El pasado sábado 16 de octubre un hombre asesinó a sus dos hijas, a su esposa, su madre y su padrastro en el municipio de Juárez, en Nuevo León, sin embargo, el crimen se dio a conocer por la tarde del domingo, cuando el presunto homicida se entregó a policías del municipio de San Pedro, a quienes les confesó el crimen.
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El multiple asesinato se reportó en la colonia Mirador de San Antonio, en un municipio del Área Metropolitana de Monterrey, en donde durante la tarde-noche del sábado, vecinos del sector escucharon ruidos, una discusión y gritos en la vivienda, donde supuestamente Brandon ‘N’, de 23 años de edad, cometía la agresión.
Al sitio arribaron policías municipales, quienes fueron engañados por el supuesto homicida, quien, presuntamente de manera normal, les dijo a los oficiales que todo estaba tranquilo, que allí no ocurría nada, por lo que los elementos se retiraron.
Sin embargo, la tarde del domingo, Brandon ‘N’, de 23 años, vio a unos policías de San Pedro afuera de un estacionamiento de una tienda de conveniencia, ubicada en el bulevar Díaz Ordaz, casi en cruce con avenida Corregidora, a quienes les confesó que había matado a los integrantes de su familia.
Además de confesar los hechos, el homicida brindó información a autoridades estatales sobre el paradero de cada uno de los integrantes de la familia, ya que unos quedaron en el baño y otros en la recámara.
Ante estos hechos, el presunto asesino fue detenido y puesto a disposición del CODE del municipio. Luego de su detención las autoridades procedieron a catear el domicilio.
Poco antes de las 7:00 de la mañana del lunes, tras concluir la inspección de la escena del crimen e identificación de las víctimas, los peritos y agentes ministeriales se retiraron del inmueble el cual quedó bajo el resguardo de la Policía Municipal.
Las víctimas
La más pequeña era una bebé de cuatro a seis meses de edad, la otra menor tendría cuatro años, mientras que la que al parecer era la madre tenía 25 años y respondía al nombre de Carolina Escalón Ramos.
Los otros dos cuerpos eran de Mónica Campos Camacho, de 50 años de edad, madre del asesino, y Gaurdenio Vicencio Cruz, el padrastro.
La madrugada del lunes, los cuerpos de las cinco personas asesinadas fueron trasladados al Servicio Médico Forense de Monterrey, mientras Brandon permanece bajo investigación.
Los vecinos nunca imaginaron que ocurriría una tragedia de tales dimensiones, y menos si la mañana del sábado vieron muy tranquilo a Brandon jugando con sus hijas.
El homicida acababa de salir de un centro antiadicciones, en el que permaneció tres meses internado.