Ismael Zambada García, ex líder del Cártel de Sinaloa, mantendrá a su abogado Frank Pérez, al frente de su defensa a pesar del conflicto de interés que representa al ser también abogado de Vicente Zambada Niebla, hijo del acusado, testigo colaborador de Washington y potencial testigo en caso de un juicio en contra del capo mexicano.
“Entiendo que mi abogado Frank Pérez me representa a mí y a mi hijo Vicente en el caso presentado en Estados Unidos”, dijo Zambada durante la lectura de una carta en español que el mexicano leyó ante el juez Brian Cogan: “no quiero tener un abogado diferente. Quiero que Frank Pérez me represente”.
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Zambada García lució tranquilo todo el tiempo. Parecía que no le afecta el hecho de que, en el peor de los casos, podría ser encontrado culpable de varios delitos relacionados con narcotráfico y la Fiscalía estadunidense podría solicitar la pena de muerte como castigo.
Vestido con un traje beige de presidiario y una playera naranja debajo, El Mayo escuchó atento todas las indicaciones y explicaciones del juez Cogan, mientras atendía también a su intérprete a través de un audífono que siempre sostenía con un dedo sobre su oído derecho. Zambada se limitaba a mecerse un poco en su silla y asentir a las preguntas de sus representantes.
También dijo que entendía que el conflicto de interés podría involucrar información sensible relacionada con su propio hijo, El Vicentillo. “Entiendo que debido a que representa a dos personas él mismo, en el mismo caso, puede que comparta información con Vicente y no pueda compartirla conmigo”, leyó Zambada.
El mexicano concluyó diciendo que desea mantener a su abogado, quien además trabajará con otros miembros de su defensa para prepararse para un juicio e incluso una negociación de culpabilidad. “Lo quiero aunque represente un conflicto el que me represente a mí y a mi hijo”, terminó.
El juez Brian Cogan determinó que el acusado “entiende de forma comprensiva y completa” las restricciones que podría enfrentar al mantener a Pérez al frente de su defensa, lo cual implicaría, por ejemplo, que no podría intentar desestimar el potencial testimonio de El Vicentillo para apelar un veredicto o una sentencia, y aseguró que “sí hay un conflicto de interés”, pero que el mexicano podría mantener a su abogado al renunciar a ciertos derechos para hacerlo.
Otras restricciones que enfrentará Zambada serán que Frank Pérez no podrá realizar el contrainterrogatorio en contra de El Vicentillo durante su posible testimonio en juicio, ni podrá revelar información confidencial del testigo, pues representaría un acto desleal por parte del abogado.
Durante una breve entrevista afuera de la corte, Pérez aseguró que su posible conflicto de interés no afecta “para nada”, la estrategia de la defensa, y dijo que aún no hay ningún acuerdo de culpabilidad en el horizonte: “en todos casos platicamos para ver si tenemos un acuerdo, pero no, no lo hay.”
Finalmente dijo que aún no se formaliza la petición de la Fiscalía estadunidense para la pena de muerte y que su cliente se encuentra en un buen estado de salud. “Hasta este momento el gobierno no está pidiendo la pena de muerte (…) “él está muy bien.”
Al final de la audiencia, el juez Cogan confirmó que se trata de un caso sumamente complejo y que en tanto se mantienen negociaciones y también se trabaja en la presentación de la evidencia y testigos que la Fiscalía tiene contra Zambada, todos regresarán todos a audiencia el próximo 22 de abril a las 9:30 de la mañana.
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