El Sector Tucson es una de las tres regiones con índices más altos de mortalidad para los migrantes que deciden cruzar de manera irregular hacia Estados Unidos, solamente por debajo de los sectores de El Paso y Valle del Río Grande, Sonora.
Chris M, vocero de la asociación civil No Más Muertes, que opera en el sur de los estados fronterizos con México, informó que el mes pasado, a través de una solicitud de la Ley de Libertad de Información, la agrupación obtuvo datos sobre muertes de migrantes recopilados por la oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés).
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¿Qué dijo el vocero de la agrupación?
“En el poco tiempo que hemos tenido para examinar estos datos y compararlos con la Base de Datos de Muertes de Migrantes de El Paso, hemos encontrado una serie de cosas que merecen un estudio más detallado”, dijo.
Añadió que este año, por primera vez desde que la CBP comenzó a registrar los datos de mortalidad, el sector de El Paso es el más mortífero de la frontera entre Estados Unidos y México, con un 40% más de restos encontrados ahí que en las siguientes zonas más mortíferas de la frontera (los sectores del Valle del Río Grande y Tucson, respectivamente).
Mientras que la cifra de CBP para el sector de El Paso es de 176, la comparación con los datos de los médicos forenses locales arroja un número no inferior a 196 muertes durante el año natural 2024, un aumento del 20% con respecto a las muertes históricas del año pasado, y casi el doble del número de hace sólo dos años.
¿Cuántas mujeres han muerto en frontera?
“Parece haber una tergiversación sistemática de las muertes por caídas desde las barreras fronterizas. Menos del 25% de las muertes por caídas desde el muro fronterizo fueron registradas como tales por la CBP. Muchos casos contradicen directamente la causa de la muerte designada por los médicos forenses, y más de un tercio de las muertes debidas a caídas desde el muro estaban completamente ausentes de los datos de la CBP”, añadió.
No Más Muertes cuenta con estos datos demográficos: Más de 500 mujeres han muerto en la frontera desde el año 2012. Las muertes de mujeres fueron más de una cuarta parte de todas las muertes en 2024, un máximo histórico y un aumento de menos del 10% en 2018.
Entre 1998 y 2016, las muertes de individuos de países fuera de México y Centroamérica promediaron alrededor del 1.8% de los casos en los que se disponía de datos de nacionalidad. Esta cifra se disparó al 7.3% en los años comprendidos entre 2017 y 2024.
“Estos marcados cambios demográficos se producen sólo después de las restricciones radicales de asilo iniciadas bajo una presidencia de Trump y ampliadas bajo Biden”, comentó el vocero.
Agregó que la CBP está obligada a registrar todas las muertes de personas presuntamente migrantes, pero hay numerosos casos en los que la Patrulla Fronteriza estuvo directamente involucrada en una muerte que nunca aparece en los datos oficiales de la CBP.
Esto incluye casos en los que un migrante murió bajo custodia de la CBP o fue asesinado en el proceso de ser aprehendido, se ha demostrado una y otra vez que los datos son inexactos y defectuosos.
Lo anterior son sólo algunas de las inconsistencias más preocupantes reveladas a través de la comparación con la base de datos de muertes de migrantes de El Paso.
“Esperamos que surjan conclusiones similares a partir de nuevas investigaciones y comparaciones con otras bases de datos, como la Iniciativa OpenGIS de Arizona”, agregó Chris.
RM