El obispo emérito de Chilapa-Chilpancingo, Salvador Rangel Mendoza, fue drogado por sus captores para mantenerlo retenido y luego abandonarlo en el poblado de Ocotepec, al norte de Cuernavaca.
Así lo dio a conocer el abogado del prelado, Pedro Martinez Bello, quien detalló que Rangel Mendoza llegó al Hospital General de Cuernavaca la tarde del domingo, luego de haber sido raptado el sábado.
De acuerdo con la información disponible, luego de que fue raptado en Jiutepec, Rangel fue retenido en algún sitio mientras extraían el dinero de sus tarjetas y luego fue abandonado en el poblado referido, hasta que “alguien” lo envió al hospital en un taxi.
“Llegó en calidad de desconocido (al hospital)”, pero como ya había denuncia fue fácil ubicarlo en el lugar donde permaneció hasta anoche, que fue trasladado a un hospital privado", destacó.
Las condiciones de salud de Rangel no son óptimas, pues a pesar de que no presentó golpes ni heridas, sí muestra haber sido inyectado con alguna sustancia que le impide estar consciente plenamente y tener una plática fluida.
El obispo Salvador Rangel Mendoza fue localizado con vida luego de que se le reportara como desaparecido desde el sábado pasado.
La falta de comunicación con el religioso —quien fue mediador entre los grupos criminales Los Ardillos y Los Tlacos, en Guerrero— encendió los focos rojos de la Iglesia, que llamó a la delincuencia organizada a que respetara su vida y lo liberara.
Por alrededor de 48 horas, el paradero de Rangel Mendoza fue incierto, lo que propició que la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) emitiera un comunicado para denunciar su desaparición, así como la intervención de los tres órdenes de gobierno.
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