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Con infiltrados, la DEA desató la paranoia en Los Chapitos por el tráfico de fentanilo

La presión de Washington llevó a que, en octubre de 2023, Los Chapitos montaran una estrategia mediática con la que buscaban deslindarse del tráfico del opiáceo.

Ciudad de México. /

México celebró las fiestas patrias de 2023, pero quienes no lo hicieron fueron los hijos de El Chapo. 

Ovidio y Joaquín Guzmán López e Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar iban perdiendo uno a cero contra las autoridades estadunidenses y, además, la agencia antidrogas tenía infiltrada a su organización con varios colaboradores que contaban detalle a detalle cómo traficaban fentanilo a los Estados Unidos.

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La guerra por traficar fentanilo 

Ese año, 2023, fue uno de los peores para Los Chapitos, la célula criminal que continuó con el legado de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, en el Cártel de Sinaloa.

La Administración para el Control de Drogas (DEA) les había declarado la guerra por traficar fentanilo a través de una serie de acusaciones federales presentadas en abril.

Ovidio Guzmán fue detenido en enero de 2023 en la sindicatura de Jesús María en Culiacán, Sinaloa | Especial
Ovidio Guzmán fue detenido en enero de 2023 en la sindicatura de Jesús María en Culiacán, Sinaloa | Especial

Uno de sus líderes, Ovidio Guzmán, alias El Ratón, había sido arrestado en enero y en septiembre extraditado a los Estados Unidos, y la dependencia premier encargada de combatir el tráfico de estupefacientes habían logrado insertar a informantes dentro de su estructura criminal, incluyendo sus redes de tráfico de drogas sintéticas como mariguana y metanfetamina.

La presión de Washington llevó a que, en octubre de 2023, Los Chapitos montaran una estrategia mediática con la que buscaban deslindarse del tráfico del opiáceo que encabeza las preocupaciones en materia de salud al norte del Río Bravo, pero ni eso les funcionó. 

La DEA pudo corroborar que Los Menores, como le decían a los muchachos que hoy lideran a su propia facción del Cártel de Sinaloa, traficaban fentanilo directamente a suelo yankee.

Eventualmente el marcador cambió a dos a cero en julio de 2024, cuando Joaquín Guzmán López también se entregó en manos de Estados Unidos, dejando a sus medios hermanos, Iván y Jesús Alfredo, solos en una guerra intestina contra los hijos de Ismael Zambada García, El Mayo.

Para entonces, Estados Unidos había doblegado a la mitad de Los Chapitos. Ovidio ya estaba negociando su culpabilidad y su colaboración con el Departamento de Justicia, y Joaquín llevaba una sorpresa dentro del avión en el que se entregó: al propio Mayo Zambada.

Por otro lado, una acusación de febrero de este año muestra cómo la brigada antidrogas pudo seguir, paso a paso, un cargamento de fentanilo perteneciente a Los Chapitos, directamente desde Culiacán, Sinaloa, hasta Los Ángeles, California.

Una de tantas pruebas que se tiene en bodegas de los Estados Unidos para señalar a los herederos de El Chapo Guzmán como participantes de la crisis de fentanilo que se vive en sus calles.

La DEA logró insertar a informantes dentro de la estructura criminal de Los Chapitos. | DEA.gov

El caso contra Mariel Lino

El 2 de junio de 2023, la DEA logró descubrir a Mariel Lino, una mujer residente en Los Ángeles, California, cuando vendía casi 10 mil pastillas de fentanilo a una fuente confidencial en la nómina de la agencia antinarcóticos

Después, el 17 de agosto del mismo año, la mujer también fue descubierta vendiendo fentanilo y metanfetamina a otro de sus colaboradores, escondida en dos extinguidores y varias bolsas.

"En mayo de 2023, la DEA recibió una pista sobre una fuente de fentanilo en Culiacán, Sinaloa, México, nombrada como Mateo. Una fuente confidencial que trabaja para la DEA (CS1) identificó a Mateo ante la DEA. Según CS1, Mateo está afiliado con Los Chapitos, y tiene acceso a los laboratorios de drogas en México. 
"Los Chapitos son una organización de tráfico de drogas especializada en la producción y tráfico de fentanilo y está afiliada con el Cártel de Sinaloa".

Así, la fuente de información de la DEA advirtió, a través de Luis, uno de los intermediarios de Mateo en los Estados Unidos, que el aliado de Los Chapitos tenía listas 10 mil pastillas con fentanilo listas para su distribución en la ciudad angelina de California. 

La DEA averiguaría después que la pureza de cada pastilla era de aproximadamente 2.4 por ciento, una cantidad letal cuando se habla del opiáceo sintético.

Así que la agencia dispuso de un elemento encubierto para realizar una compra controlada del fentanilo en alianza con su fuente dentro del Cártel de Sinaloa.

Mariel Lino fue la mujer designada por Luis, el intermediario del cártel para realizar la venta. Así, a las 10:41 horas del 2 de junio de 2023, Mariel Lino cayó en la trampa y vendió las 10 mil pastillas a una segunda fuente confidencial de la DEA que se hacía pasar por colaborador de la primera fuente, en una pastelería en Torrance, California. 

No solo contaban con comunicaciones interceptadas, sino que la segunda fuente confidencial grabó, con una cámara escondida, la transacción.

Entonces lograron poner un rastreador GPS en el auto de Lino, una Ford Explorer, con lo que también pudieron descubrirla entregados dos extinguidores y una bolsa café a otro hombre, identificado como Bryant Alberto González, junto a otro más llamado Juan Ayala.

Poco después policías de California detuvieron a los dos hombres y encontraron que dentro del extinguidor había fentanilo, y que la bolsa café tenía metanfetamina. Además se localizaron varias bolsas más con polvo de fentanilo.

Las bolsas con droga tenían los nombres Ventura y Primo escritos encima. La DEA supone que se trataba de identificadores de las personas que habían enviado las drogas desde Culiacán. Los dos hombres fueron arrestados y poco después pasó lo mismo con Mariel Lino. 

Los tres enfrentan cargos por distribución de drogas, dentro de un caso que podría ir a juicio y detallar, aún más, una de tantas redes de tráfico de drogas al servicio de Los Chapitos.

Mientras todo eso pasa en la corte federal de Los Ángeles, Ovidio y Joaquín Guzmán López enfrentan un proceso judicial en Chicago, con el primero obligado a colaborar con testimonios e información para evitar ir a prisión el resto de su vida tras declararse culpable de cuatro cargos por crimen organizado y tráfico de drogas, y con el segundo a las puertas de su propio acuerdo de culpabilidad.

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IOGE 

  • Ángel Hernández
  • Reportero en Milenio desde hace seis años. Cuento historias sobre crimen organizado, narcotráfico, lavado de dinero, trata de personas y lo que quepa entremedio. Cubrí el juicio a Genaro García Luna y el Menchito; los casos contra El Mayo Zambada, Los Zetas, Rafael Caro Quintero, Naasón Joaquín García, y lo que falta. Estudié periodismo en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.

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