‘Las Goteras’, ‘modus operandi’ vigente en la CdMx

El caso de Pablo González ha destacado el uso de gotas oftálmicas para cometer robos, pero esta manera de operar ha sido rentable para las organizaciones criminales de la Ciudad de México desde hace tiempo.

Pablo González Kúsulas fue hallado muerto en la colonia Nápoles | Facebook
Tania Aguilar Cruz
Ciudad de México /

El asesinato de Pablo González Kúsulas volvió a poner el acento en el uso de gotas para los ojos con fines de robo.

El 21 de junio de 2019 Pablo acudió a un bar ubicado en el número 530 de Avenida Palmas, en Lomas de Chapultepec. Al día siguiente fue encontrado sin vida en una calle de la colonia Nápoles.

El dictamen de necropsia indicó que había alcohol y ciclopentolato en su sangre, una sustancia que es utilizada para tratar infecciones oftálmicas y que debe ser dosificada a través de gotas.

No pasaron ni ocho días del caso Kúsulas cuando una nueva noticia alertó a las autoridades capitalinas, esta vez se trataba de Enrique y Javier, quienes fueron drogados con la misma sustancia en un restaurante de la Narvarte. El 28 de junio fueron hallados, en un hotel de paso, con un alto nivel de intoxicación.

En ambas investigaciones se encontró que los presuntos responsables utilizaron el mismo modus operandi: embriagar y sedar a las víctimas con refractyl ofteno o con la llamada “droga de la violación” GHB, una vez que las personas pierden el conocimiento los delincuentes aprovechan para despojarlos de sus pertenencias.

Estos son los casos más recientes, sin embargo esta manera de operar ha sido rentable para las organizaciones criminales de la Ciudad de México desde hace tiempo.

En 2007 este tipo de operación estuvo en el centro del crimen que marcó a la familia del ex gobernador de Chiapas, Roberto Albores Guillén: el homicidio de su sobrino Julio César Albores Trujillo, quien pasó sus últimas horas de vida en 'El Afán', un bar situado al sur de la ciudad de México. Albores Guillen fue encontrado sin vida en su domicilio ubicado en el fraccionamiento Los Cedros de Coyoacán.

En ese año, el entonces procurador capitalino, Rodolfo Félix Cárdenas informó la detención de diez integrantes de 'Las Goteras' por el homicidio de Albores, sin embargo su aprehensión no fue suficiente para frenar este modus operandi responsable de la ola de homicidios que estaban sacudiendo la vida nocturna del centro del país.

En 2009, los asesinatos de 'La Parkita' y 'El Espectrito', profesionales de la lucha libre en México, conmocionaron a la opinión pública. Sus cadáveres fueron hallados en un hotel del Centro Histórico. Las líneas de investigación de la entonces PGJDF señalaron nuevamente como causas de su muerte el uso de gotas para los ojos.

En 2015 el caso adquirió mayor envergadura mediática cuando Arturo Ripstein llevó la historia de los luchadores al cine a través de 'La calle de la amargura', sin embargo esto no representó ninguna señal de alarma para el gobierno de Miguel Ángel Mancera, cuya estrategia de seguridad no cesó con el problema.

En 2017 el tema retomó nuevamente los encabezados de la prensa capitalina con 'La gotera de la Moctezuma': en una fondita de esa colonia las trabajadoras fueron sedadas con gotas de benzodiacepina.

Esta situación marcó el cambio del modus operandi: ya no solo se robaba a altas horas de la noche en bares y discotecas de la ciudad de México, esta vez los crímenes se cometían en restaurantes a plena luz del día.

Ese mismo año las organizaciones criminales también reestructuraron sus medios de conquista ajustándolos a una vida urbana mediada por las redes sociales.

Conocidas como 'Las Goteras VIP', contactaban a sus clientes a través de Tinder, los citaban en alguna cantina o establecimiento y terminaban sedándolos con gotas. La vida de esta célula delictiva terminó en noviembre de 2017 con el arresto de tres hombres y una mujer que, de acuerdo con el entonces procurador capitalino Edmundo Garrido, estaban relacionados con diversos robos a casa habitación en las alcaldías Miguel Hidalgo y Benito Juárez.

Si bien 'Las Goteras' fueron en un principio una banda criminal conformada principalmente por mujeres, en su mayoría escorts o prostitutas, su legado es hasta la fecha un modus operandi vigente en la CDMX.

En abril de este año Erick Alejandro y Carlos Giovanni se sumaron a las víctimas que deja la combinación de alcohol y gotas oftálmicas. Entre sus últimos recuerdos está el haber ingresado a un bar en la colonia Nápoles, misma demarcación donde fue hallado el cuerpo de Pablo González Kúsulas.

Según lo informado el martes pasado por la procuradora capitalina Ernestina Godoy y el titular de la Policía de Investigación Omar García Harfuch, el homicidio de Kúsulas estuvo orquestado por un taxista.

La actual jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, informó estar trabajando en un plan junto con bares y establecimientos mercantiles para controlar este tipo de delincuencia que continua operando en la capital.

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