Los ciudadanos de una colonia de Tampico han creado su propio C4 y han disminuido en más del 50 por ciento los hechos delictivos en su sector, aunque eso represente utilizar recursos propios.
Eduardo Graciano Martínez, es vecino de la calle Allende, en la colonia Obrera, en donde las casas están tapizadas de mantas que alertan a los delincuentes a “tener cuidado" porque “los están observando”.
Los ciudadanos tampiqueños no se esperaron a que la Policía Estatal llegará a hacer recorridos, ellos mismos contrataron a personas para llevar a cabo los recorridos y en moto vigilar las calles, luego de algunos robos violentos ocurridos en el sector.
Sin embargo, mediante una inversión propia, los ciudadanos han colocado cámaras de videovigilancia en sus viviendas y en la misma calle, desde donde pueden darse cuenta sobre las personas que ingresan a su sector.
Una de las viviendas tiene cinco cámaras, una de ellas da hacia la banqueta en donde está la puerta principal y otras dos vigilan las calles cercanas a la Allende, otra más tiene una visión más amplia al estar más arriba.
“Hay varias cámaras ocultas”, señaló el ciudadano, quien por razones de seguridad no quiso detallar el número exacto de equipos de videovigilancia que han instalados los vecinos de la colonia Obrera.
“La gente empezó a organizarse y en moto comenzaron a patrullar la colonia, a hacer rondines ellos mismos, a un vigilante se le da una cantidad de dinero por semana que se recolecta entre los vecinos”, declaró el ciudadano.
Ahora los habitantes de dicho sector, el cual es colindante entre Tampico y Ciudad Madero, no dependen cien por ciento de la vigilancia proporcionada por las autoridades de seguridad pública para mantener sus calles libres de delitos.
“Creo que fue para mí bajar más del 50 por ciento (la incidencia delictiva) y luego se le notificó a las autoridades”, recalcó Graciano Martínez, que recientemente celebró que el gobierno municipal les pavimentara la calle.
Los casos de delitos en algún momento se salieron de control, reconoció el habitante de la Obrera, ya que las personas que se dedican a robar llegaron a ingresar a los domicilios aprovechando que solamente había personas de la tercera edad.