El Centro Nacional de Inteligencia reforzó el rastreo de llamadas telefónicas entre integrantes de los cárteles para ir un paso adelante de los criminales. En el último mes han podido detectar no solo los movimientos de los delincuentes sino también la planeación de atentados que hoy tienen en alerta a tres funcionarios del gabinete federal, dos de la Ciudad de México y a un gobernador.
MILENIO dio a conocer que entre el 8 y 12 de junio el CNI detectó la primera conversación telefónica en la que integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación planeaban la contratación de sicarios para un atentado en contra de un funcionario de primer nivel.
En ese momento, como posibles objetivos se plantearon al canciller Marcelo Ebrard; al secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo y al titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, Santiago Nieto; así como el secretario de seguridad capitalina Omar García Harfuch. Los sicarios argumentaron que estaban estropeando sus operaciones.
Funcionarios del gabinete de seguridad confirmaron a MILENIO que a partir de entonces y ante esta alerta, el Centro Nacional de Inteligencia reforzó el rastreo de las conversaciones telefónicas que entran y salen desde los números que tienen detectados como pertenecientes al CJNG para dar seguimiento a las amenazas.
En los últimos días detectaron nuevas conversaciones donde se hablaba de otros funcionarios a los que pretendían “darles un susto” por ser un obstáculo en sus operaciones.
El personaje que mencionan en esta nueva conversación era el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, a quien el Centro Nacional de Inteligencia y el gabinete de seguridad federal le informaron sobre esta alerta.
Este viernes, la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, dio a conocer que además de García Harfuch atacado hace una semana, el gobierno federal le alertó de amenazas a otro integrante del gobierno capitalino.
Cuando se obtuvo información de la primera intervención telefónica de junio, el presidente Andrés Manuel López Obrador ordenó que a los funcionarios mencionados se les ofrecieran más unidades de protección con elementos de la Guardia Nacional, mientras las áreas de inteligencia reforzarían sus labores para ir un paso adelante y poder evitar tragedias mayores.
Así, la estrategia que prometió López Obrador de usar la inteligencia más que la fuerza en contra del crimen organizado se ejerce al pie de la letra más que nunca.
Apenas 22 horas antes del atentado contra García Harfuch, en conferencia de prensa desde el Estado de México, el Presidente habló de que se reforzó el “trabajo de inteligencia dirigido a atender objetivos específicos, sobre todo en el caso de los delitos de alto impacto”, con lo que aseguró que se ha logrado la disminución de delitos.
“Que sirva nada más para que sepan que no damos garrotazos a lo tonto al avispero, que sí sabemos y que lo más importante es la inteligencia, es más importante la inteligencia que la fuerza.
Antes se usaba el Cisen para espiar a opositores, ahí andaban detrás de nosotros, viendo qué hacíamos o escuchando llamadas telefónicas. Eso ya no se hace, nadie es escuchado en sus conversaciones, nadie es espiado; es inteligencia, no espionaje”.
Un día después del ataque volvió a mencionar el tema al señalar que “ahora se tiene un Centro de Inteligencia, pero para prevenir, y por eso, porque se tiene inteligencia, se han podido evitar estos atentados o los resultados más lamentables y graves en estos atentados. Estoy hablando de inteligencia, que no espionaje".
ledz