La fiscalía de Estados Unidos aún no ha 'disparado' los testimonios de Jesús Reynaldo Zambada, El Rey; Edgar Valdez Villarreal, La Barbie; Iván Reyes Arzate, La Reina y Alex Cifuentes, con los cuales podría hundir al ex secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, acusado de tráfico de cocaína en asociación con los cárteles de Sinaloa y de los Beltrán Leyva, sin embargo, prevé que el 14 de febrero concluya su caso criminal, es decir, deje de presentar testimonios de testigos colaboradores.
El Rey Zambada
El Rey Zambada está confirmado dentro de la lista de testigos que el gobierno presentó para declarar en contra del ex funcionario durante el sexenio de Felipe Calderón. El capo podría haber sido quien pusiera en jaque a García Luna, luego de que durante el juicio contra Joaquín El Chapo Guzmán declarara que se reunió dos veces con él para entregarle sobornos.
La primera reunión, según Zambada, fue en 2005, cuando García Luna estaba al frente de la Agencia Federal de Investigación (AFI), y el operador del cártel de Sinaloa le habría entregado 3 millones de dólares en una maleta.
La segunda reunión, en 2006 y con García Luna al frente de la Secretaría de Seguridad Pública, el hermano menor de Ismael El Mayo Zambada asegura haberle entregado al funcionario mexicano cerca de 5 millones de dólares también en una maleta. “Para no interferir en la operaciones de narcotráfico del cártel ni en su arresto”, habría explicado El Rey.
Alex Cifuentes
Otro narcotraficante confirmado en la lista de testigos es Alex Cifuentes, un narcotraficante colombiano que fue la mano derecha de Joaquín El Chapo Guzmán, pero que decidió traicionar en su jefe cuando declaró en su contra durante su juicio.
Cifuentes aseguró que El Chapo logró sobornar a Enrique Peña Nieto con 100 millones de dólares meses antes de que rindiera protesta como presidente de México.
Dos testigos que no han sido confirmados dentro de la lista de colaboradores también podrían colaborar con las agencias estadunidenses en el caso contra el súper policía mexicano.
Iván Reyes Arzate, La Reina
Podría ser la pieza faltante para un jaque mate. El ex policía federal mexicano y comandante de la Unidad de Investigaciones Sensibles de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) en México cumple una segunda condena relacionada con narcotráfico: admitió haber recibido sobornos de El Seguimiento 39, una organización criminal vinculada al cártel de Sinaloa que le pagaba a Reyes Arzate para permitir el libre paso de drogas hacia el Río Bravo.
Como una de las mayores autoridades en materia de combate al tráfico de drogas en México, podría hablar de cómo operaba la red de influencias y corrupción que los cárteles de Sinaloa y de los Beltrán Leyva tenía al interior del gobierno federal, incluyendo la facilitación de información sensible a los cárteles para evitar operativos en su contra e incluso identificar a informantes.
Edgar Valdez Villarreal, La Barbie
Uno de los hombres de mayor confianza de Arturo Beltrán Leyva, El Barbas, sería un as bajo la manga de los fiscales estadunidenses.
Condenado por tráfico de cocaína y lavado de dinero, Valdez Villarreal llegó a un acuerdo de colaboración que lo mantiene en la mira de las autoridades de Estados Unidos para poder cooperar en algún caso criminal. Fue contemplado en la acusación contra El Chapo Guzmán y en el caso contra Alfredo Beltrán Leyva, El Mochomo, aunque no se concretó su colaboración.
“El señor Valdez compraba a miembros de la policía mexicana, utilizando vehículos oficiales de la policía para escoltar a clientes hacia él, sobornando oficiales para permitirle esconder a sus secuaces dentro de cargos policíacos, pagando a autoridades estatales y locales para actuar como sus guardaespaldas e intervenir si era detenido y obteniendo uniformes del gobierno para que él y sus trabajadores pudieran usarlos para dar la impresión no solo de que estaban por encima de la ley, sino que eran la ley”, explicó un fiscal cuando se sentenció a La Barbie a 49 años de prisión.
Valdez, además, tendría motivos para declarar contra García Luna. Según Sergio Villarreal Barragán, El Grande, operador de Arturo Beltrán Leyva, la detención de La Barbie, en agosto de 2010, respondió a una solicitud de Héctor Beltrán Leyva que lo acusaba de haber facilitado el abatimiento de su hermano Arturo; orden dictada por García Luna a Iván Reyes Arzate, quien llevó a cabo la detención.
Con el martes 14 de febrero como día tentativo para el cierre de la presentación de testigos, el panorama en que los cuatro testigos sean llamados a declarar es bastante improbable, sin embargo, aún resta al menos un testigo “significante” por presentarse en este caso histórico que determinará si México tuvo a un narcopolicía al frente de las tareas de seguridad nacional.
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