Seis de los nueve gobernadores que terminarán su mandato este año dejarán números rojos en materia de seguridad, tras registrar en sus sexenios más homicidios dolosos con arma de fuego que sus predecesores, según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP).
Entre los estados que decidirán en las urnas a su nuevo gobernante se encuentran Guanajuato y Veracruz, donde se han tenido importantes incrementos de la violencia en los años recientes como consecuencia de una fuerte presencia del crimen organizado.
Las otras entidades que tienen un alza de los asesinatos son Chiapas, Ciudad de México, Jalisco y Morelos.
De los otros tres estados solo en Yucatán se muestra un descenso de la violencia respecto a las administraciones anteriores. En Tabasco no hay registro de los homicidios con arma de fuego antes de 2014, por lo que no se puede hacer un comparativo, y en Puebla el gobierno de José Antonio Gali Fayad registra en 17 meses 801 asesinatos, casi 60 por ciento de los mil 379 casos que se reportaron en el sexenio de Rafael Moreno Valle.
El caso más alarmante se presenta en Guanajuato, donde se cometieron 3 mil 975 asesinatos durante el gobierno del panista Miguel Márquez Márquez, lo que representa un aumento de 235.4 por ciento respecto a los mil 185 casos reportados en la administración de Juan Manuel Oliva.
Apenas en el primer año de gobierno de Márquez (2013) se presentó un aumento de los asesinatos con arma de fuego en la entidad al registrar 403 delitos, que en comparación con el registro de 2012 se elevaron 43.4 por ciento.
Desde ese entonces los homicidios aumentaron año con año, a pesar de la aplicación de diferentes operativos de seguridad que realizaron las autoridades federales en conjunto con las fuerzas estatales.
En 2014 los ajusticiamientos sumaron 429 casos; en 2015, 600; en 2016, 677; para 2017 las denuncias alcanzaron una cifra récord de 953 casos.
Actualmente la inseguridad en el estado se perfila para superar fácilmente la cifra del año pasado, pues en solo cinco meses de 2018 el SNSP ya tiene registro de 839 homicidios cometidos con algún tipo de pistola o rifle.
De mantenerse este paso, los criminales habrán cometido poco más de 2 mil asesinatos en Guanajuato.
CASO ESPECIAL
En Veracruz se encuentra un caso especial. La administración del panista Miguel Ángel Yunes, que comenzó en enero de 2016, registra mil 811 denuncias por homicidios dolosos con arma de fuego, lo que significa un aumento de 23 por ciento respecto a la que tuvo su antecesor, el priista Javier Duarte, durante casi seis años de gobierno.
Como candidato de la alianza PAN-PRD, Yunes se comprometió a recuperar la seguridad de los veracruzanos en los primeros seis meses de su gobierno mediante un decálogo de acciones para enfrentar la emergencia de seguridad pública, que se había agravado durante los últimos meses de la administración de Duarte.
Durante sus primeros seis meses de gobierno los niveles de homicidios con armas de fuego se mantuvieron estables; sin embargo, en agosto de 2016 se denunciaron 68 asesinatos y para septiembre de ese año la cifra llegó a 102 casos. Desde ese momento los grupos delictivos intensificaron su presencia en la entidad para registrar cifras históricas.
En 2016 se cometieron 572 ajusticiamientos y en 2017 la cifra fue de 911 para sumar mil 483 homicidios. En solo dos años se superaron los mil 464 asesinatos reportados en la administración de Duarte.
Morelos es otra entidad con un alza importante. Durante la administración del gobernador Graco Ramírez, los delitos aumentaron 42.6 por ciento respecto a los resultados entregados por su predecesor, Marco Adame.
Actualmente el SNSP reporta mil 726 homicidios con arma de fuego, mientras que en el gobierno de Adame hubo mil 210 casos.
El aumento de asesinatos también se ha registrado en Ciudad de México y Jalisco. En la primera, se han incrementado 16.2 por ciento; mientras que en la segunda el alza es de 19.2 por ciento.
En Tabasco durante el sexenio del perredista Arturo Núñez se han denunciado 487 asesinatos con arma de fuego, un número que no puede ser comparado pues el SNSP no cuenta con cifras anteriores a 2014.