Previa petición de la Fiscalía de Estados Unidos, la Corte del Distrito Sur de Nueva York hizo pública una acusación en contra de dos hombres, a quienes se les investiga por participar en una operación de lavado de dinero y tráfico de drogas del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Uno de los acusados era agente de la Administración para el Control de Drogas (DEA).
Según las indagatorias, Paul Campo habría aprovechado los conocimientos adquiridos durante su paso por la agencia antidrogas, así como sus contactos al interior de la misma, para proveer información sensible y echar a andar un esquema con el que pretendían blanquear hasta 12 millones de dólares. Pero, ¿quién es este hombre? En MILENIO te contamos.
De alto mando de la DEA a socio del CJNG
El expediente judicial consultado por MILENIO refiere que Paul Campo ingresó a la DEA en la década de 1990. Al inicio de su carrera en la institución se desempeñó como agente especial en Nueva York, pero escaló hasta convertirse en jefe adjunto de la Oficina de Operaciones Financieras.
Campo abandonó la DEA aproximadamente en enero de 2016, tras 25 años de servicio. Al momento en que se emitió la acusación, la Fiscalía confirmó que dirigía una consultoría privada.
En este caso, Paul Campo es investigado junto con Robert Sensi, uno de sus socios de quien los detalles son escasos. A finales de 2024, un agente encubierto que fingía ser miembro del CJNG logró establecer contacto con Sensi, quien presumió las capacidades de Paul Campo para echar a andar un robusto esquema de lavado de dinero.
"Sensi le dijo al agente que Campo solía estar a cargo de las operaciones financieras de la DEA y afirmó que Campo aún tenía conexiones con la DEA, incluyendo altos mandos", se lee en el expediente revelado el 5 de diciembre. Durante las reuniones iniciales, Sensi aseguró que Campo "podía proporcionarle información sensible de la DEA respecto a fuentes e investigaciones".
Luego de una serie de encuentros iniciales, el agente encubierto, Campo y Sensi hablaron sobre operaciones de lavado de dinero, producción de drogas, tráfico de narcóticos y la distribución de armas y artefactos explosivos para el cártel.
"Durante estas conversaciones, Campo y Sensi acordaron lavar dinero para el agente encubierto, entre otros medios, a través de la conversión de efectivo en criptomonedas y de inversiones en bienes raíces", sostiene la acusación.
Asimismo, los investigados se mostraron dispuestos a tratar de conseguir drones comerciales y armamento de grado militar, incluidos rifles AR-15 y M16, carabinas M4, lanzagranadas y lanzacohetes.
Las investigaciones En relación con las negociaciones que Campo y Sensi establecieron con el agente encubierto, el entramado criminal realizó al menos tres operaciones de lavado de dinero por un monto total de 750 mil dólares.
"¡Bienvenido al cártel!"
En marzo de 2025, durante una reunión con Paul Campo y Robert Sensi, el agente encubierto habló sobre las operaciones de producción y tráfico de fentanilo del CJNG, ante lo cual el ex miembro de la DEA sostuvo que él podría ser "un estratega" para la organización.
Uno de los consejos que Paul Campo compartió con el agente fue que su grupo "debía crear la percepción de que están mudando sus operaciones de fentanilo a Colombia para desviar la atención de México".
Meses después, en junio, el agente encubierto le entregó 200 mil dólares en efectivo a Robert Sensi para que los ingresara a un sistema de criptomonedas y, luego de cobrar su tajada, regresara los recursos al supuesto miembro del CJNG. Al darle el dinero, el agente nutrió su narrativa diciéndole a Sensi: "¡Bienvenido al cártel!".
En diversas operaciones, los conspiradores blanquearon capitales a través de transferencias a carteras de criptomonedas con la creencia de que eran administradas por el CJNG. Sin embargo, las cuentas estaban bajo el control de la DEA.
BM.