En México, los traficantes de personas utilizan cada vez más el internet, en especial las redes sociales, como una herramienta para identificar y reclutar a sus víctimas, advierte el Informe de Trata de Personas 2021 del Departamento de Estado.
La cancillería estadunidense subrayó que las víctimas de trata en México van desde niñas y niños, hasta mujeres y hombres, tanto nacionales como extranjeros –principalmente migrantes provenientes de Centroamérica- que son obligados a diversas tareas: explotación sexual, trabajo forzado o delincuencia forzada.
Los grupos que son considerados con mayor riesgo de trata en México incluyen a niños migrantes no acompañados, personas indígenas, personas con discapacidades mentales y físicas, solicitantes de asilo y migrantes, desplazados internos, personas LGBTQI +, trabajadores del sector informal y niños en territorios controlados por grupos criminales.
De acuerdo con el documento consultado por MILENIO, Veracruz, Tlaxcala y Guerrero tienen una alta prevalencia de trata, pero las autoridades de estos estados no condenaron a ningún traficante en el 2020.
Mientras tanto la Ciudad de México, el Estado de México, Baja California y Nuevo León realizaron más de la mitad de todas las investigaciones en 2020, en contraste con Campeche y Colima que no investigaron ningún caso sospechoso.
“Las fiscalías de las comunidades rurales e indígenas carecían de personal y recursos suficientes para enjuiciar eficazmente los delitos de trata (…) La coordinación entre los niveles estatales y el nivel federal siguió siendo lenta”, destaca el Departamento de Estado.
Explotación sexual
Respecto a la explotación sexual, el reporte presentado hoy por el secretario de Estado, Antony Blinken, detalla que los traficantes obligan a la prostitución a mujeres, niñas y niños mexicanos, y en menor medida a hombres, tanto en México como en Estados Unidos, a través de falsas promesas de empleo, relaciones sentimentales engañosas o simplemente por medio de la extorsión.
“Casos de trata ocurren entre familiares, parejas íntimas, conocidos en las redes sociales o mediante trampas relacionadas con el empleo”, se explica en el reporte. En ese sentido, uno de los focos rojos en el país, al respecto de la explotación, son las personas transgénero pues, de acuerdo con el estudio, son particularmente vulnerables al tráfico sexual.
Según el informe, los observadores, incluidos legisladores mexicanos, señalaron vínculos entre la violencia contra las mujeres y las niñas y la desaparición, asesinatos y trata por parte de grupos delictivos organizados.
Según los documentos citados por el informe elaborado en Washington, algunos funcionarios corruptos participan en el tráfico sexual, incluida la realización de operaciones de tráfico sexual.
Destaca posibles casos de trata en centros de rehabilitación por abuso de sustancias (anexos), refugios para mujeres e instituciones gubernamentales para personas con discapacidad, tanto de grupos delictivos organizados como por parte de empleados de las instalaciones.
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Por otra parte, se informa que el turismo sexual con niños sigue siendo un problema y continúa expandiéndose, especialmente en las zonas turísticas y en las ciudades fronterizas del norte, por ejemplo, Tijuana.
“Los padres a veces son cómplices de la explotación de sus hijos en el turismo sexual con niños, y se cree que los niños sin hogar corren un alto riesgo”, explicó el Departamento de Estado.
Muchos de los turistas sexuales con niños en México proceden de lugares como Estados Unidos, Canadá y la parte occidental de Europa, sin embargo, también hay reportes de que mexicanos también compran sexo de víctimas de trata de niños.
También son forzados a unirse a las filas del crimen organizado
Otro de los problemas detectados en México en la materia tiene que ver con la delincuencia forzada, pues los grupos delictivos organizados se benefician del tráfico sexual y obligan tanto a adultos como a niños a participar en otras actividades ilícitas, como sicarios, halcones y peones en la producción, transporte y venta de drogas.
“Los expertos expresaron especial preocupación por el reclutamiento forzoso de niños indígenas por parte de grupos delictivos organizados, que utilizan la tortura y amenazas creíbles de asesinato para explotar a estos niños en la delincuencia forzada”, se lee en el reporte.
Según la información publicada hoy por la administración de Joe Biden sobre trata de personas en todo el mundo, los grupos criminales explotan a miles de niños en México para que sirvan de vigías (halcones), para llevar a cabo ataques a las autoridades y grupos rivales o para trabajar en campos de amapolas.
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Los observadores que trabajaron en el Informe de Trata de Personas 2021 también expresaron su preocupación por el reclutamiento de ciudadanos mexicanos y migrantes extranjeros, recientemente deportados, por grupos delictivos organizados con fines de delincuencia forzada, que ven en su situación vulnerables una oportunidad de engrosar las filas del crimen organizado.
“Cada vez más, los grupos delictivos organizados, tanto grandes como pequeños, participan en la trata de migrantes, que son muy vulnerables a la explotación debido a su naturaleza transitoria, su frecuente dependencia de los traficantes y el miedo a denunciar los abusos a las autoridades”, reiteró el documento.
Sobre el trabajo forzado, el reporte advierte que los traficantes explotan a adultos y niños en trabajos forzados relacionados con la agricultura, el cuidado infantil del servicio doméstico, la manufactura, la minería, el procesamiento de alimentos, la construcción, el turismo, la mendicidad y la venta ambulante en ambos lados de la frontera.
Se cambian a las criptomonedas por lavar ganancias
Los grupos criminales dedicados a la trata de personas en México, según el informe, disminuyeron su uso del sistema financiero tradicional en el 2020, probablemente debido a las restricciones de movimiento relacionadas con la pandemia de covid-19.
Lo que dificultó el funcionamiento de las redes internacionales de tráfico sexual más rentables.
Sin embargo, las autoridades informaron que las redes de tráfico utilizan cada vez más las criptomonedas para blanquear el producto de sus delitos. En un cambio de paradigma que ahora incluye, de manera cada vez más frecuente, el uso de nuevas tecnologías, igual que hacen para reclutar a sus víctimas.
DMZ