En 9 municipios de Morelos civiles enfrentan al crimen

REPORTAJE

El constante acoso al transporte público y en particular las extorsiones a la ruta 15 en las zonas centro y oriente del estado de Morelos, fueron los detonantes para que guardias, algunos armados, establecieran varios puntos de revisión.

Hombres con las caras cubiertas en un retén ubicado en el muncipio de Tlayacapan. (Araceli López)
David Monroy y Liliana Padilla
Morelos /

En nueve municipios que abarcan los Altos de Morelos, la zona centro y oriente del estado, las constantes extorsiones a la ruta 15 del transporte público fueron el detonante para la conformación de grupos civiles, algunos armados, que lanzaron su propio “¡Ya basta!” al acecho de la delincuencia organizada.

Si bien no toda la región vive la misma intensidad de violencia, hay zonas como Tlalnepantla o Tlayacapan donde es una constante. Ahí surgieron los primeros grupos armados.

Hombres embozados con rifles y pistolas vigilan las comunidades de esa región y a su modo, con su ley, deciden quién entra y quién no.

Sin embargo, el acoso del crimen organizado al transporte público se extiende por los municipios de Tetela del Volcán, Tlalnepantla, Tlayacapan, Totolapan, Atlatlahuacán, Ayala, Ocuituco, Zacualpan y Yautepec, además de comunidades de Izúcar de Matamoros y Tochimilco en Puebla.

Aunque las autoridades de Morelos no reconocen la presencia de grupos armados que operan a manera de autodefensas en la región, lo cierto es que su presencia abarca por lo menos dos de los nueve municipios donde hay guardias civiles: Tlayacapan y Tlalnepantla.

Los hombres cubiertos de la cara y armados con escopetas y pistolas, están distribuidos en grupos de tres o cuatro, en los puntos de acceso a las comunidades, a la vista de la policía estatal o el Ejército que patrulla la región.

Uno de los puntos de vigilancia de los grupos de autodefensa se ubica a menos de dos kilómetros de la entrada al municipio de Totolapan, donde existen puntos de vigilancia en al menos 12 accesos. Ahí, los guardias no están armados y su única defensa son los radios de comunicación con la autoridad.

“Nosotros no ocupamos armas, no nos encapuchamos, nosotros somos un pueblo que nomás protegemos y somos ojos para la autoridad, que es el que interviene en el caso de algún sospechoso”, cuenta Jair Villanueva, guardia civil de ese municipio.

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La presidenta de Totolapan, María de Jesús Vital, asegura que en esa zona hay diversos grupos civiles, algunos colaboran con la autoridad en la denuncia de movimientos sospechosos y otros han optado por otro tipo de defensa.

El grupo que colabora con las autoridades ha comenzado a recibir radios y materiales de construcción para cambiar las barricadas hechas con costales de arena por módulos de seguridad.

“Esto de los costales tiene como unos 20 días que lo han hecho más o menos a una manera de protección y nosotros hemos optado en cuestión económica de apoyar a cada ayudante municipal para que en vez de esos costales tengamos mejor un módulo de seguridad donde se pueda colocar una cámara, donde haya una alarma vecinal y se pueda contar con elementos de seguridad pública o mínimo las herramientas de seguridad, como son radios”.

Afirma en entrevista haber tenido conocimiento de las extorsiones a la ruta 15, pero aclara que no se presentaron denuncias ante la fiscalía, por lo que no se había podido actuar.

“Vino una oleada en esta cuestión electoral, en la que hubo no denuncias, sí de palabra. Nos vinieron a notificar que había cobro de piso en algunas cuestiones como el sector público, las rutas del transporte público que viajan hasta Cuautla o Yautepec o las locales de mototaxis.

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Rumbo a los límites con Puebla, en el municipio de Tetela del Volcán, por meses las llamadas de amenaza a choferes y concesionarios fue una constante, hasta que la presión obligó a las comunidades a juntarse y pagar 300 mil pesos en dos ocasiones. Después decidieron que no lo harían más.

Hasta que el pasado 16 de julio, cuando un chofer originario de Hueyapan fue atacado por delincuentes que enviaron un mensaje de amenaza. Lo agredieron y advirtieron que el pago de piso sería permanente.

Los pobladores de esa región se sumaron a los reclamos de seguridad y tomaron la carretera a Cuautla y con protestas lograron ser escuchados por las autoridades.

“La comunidad decidió que la ruta no pagara porque ellos consensuaron con nosotros. ¿Por qué? Porque nosotros percibimos que si la ruta paga y abre las puertas a la delincuencia después no solamente va a ser la ruta, van a ser los comerciantes, los pequeños negocios, los agricultores, los ganaderos y los pequeños huerteros”, relata Ana Karina Pérez, esposa del ayudante municipal de la comunidad de Hueyapan, perteneciente al municipio de Tetela del Volcán.

Los habitantes de 10 comunidades indígenas de la región optaron por hacerse notar con una protesta y la retención del subsecretario de Gobierno, Carlos Benítez Urióstegui, y el coordinador de Agenda Política, Gerardo Martínez.

Los pobladores y las autoridades estatales llegaron a varios acuerdos económicos, de seguridad y políticos, entre los que destaca el reforzamiento de la presencia militar, principalmente en Cuautla, donde según las denuncias, se originan las agresiones a los choferes de la ruta.

Los morelenses gestan su propia historia de autodefensas, algunos armados, que buscan defenderse del acecho del crimen organizado que comienza a impregnarse en sus actividades cotidianas para evitar que como en Michoacán un día se den cuenta que las armas fueron la única vía para proteger sus comunidades.

“VAMOS A COLOCAR BARRICADAS, CUESTE LO QUE CUESTE”

“Gracias a Dios, somos muchos… hemos colocado ya la primera barricada en la colonia Benito Juárez. Vamos a seguir colonia por colonia, si se trata de que a cada calle vayan los autodefensas se les brinda la confianza y la seguridad (a la población)… vamos a poner bocinas, alarmas para que si viene un cabrón y nos quiere cobrar piso, van a sonar esas alarmas y todos ya estamos organizados”, afirmó El Comandante de los civiles del municipio de Ayala que salieron a enfrentar a la delincuencia.

“Vamos a colocar barricadas, cueste lo que nos cueste… y si morimos ahí, pues bien”, agregó en entrevista.

En este municipio la gente comenzó a organizarse para frenar la ola criminal que asedia a la población con extorsiones, homicidios, secuestros y homicidios, relató El Comandante.

Ayala forma parte de un “corredor” geográfico, donde el tema de las autodefensas es ya antiguo, pero que en esta ocasión coincide con la reciente visita de José Manuel Mireles, fundador de las autodefensas de Michoacán.

“De Mireles, mira… le mando un saludo y si llega a ver este video, es bienvenido”, señaló El Comandante.

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