En los próximos 10 días se prohibirá de forma definitiva el uso de efectivo dentro de los Centros Federales de Readaptación Social (Ceferesos), afirmó Rogelio Miguel Figueroa, comisionado del órgano de administración desconcentrado de Prevención y Readaptación Social.
Tras firmar un convenio con la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), dijo que la medida busca evitar las relaciones de poder al interior de las cárceles y regular los actos de consumo.
Figueroa indicó que el uso de dinero en efectivo puede “ocultar cuestiones serias de autogobierno que hay que ir apagando para que la autoridad pueda ser respetada y obedecida en los términos de la propia ley”.
Agregó que no se pueden dejar factores de poder que puedan atentar contra la autoridad de los centros, por lo que en el plazo referido los actos de consumo se realizarán mediante una tarjeta de débito que tendrá como límite 2 mil 100 pesos, y que contará con un método biométrico de identificación para cada interno.
Al respecto, el titular de la Profeco, Rogelio Cerda Pérez, dijo que la medida surgió por las denuncias que llegaron desde los mismos Ceferesos, desde donde se pidió la intervención para revisar el costo de los productos.
En ese sentido, aclaró que los internos, aunque hayan perdido su derecho a la libertad, continúan con otros, como los del consumidor.
El convenio establece que las entidades firmantes intercambiarán información para el debido ejercicio de sus atribuciones, siempre y cuando no se encuentre clasificada como reservada o confidencial.
Como parte de ese intercambio de datos, la Profeco identificará los productos del Programa Quién es Quién en los Precios para que los centros de readaptación los tomen como referencia y así determinar el valor final.
La procuraduría también recabará información sobre productos cuyas características sean similares a aquellos que estén en el catálogo de los Ceferesos, pero que no se encuentren en el mercado regular.