El general Salvador Cienfuegos advirtió al H-2 de las investigaciones en curso que realizaba el gobierno de Estados Unidos en contra del cártel y del uso de testigos e informantes, lo que incluso derivó en el asesinato de un miembro de esa organización criminal, porque Juan Francisco Patrón Sánchez, su líder, equivocadamente creyó que estaba ayudando a las autoridades de aquel país.
Pero además, la acusación deja abiertos otros temas: habla de que el propio Cienfuegos aludió en sus conversaciones con Patrón Sánchez que había protegido a otro cártel del narcotráfico –sin mencionar cuál– y le presentó a otros oficiales mexicanos corruptos dispuestos a ayudar a cambio de sobornos, pero tampoco aclara quiénes son.
Al inicio del gobierno de Enrique Peña, Cienfuegos aseguraba: México puede confiar en sus fuerzas armadas.
Era un secreto a voces, que ahora se confirma: Estados Unidos no confiaba en el general secretario de la Defensa, Salvador Cienfuegos y por eso, los operativos de alto perfil en los que participaba cualquier agencia de ese país, se coordinaban con la Marina.
De hecho, fueron marinos quienes el 9 de febrero de 2019 abatieron a Juan Francisco Patrón Sánchez, el H-2 en un enfrentamiento que duró dos horas, que incluyó una espectacular incursión de un helicóptero artillado desde donde disparaban al lugar donde se encontraba el objetivo.
En la acusación contra Cienfuegos enviada por el fiscal Seth DuCharme a la juez de la Corte del Distrito Este de Nueva York, Carol Amon, se asegura que cuentan con testigos que les informaron de las operaciones del cártel H2, su regular empleo de la violencia para traficar drogas, el uso de sobornos para asegurarse de la protección gubernamental que incluía la defensa frente otras organizaciones del tráfico de drogas.
Las autoridades de Estados Unidos siguieron durante años los pasos del H-2 e identificaron la protección que les daban las autoridades. No es gratuito que la juez Carol Amon que revisará el caso de Cienfuegos, sea quien el año pasado condenó a 20 años de prisión al ex fiscal de Nayarit, Edgar Veytia por proteger a ese mismo cártel.
Como si fuera casualidad, apenas en septiembre Veytia apeló su sentencia y es posible que le reduzcan su condena al colaborar con información para los fiscales estadunidenses, tras denunciar al ex gobernador de Nayarit, Roberto Sandoval.
“Por eso incluso la sentencia fue de 20 años y puede reducirse mucho, entonces es muy probable que haya una parte que le interese a la propia Fiscalía de Estados Unidos para ver si genera más información importante que pueda, obviamente acá en México, servir de apoyo o respaldo para la probable captura de algunos personajes ligados con él", dijo en entrevista con Laura Sánchez Ley.
En los cargos contra Cienfuegos, se establece que sin que las autoridades mexicanas de seguridad intervinieran, el cártel H-2 arrestaba y torturaba a rivales, los integrantes del H-2 escapaban de la cárcel y traficaban drogas y armas mediante la violencia, incluidos docenas de asesinatos.
El H-2 es una célula criminal que sobrevivió del cártel de los Beltrán Leyva, quienes durante años fueron aliados del cártel de Sinaloa y El Chapo Guzmán, pero desde 2008 iniciaron una guerra a muerte a raíz de la detención de quien entonces era su líder, Alfredo Beltrán Leyva, El Mochomo.
En 2009, también la Marina montó un operativo en Cuernavaca donde abatió a Arturo Beltrán Leyva, ese mismo año capturaron a uno de sus más importantes aliados: Edgar Valdés Villarreal La Barbie y al año siguiente a otro igual de importante en la organización, Sergio Barragán Villarreal El Grande, mientras El Chapo Guzmán permanecía prófugo de la justicia después de huir del penal de Puente Grande desde 2001.
En 2014, Héctor Beltrán Leyva, El H, fue capturado y fue extraditado a Estados Unidos y fue cuando Juan Francisco Patrón Sánchez, el H-2, asumió el control del grupo criminal con despliegue en Nayarit, Sinaloa, Jalisco, Colima y Guerrero.
DMZ