Hallan 47 secciones anatómicas en tercera finca de Tlajomulco

Desde afuera se observó cómo personal del Semefo levantaba las bolsas para subirlas a una camioneta

Vecinos se quejaron de los olores fétidos que se perciben a la redonda del predio. (ELSA MARTHA GUTIÉRREZ)
Elsa Martha Gutiérrez
Guadalajara /

La búsqueda de restos humanos continúa en Tlajomulco de Zúñiga. Ayer, en una tercera finca, peritos del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF) contabilizaron 47 secciones anatómicas sepultadas de manera clandestina.  Algunos restos humanos –como ha ocurrido en los últimos meses en Jalisco-, fueron hallados al interior de bolsas de plástico.

Desde el exterior, se observó como el personal que participa en las diligencias levanta las bolsas para luego subirlas a la camioneta del Servicio Médico Forense (SEMEFO) que ingresó al predio del portón café.

El inmueble que hoy es cateado por las autoridades se encuentra cerca de la casa donde el pasado 14 de diciembre, la Fiscalía del Estado oficializó que los restos descubiertos corresponden a 50 personas.

Los trabajos que se llevan a cabo en la avenida principal de la agencia municipal Rancho El Mirador, ya comenzaron a generar problemas entre los vecinos, debido a los fuertes olores que desprenden los movimientos de tierra que se realizan para extraer los cuerpos mutilados.

“Los olores son insoportables desde la diez de la mañana hasta que se retiran las personas que están sacando los restos humanos. Es una pestilencia que no se soporta, aún los niños, nosotros tenemos un niño de dos años y medio y sabe distinguir los olores tan fuertes. Huele todo el ranchito”, expresó la mujer.

¿Desde cuándo perciben estos olores?

“Desde que empezaron a sacar los restos humanos de aquí abajito y luego se cambiaron acá a la otra finca, y yo pienso que deben tener alguna cosa para que le echen para que no apeste tanto, porque al rato las enfermedades, pues imagínese. No puede salir uno, ni abrir las puertas. Aquí, en todo alrededor que gripa, tos, pero ese es el polvito que se queda en nuestras gargantas”, insistió.

Sin embargo, la vecina enmudece cuando se le cuestiona sobre quienes habitaban en esas dos fincas. “La verdad, nosotros ‘semos´ gente paciente, no somos de problema, igual veíamos a las personas, pero nunca uno se daba cuenta”. Aquí lo importante es que “cuando aprieta el solecito y empieza el aigrecito pos imagínese”, explicó.

MC

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