Familiares de José Luis Bautista Carrillo presentaron un video como prueba de que elementos de la Marina presuntamente desaparecieron al joven de 33 años el pasado 16 de mayo, cuando se encontraba reunido en un deshuesadero conocido como Yonke Pepe’s, junto con otros compañeros que definían el apoyo a su candidato.
“Si no nos hubiéramos metido aquí, a todos se los hubiera llevado la verga”, expresa con rabia una mujer apostada frente a un elemento de la Marina en la videograbación.
En el material, obtenido por MILENIO, tomado por un reportero local que acudió al sitio se observa cómo un grupo de mujeres ingresa al deshuesadero y encuentra pechotierra al menos a una veintena de hombres con las manos en la nuca, por lo que se dan a la tarea de buscar entre la chatarra a sus seres queridos... el único que no apreció fue Bautista Carrillo.
“Faltando 10 para las siete de la tarde, me avisaron que había elementos de la Marina en el Yunke Pepe’s, y tuve que ir rápido con mi hija, porque sabía que mi esposo, mi cuñado y unos amigos estaban allí”, relata en entrevista Mirna, una de las testigos.
En la primera parte del video se observa a un marino parado frente a su vehículo, afuera del deshuesadero, donde arriba el grupos de mujeres que insiste en pasar, ya que había niños con sus padres en el interior.
“¡Vamos a meternos!, ¡Vamos a meternos!”, gritan las esposas. El marino trata de detener a una de las mujeres y ella le reprocha: “¿No me va a dejar pasar? Entonces, ¿quién me va a dar a mis niños, quién me los va a dar?”. Pese a la negativa, el grupo de siete mujeres que se percibe en el video ingresa al predio, incluso con otros cuatro niños.
Frente a las oficinas del yonke, encuentran al menos a una veintena de hombres pechotierra y con las manos en la nuca. Llegan hasta ellos y les piden levantarse; ellos lucen temerosos, dudan, hasta que finalmente se levantan desconcertados.
“Le dije a mi hija que buscara a su papá, a su tío, y ya se fue entre las personas que estaban tiradas y vio a su papá, lo levantó y le dije: no me lo dejes para nada, y yo agarré a mi otro cuñado, pero al que no encontramos es a José Luis”, recuerda Mirna.
En el video, Mirna aparece ante la cámara cuando una mujer está cuestionando a otro marino sobre dónde están los demás. Se oye cómo le indica a su hija: “Mami, quédate con tu papá”, y ella se aleja hacia al fondo del terreno, desde donde otra de las esposas le dice: “Vengase, vengase conmigo”.
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De acuerdo con la testigo que MILENIO logró entrevistar, en el sitio había una veintena de marinos y tres de sus vehículos. Estima que alrededor de diez mujeres y cuatro menores de edad acudieron al rescate de los hombres, más de 50, así que se distribuyeron a lo largo del predio para encontrarlos.
“Gaby, la otra cuñada de José Luis, me dijo: ‘métete a la bodeguita’, y yo me metí, pero no había nada... corrimos entre tanto carro. Y un Marino dijo: ‘allá hasta atrás están los muertos’. Pues bien asustadas, mi hija y yo. Llore y llore... corrimos, salimos a buscar entre carros y no encontramos nada. Me imagino que fue una forma de desviarnos, porque en ese momento salió una camioneta de marinos y allí llevaban a mi cuñado”.
En la grabación se observa a Mirna caminando en el deshuesadero con las otras esposas y niños, buscando desesperadas. Ella se topa frente a un marino.
—¿Los niños están bien? —pregunta.
—No sé —responde tajante uno de los elementos.
—No sabe si los niños están bien, pinche pelado de mierda —insiste y camina entre la chatarra. Los niños también gritan buscando a sus parientes.
Al final del día lograron dar con casi todos, excepto con el cuñado de Mirna, José Luis Bautista.
“Cuando nos dijeron que una camioneta de la Marina se había ido, lo que hicimos fue seguirla, y nos dijeron que se había metido en un cuartel. Les seguimos gritando y diciéndole su nombre, y se metió la troca. Nos ignoraron, nunca nos contestaron, solamente se nos quedaban viendo, se reían, se burlaban.
“Lo único que hacemos es irnos temprano y a las 10 de la noche vamos a las brechas a buscar a donde sabemos que se los llevan, es lo que hacemos, buscar solas”.
Este es uno de los 56 casos de desapariciones forzadas documentados por el Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, y uno de los 28 casos que el gobierno mexicano se comprometió a investigar para sancionar a los responsables sin tolerancia ni distingo durante una reunión con familiares de las víctimas, el pasado 6 de mayo, ante el representante en México del Alto Comisionado de la ONU para Derechos Humanos.
“Tenemos registrados 56 casos de desaparición forzada y ejecución arbitraria del 20 de enero al 21 de mayo. De esas fechas, nos han denunciado en el comité estas familias de desaparición forzada, de familiares que iban en sus vehículos en tránsito, que estaban en sus domicilios, cargando gasolina, saliendo de alguna tienda de conveniencia, incluso algunos parados a orillas de la carretera.
“Todo esto hemos tratado de documentarlo con seriedad, con responsabilidad, porque la mayoría de los familiares refieren como autoridad responsable a personal de operaciones especiales de la secretaría de Marina”, comentó Raymundo Ramos, presidente del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo.
Destacó que solo en tres casos hay videos que prueban la presencia de marinos en los domicilios. “El testimonio es el mismo: que una vez detenidos, fueron ingresados a los diferentes cuarteles que tiene la Marina aquí, que le llaman base de operaciones y ahí se perdió el rastro. Esto que está pasando en Nuevo Laredo es una demostración de lo que implica la ley de seguridad interior, actuar al margen de la ley”, apuntó.