Salió al recreo y una bala le perforó la espalda en Reynosa

Jesús, de 15 años, estaba en el patio de su secundaria cuando una bala perdida, que vino de un enfrentamiento afuera de la escuela, lo hirió de muerte.

Un enfrentamiento ocurrió afuera de la escuela secundaria técnica 60, donde estudiaba Jesús.
Jesús Badillo
Ciudad de México /

Durante el receso en una secundaría, los estudiantes regularmente salen al patio para jugar, distraerse o comer, pero en Reynosa, Tamaulipas, la historia del recreo puede ser una tragedia, como le ocurrió a Jesús, quien murió a los 15 años por una bala perdida que le perforó la espalda.

El proyectil vino de un enfrentamiento afuera de la escuela secundaria técnica 60, donde estudiaba Jesús.

“(El alumno) estaba en la hora del descanso, en la hora del receso; las víctimas pudieron haber sido una, dos o tres, hasta maestros o trabajadores de la escuela, cualquier persona que estuviera en el patio”, dijo a MILENIO personal del plantel, que por seguridad pidió no revelar su nombre.

Jesús cumplió 15 años el 3 de marzo pasado y cursaba el tercer grado de secundaria.

Un trabajador de la escuela afirma que es constante que se escuchen las ráfagas en la colonia Las Cumbres, donde se ubica la secundaria, pues “está en una zona de alto riesgo” que los criminales usan como ruta de escape; “es un lugar donde uno fácilmente llega a avenidas para salir”, explicó.

En esta secundaria siguen los protocolos de seguridad: cada que escuchan balazos, los maestros avisan por medio de timbres y piden a los estudiantes tirarse al piso.

“Pero una bala perdida no podemos saber de dónde viene”, lamentó al tiempo que expresó su deseo de que autoridades les enseñen más métodos de protección y brinden más seguridad.

“Sé que a veces es imposible estar protegiendo cada escuela, pero desgraciadamente estamos viviendo en una zona de alto riesgo”.

Por ahora, la escuela realiza una colecta entre maestros de esa y otras instituciones para brindar apoyo al padre de Jesús. 

“Lo poquito o mucho que le podamos dar sé que no le va a devolver la vida a su hijo, pero va a ser menos la carga de gastos”.

Hace unas horas, los teléfonos de la secundaria no dejaban de sonar, eran los papás que preguntaban si habría clases. La directiva determinó abrir para todos los alumnos que quisieran estudiar, pero era decisión de los padres si llevaban o no a sus hijos a la escuela.

- Por lo que comenta no es la primera vez que ha ocurrido un enfrentamiento cerca de la escuela.

- No. Es de un día sí y otro también.


jbh

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