Por fugas en estructuras de Petróleos Mexicanos (Pemex) existen en el país 4 mil 509 sitios contaminados, la mitad de los cuales se debe a fallas en cuatro ductos que recorren distintas zonas donde operan grupos del huachicol y el narcotráfico.
Informes de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) en poder de MILENIO revelan que 616.2 hectáreas repartidas en 21 entidades fueron contaminadas por derrames de combustibles entre 2011 y 2017.
La superficie dañada equivale a 97 estadios Azteca. Sin acreditar alcances de remediación del daño, la extensión de terreno se concentra en mayor medida en Puebla, Tamaulipas y Guanajuato.
Los mayores daños se observan en dos poliductos que recorren territorios dominados por el crimen organizado. El primero de ellos es el ubicado entre las refinerías de Madero, Tamaulipas, y Cadereyta, Nuevo León, donde fueron contaminadas 191 hectáreas, 19.3 por ciento del total.
Esa zona estuvo dominada por Los Zetas, quienes se adueñaron del negocio del contrabando de combustibles mediante la desaparición de por lo menos 38 miembros del Sindicato de Trabajadores Petroleros que dominaban el flujo del producto.
Según datos de Pemex Logística, este poliducto mide 488.8 kilómetros y transporta derivados refinados de petróleo, como las gasolinas Magna y Premium Diesel. Su construcción comenzó en 1954 y hasta 1977 entró en operación total para transportar 38 mil 400 barriles por día.
El segundo lugar en daños ambientales corresponde al ducto que va de Minatitlán, Veracruz, a México con 97.3 hectáreas derramadas con combustibles pesados que afectaron ecosistemas de bosques y praderas, principalmente.
El ducto, que recorre principalmente Puebla, ha sido el más afectado por las constantes tomas clandestinas que realizan los grupos criminales. De acuerdo con autoridades de Pemex, en esta instalación se taparon mil 200 perforaciones ilegales en 2017 y en ese mismo año tuvo que cerrar operaciones.
En la auditoría 494 de la cuenta pública 2017, la ASF señala que en la operación de transporte y almacenamiento de Pemex Logística, “se producen derrames, infiltraciones, descargas o vertidos de hidrocarburos, por fallas operacionales causadas por fugas, explosiones o incendios, tomas clandestinas y vandalismo, lo que dejó como consecuencia sitios contaminados por hidrocarburos”.
El documento señala que en caso de algún tipo de derrame, la empresa productiva del Estado debe minimizar o limitar la dispersión de combustibles, realizar la limpieza de los suelos y subsuelos contaminados, avisar a la Agencia Nacional de Seguridad Industrial y Protección al Medio y llevar a cabo las acciones de caracterización y remediación correspondientes.
En cuanto a los recursos ejercidos en actividades de contención de derrames, limpieza, caracterización y remediación de sitios contaminados, en 2018 se reportó que alcanzaron los mil 224 millones de pesos.