Pocos conocen su rostro y su nombre es un misterio, de lo que sí han sido testigos habitantes de Culiacán es de la violencia y el sanguinario estilo que lo distingue. El Gavilán emprendió su vuelo y lo hizo a lado de Los Chapitos.
Dentro y fuera de la capital sinaloense el hombre detrás de aquel peculiar alias ha comenzado a cobrar relevancia al identificarlo como uno de los jefes de seguridad en ascenso de la facción del Cártel de Sinaloa que encabezan los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán.
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Y es que, desde que Néstor Isidro Pérez Salas, alias El Nini, fue detenido y extraditado a Estados Unidos, poco a poco cada uno de los principales lugartenientes de los también llamados Menores han comenzado a caer, tal y como fue el caso de Mario Alexander “N”, alias El Piyi.
Al frente del anillo de seguridad de Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar quedan únicamente Jorge Humberto Figueroa Benítez -mejor conocido como El 27 o La Perris- y Óscar Noé Medina González, alias El Panu. No obstante y aunque la detención de sus lugartenientes les han cerrado el cerco, el ascenso de personajes como ‘El Gavilán’ dificultan que la narcoviolencia de tregua en Sinaloa.
La cacería de ‘El 27’ y el ascenso de ‘El Gavilán’
El Ejército Mexicano pisa los talones de Jorge Humberto Figueroa Benítez. En los últimos 15 días, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) estuvo a punto de detener al lugarteniente de Los Chapitos en dos ocasiones.
Fuentes cercanas al caso revelaron a MILENIO que El 27 o La Perris figura como un objetivo prioritario para las autoridades ante la posibilidad de que su captura o abatimiento influya en la reducción de la violencia que asedia a Culiacán y zonas aledañas desde que estalló el conflicto entre Los Chapitos y la facción que heredó Ismael Zambada Sicarios, El Mayito Flaco, el pasado 9 de septiembre.
¿El motivo? Jorge Humberto Figueroa Benítez es señalado como uno de los principales involucrados en el secuestro y traición que llevaron a Ismael El Mayo Zambada a manos de agentes del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por su siglas en inglés) en un aeródromo cercano a El Paso, Texas.
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Tras un intenso operativo desplegado en el sector Tres Ríos de Culiacán, La Perris logró evadir su detención al escabullirse a través de la red de alcantarillado de la capital sinaloense, según da cuenta información obtenida por el periodista Luis Chaparro.
A inicios de octubre, los periodistas Manuel Aceves y Carlos Raeb Morales reportaron para MILENIO que Jorge Humberto Figueroa Benítez volvió a escapar de un operativo que el Ejército Mexicano desplegó por tierra y aire para capturarlo en los límites de Navolato, Mocorito y Angostura.
La intensa cacería desatada para captura a El 27 lo orillaron a abandonar Culiacán, dejando al frente de la plaza nada más y nada menos que a aquel discreto lugarteniente a quien el país comienza a conocer como “El Gavilán”.
Los corridos de ‘El Gavilán’
“Suenan radios siempre alerta, ¿qué se mueve, qué reportan cerca? Y pa’ chambear con Don Iván, soy de la gente del Chapo Guzmán. No me muevan que me puedo enojar, me les presento: soy El Gavilán”, se escucha en el primer minuto de un tema que Luis R. Conríquez, Tony Aguirre y Peso Pluma estrenaron en octubre de 2022.
Aunque en aquella fecha el lugarteniente de Los Chapitos no había alcanzado la atención mediática que tiene en la actualidad, aquel corrido ya daba cuenta de sus operaciones en la organización delictiva para la cual, según narra el tema, dirige convoyes de pistoleros que se pasean “empecherados y uniformados”.
Otro de los detalles que describe el corrido sobre su protagonista es un tatuaje de las letras A, E y G. Pese a que no se detalla el significado, información sobre El Gavilán obtenida por el medio especializado Borderland Beat apunta a que, en realidad, son las letras GDIA las que el jefe de seguridad tiene tatuadas en los nudillos, mismas que serían el acrónimo de Gente De Iván Archivaldo.
