El líder del Cártel de Santa Rosa de Lima, José Antonio Yépez Ortiz, El Marro, logró escapar de las autoridades estatales y federales gracias a una red de inmuebles que le permitían moverse de un punto a otro en periodos de uno a cuatro minutos caminando y hasta 20 minutos en vehículo de Villagrán a Celaya.
El mito de que contaba con una red de túneles que conectaban estas casas en Santa Rosa quedó sólo en una leyenda que las autoridades no pudieron demostrar.
MILENIO tuvo acceso a al menos ocho de los inmuebles más importantes que le fueron asegurados a El Marro en los últimos 11 meses, desde que el gobierno del estado de Guanajuato puso en marcha el operativo ‘Golpe de Timón’ para capturarlo.
Una de las casas es donde se guardaron los explosivos que en marzo pasado fueron usados para impedir que autoridades estatales y federales entraran a la comunidad de Santa Rosa. Otra más en donde mantenía encarcelados a sus rivales e incluso elementos de la policía de Celaya para obtener información y una casa con jardín que prestaba a sus vecinos para mantener el cobijo social.
Además de dos de las casas más lujosas que se caracterizan por sus albercas con sistema de calefacción, estatuas de leones, puentes, chimeneas, acabados de lujo, habitaciones con spa y al menos dos salidas para escapar.
El fiscal general del estado de Guanajuato, Carlos Zamarripa, confirmó a MILENIO que no existieron los túneles que alguna vez creyeron que conectaban estas casas, pero sí espacios ocultos como pisos movedizos en donde el cártel de Santa Rosa ocultaban sistemas de vigilancia, armas y droga.
ledz