La cifra de homicidios dolosos que se registró en el transcurso de la semana en Nuevo León fue de 10, de acuerdo con recuentos periodísticos y de las propias autoridades.
Con la totalidad de los hechos atribuidos a la delincuencia organizada, sólo una de las víctimas era mujer. En Monterrey hubo cinco crímenes, en Apodaca dos, y en los municipios de Cadereyta, Zuazua y García, se registró un caso.
La mañana del martes, varios desconocidos que llegaron en un taxi marca Nissan Tsuru acribillaron a dos hermanos en la colonia La Alianza, de Monterrey, causándole la muerte a uno de ellos.
El incidente que cobró la vida de Delfino Martínez Ramírez, de 37 años de edad, fue reportado en las calles Soldados y Maquillistas, en un sector que fue tomado por posesionarios hace apenas unos meses.
En el transcurso de la tarde y frente a un parque público, un individuo hasta ahora no identificado fue bajado de un automóvil y ejecutado sin piedad, en el fraccionamiento Los Lirios, del municipio de Apodaca.
El cuerpo del desconocido, de aproximadamente 35 años y quien vestía pantalón de mezclilla azul y camisa negra a cuadros, quedó bocabajo junto a una zona baldía después de recibir un balazo en la cabeza.
El miércoles, un trabajador de la refinería de PEMEX fue asesinado a tiros cuando viajaba en su vehículo compacto, en calles del fraccionamiento Las Espigas, del municipio de Cadereyta Jiménez.
Luego de que el conductor perdió la vida a causa de los disparos, el automóvil se estrelló contra la fachada de una refaccionaria justo sobre las calles 18 de Marzo y 15 de Agosto, mientras los agresores escaparon.
Posteriormente, un hombre de unos 30 años falleció en un hospital de Monterrey, horas después de que fue encontrado malherido y con un disparo en la cabeza, en un terreno baldío aledaño a la colonia Paseo de las Minas, en García.
Como Juan Daniel Ramírez fue identificada la víctima, quien habitaba en un sector cercano y al parecer fue llevado hasta el monte por desconocidos que lo creyeron muerto después de dispararle.
Ese mismo día trascendió el caso de una mujer de entre 40 y 45 años, que la semana pasada fue hallada sin vida y envuelta en dos cobertores frente a la colonia Flor de Piedra, en el sur de Monterrey.
La ahora occisa se llamaba Andrea Guadalupe Sotelo, quien fue estrangulada y presentaba múltiples golpes, según los resultados de los estudios que le practicaron en el Servicio Médico Forense.
La noche del jueves José Ángel Serna, de 32 años, murió al ser baleado por un desconocido dentro de su vivienda de la colonia Álvaro Obregón, en el norte de Monterrey.
Antes del amanecer del viernes, Raymundo Reyna Espino, de 32 años y quien salió del penal de Cadereyta a principios de 2018, fue asesinado a tiros cuando llegaba a su casa en la colonia Rincón de Huinalá, en Apodaca.
En el transcurso de la mañana, un hombre de oficio albañil tuvo también cruel muerte al ser atacado a disparos afuera de su domicilio en calles de la colonia Burócratas Municipales, en la capital del estado.
Momentos después del mediodía y mientras realizaban un patrullaje, oficiales de la Fuerza Civil localizaron el cadáver de un hombre atado de los pies y cubierto con una cobija, al final de la colonia Real de Palmas, en General Zuazua.
Ya en la noche, un hombre de aproximadamente 35 años falleció, y un adolescente resultó herido, al registrarse un ataque a tiros en la calle Badián, casi esquina con Mercurial, en la colonia Fomerrey 109, en la zona norte de Monterrey.