fuerza Aérea Mexicana, pertenecía a Rubén Oseguera González, alias El Menchito. Además, habría visto al hoy acusado y a su padre, Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho, mientras se ocultaban tras el atentado.

El hombre era apodado El Canasto, y según ha confesado, se encargaba de supervisar los laboratorios de metanfetamina del CJNG en Jalisco. Entre 8 a 10 laboratorios con entre 10 a 12 personas aproximadamente entre 2010 y 2015. “Cuidaba los laboratorios para procesas metanfetamina”, confesó.

Durante su testimonio, como colaborador de la Fiscalía estadunidense que acusa a Oseguera de tráfico de drogas y posesión de armas, dijo que conoció a El Menchito en 2008 o 2009: “se la pasaba muy pegado a su papá (…) no platicaba mucho”.

Una virgen de Guadalupe (Departamento de Justicia de EU)

que los únicos líderes del cártel eran Mencho, Jr. y Pelón, el otro hermano de Rubén, que nadie más podía dar órdenes de nada, eran el uno, el dos y el tres”, declaró Contreras.

Como parte de su testimonio, El Canasto identificó el rifle y la pistola que el gobierno estadunidense identifica como armas aseguradas por autoridades mexicanas el día de la detención del acusado en 2015, como las armas personales de Oseguera González.

Una de las evidencias de las autoridades de EU (Departamento de Justicia de EU)


“Siempre cargaba su 38 súper y su AR15 con lanzagranadas. Era una súper muy bonita, con cachas blancas”. 

También ha podido identificar un cinturón de cargadores de pistola que fue encontrado en la escena del crimen cuando se derribó un helicóptero de la Fuerza Aérea Mexicana en Villa Purificación, Jalisco, el 1 de mayo de 2015.

Dice que era un cinturón de lujo, “para fiestas o para los toros. Lo vi con él una o dos veces.” Incluso dijo que tras la agresión se reunió con ambos, cuando se escondían en Unión de Tula, cerca de Villa Purificación. “Rubén se fue a Vallarta o a Guadalajara y Mencho se fue a esconder”. 

Por otro lado, la defensa de Oseguera se encargó de evidenciar al testigo como un mentiroso, alguien que “para evitar la cadena perpetua estaba dispuesto a decir cosas que no eran verdad”, según el abogado Anthony Colombo.

La zona cero del helicopterazo (Departamento de Justicia de EU)

Y es que Contreras Arceo admitió que firmó su declaratoria de culpabilidad con hechos que no eran ciertos, por ejemplo, que él no daba órdenes a sicarios, que no había dado la orden de matar a nadie más que a una persona y que no era un “asesor de importancia” de Nemesio Oseguera Cervantes, como se lee en el documento que el propio testigo firmó.

El Canasto se encuentra cumpliendo una condena de 35 años de prisión luego de declararse culpable de tráfico de cocaína y lavado de dinero en una Corte Federal de Virginia, Estados Unidos, a donde llegó extraditado desde México tras su arresto en julio de 2018. Como parte de su acuerdo también accedió a colaborar en casos criminales, como el de Oseguera González, aunque asegura que no se le ha ofrecido ninguna reducción en su sentencia.

rarr 


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