En las estrofas siguientes, el corrido estrenado en octubre de 2022 hace mención a otro hombre que operaría bajo el alias de El Toner, mano derecha y encargado de la seguridad personal de El Gavilán. Del mismo modo, se hace referencia a elementos castrenses pues, se especula que el lugarteniente de Los Chapitos desertó de un cuerpo militar de élite o, incluso, que cuenta con entrenamiento de kaibil, característico de las fuerzas especiales y de inteligencia del Ejército de Guatemala.
Dichos elementos fueron nuevamente retomados en otro corrido que le dedicó Peso Pluma junto a su primo, Tito Doble P, y el cual forma parte del tercer álbum de estudio que el exponente de corridos tumbados estrenó en 2023.
“A mí me gusta chambear y si la orden es matar, esa no se cuestiona. Al diablo le he de rezar y al Tóner lo traigo atrás, es mi sombra. Y esos que se portan mal, aquí no hay chanza de hablar, los echo pa’ la fosa. Traigo puro exmilitar, y comando un gentillal por mi zona. Y sin tanto fantochear, dependo de los Guzmán”, interpreta Peso Pluma.
Gavilán II también señala a su protagonista como uno de los participantes en el Culiacanazo, término con el que se refieren a los disturbios que se generaron en la capital sinaloense para evitar la detención de Ovidio Guzmán López -El Ratón-, primero en octubre de 2019 y después en enero de 2023.
“Un jueves en Culiacán ¿cómo se me va a olvidar que peleamos? La consigna era salvar a un hijo del general, 200 el que iba al mando”, continúa describiendo el corrido.
La última referencia coincide con información difundida por el periodista Luis Chaparro, la cual apunta que tanto El Gavilán como su hermano fueron ganando terreno dentro de las filas de Los Chapitos al proteger a Kevin Alonso Gil, alias El 200, y a su consanguíneo, Karim Elias Gul, mejor conocido como El 300. El citado comunicador también describe al lugarteniente como un hombre de notoriamente alto al pasar el 1.80 metros de estatura.
“Rayas traigo por todo mi cuerpo, también uno que otro balazo. Pero yo me siento como nuevo, seguiré echando chingazos. Aquí sigo al mando”, finaliza el controversial tema de Peso Pluma y Tito Doble P.
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Ésta no sería la primera ocasión en la que Peso Pluma ventila en una de sus canciones el cambio del organigrama criminal de la facción de Los Chapitos. Basta con echar un vistazo al pasado 19 de septiembre cuando, en medio de un intenso operativo, autoridades lograron la aprehensión de Mario Alexander “N”, alias El Piyi, en la colonia Santa Fe en Culiacán.
A diferencia de otros jefes de seguridad como El Nini, El Piyi había procurado mantener un perfil bajo, manteniéndose alejado de redes sociales o escándalos, no obstante, fue su gusto por los corridos lo que terminó por delatarlo.
“Cuido la plaza del señor Guzmán y al Piyi traigo de anillo de seguridad”, se escucha en el tema Siempre Pendientes. “Recuerden y atentos, saben que se pueden abrir esas rejas de acero, 27 y Piyi cuídense el terreno, la familia y a los viejos”, refiere el corrido La People II, el cual narra la caída de Néstor Isidro Pérez Salas.
Ambos corridos son interpretados por Peso Pluma, y según constataron fuentes a MILENIO, resultaron clave para que autoridades identificaran al hombre detrás del alias de El Piyi.
“Bienvenidos a Culiacán”
Con Jorge Humberto Figueroa Benítez en la mira del Ejército Mexicano, los reportes indicaron que El Gavilán asumió el control de la plaza en Culiacán, un ascenso que decidió anunciar con una tétrica y sanguinaria escena.
Fue 28 de septiembre cuando al sur de la capital sinaloense, específicamente en la colonia Altursa del Sur, fue abandonada una camioneta tipo van de color blanco en cuya lateral fue escrita con spray negro la leyenda: "Bienvenidos a Culiacán".
Al interior del vehículo autoridades localizaron los cuerpos de ocho hombres de no más de 35 años que, según reportó el periodista Luis Chaparro, presentaban signos de tortura y heridas de arma de fuego.
La escena fue atribuida a El Gavilán, quien sería ahora el encargado de dirigir a un grupo de pistoleros autodenominados como “Los Gavilanes” de frente a la disputa que sostienen sus jefes, Los Chapitos, con la facción que encabeza Ismael Zambada Sicairos, El Mayito Flaco, por el control de Culiacán.
ATJ