La compra de armas y municiones a Estados Unidos para las fuerzas armadas de México se disparó este año, según un análisis sobre las ventas legales, realizado por el Congreso de Norteamérica sobre América Latina (NACLA por sus siglas en inglés).
“En los primeros ocho meses de 2023, México compró casi 60 millones de dólares en armas de fuego, municiones, piezas y explosivos, más del doble de las exportaciones estadounidenses en cada uno de los últimos dos años completos”, indica el estudio.
“De enero a agosto, México importó 10.364 fusiles militares por un valor de más de 17 millones de dólares, tres veces el promedio anual de las exportaciones de este tipo a México en los últimos cuatro años, y municiones por valor de 21 millones de dólares”.
El NACLA detalla que los rifles militares importados por México fueron enviados principalmente en mayo, junio y julio por Sig Sauer, un fabricante de armas de origen alemán con sede en New Hampshire.
El informe, realizado por el investigador John Lindsay-Poland revela que este año el 46 por ciento de las armas, municiones y partes exportadas a Latinoamérica fueron enviadas a México, de acuerdo con datos de la Oficina del Censo de Estados Unidos y la Comisión de Comercio Internacional.
De acuerdo con especialistas consultados por el investigador, el incremento en la compra de estos rifles por parte de México se debe a un aumento en las operaciones contra el narcotráfico y a un intento de las fuerzas armadas de Estados Unidos de que el armamento de México sea compatible con el suyo.
En el informe se recuerda que en 2021, Sig Sauer presentó una solicitud de licencia de exportación por alrededor de 5.4 millones de dólares en rifles totalmente automáticos, supervisada por el Departamento de Estado, para la Armada de México.
Sin embargo, el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes suspendió dicha licencia debido a señalamientos de abusos cometidos por la Secretaría de Marina.
“La licencia se retrasó. Pero la afluencia de rifles militares de Sig Sauer este año parece haber aumentado el arsenal de la Semar”.
Sig Sauer, además, es una importante exportadora de armas para la Guardia Nacional y para el Ejército.
“Sig Sauer también exportó armas que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) vendió a una unidad de policía estatal en el estado de Tamaulipas, que fue responsable de masacres en Nuevo Laredo, en 2019, y de 19 migrantes en Camargo, en enero de 2021”, indica el informe
Lindsay-Poland también apunta a las irregularidades que se han detectado dentro de la firma alemana, como la exportación ilegal de armas desde Alemania hacia Estados Unidos y luego hacia Colombia. Algo que podría también haber ocurrido en México, donde se han encontrado armas con la leyenda “marco construido en Alemania.”
En general, el informe muestra un incremento en las exportaciones de armas de Estados Unidos hacia América Latina.
“El aumento de las ventas de armas de fuego estadounidenses a América Latina en los últimos dos años se debe casi en su totalidad a aumentos en México y Guatemala”, indica.
“El crecimiento de las importaciones de armas en la región parece ser causado por tres fuerzas principales: la idea de que la violencia será reducida con más armas para individuos privados o para la policía; una militarización acelerada particularmente en México; y la publicidad agresiva por parte de la industria armamentista”.
Todo esto ocurre en medio del impulso del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para que se prohíba el uso doméstico de rifles de asalto.
“Las políticas de exportación de Estados Unidos necesitan algo más que ajustes. Cualquier investigación de derechos humanos sobre el negocio de exportación de armas de EU debe plantear la misma pregunta que millones de personas se hacen sobre el apoyo de EU a Israel: ¿cómo se evitará el apoyo de EU a las atrocidades contra los derechos humanos, si no detienes el flujo incontrolado de armas hacia aquellos que están cometiendo actos de violencia?”, cuestiona el investigador.
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