José Luis Cervantes Martínez, titular de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), informó que tras el hallazgo de restos humanos en una fosa clandestina de Tenango del Valle, que al parecer era de una célula del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), los primeros indicios apuntan a que las 12 víctimas podrían ser miembros de grupos delictivos, con quienes la región, además de que están haciendo análisis correspondientes para identificar a las víctimas.
Luego de la detención de Jaime Luis 'N', El Pozolero, presunto líder de una célula del CJNG en el municipio de Tenancingo, quien al parecer confesó su responsabilidad en la fosa clandestina ubicada en una nave industrial en Tenango del Valle, donde exhumaron 12 cuerpos, el fiscal general señaló que dicho individuo estaría relacionado en delitos de secuestro y extorsión.
Sin embargo, creen que las víctimas corresponden a posible miembros de grupos delictivos antagónicos. “Tenemos conocimiento que se dedicaba a la extorsión y por supuesto también a combatir a las bandas rivales… lo que tenemos en los indicios preliminares de los cuerpos que encontramos recientemente presumimos que son miembros de bandas rivales que con estos métodos pretendían desplazarlos”, indicó.
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Agregó que mediante los trabajos forenses ya lograron recomponer los cuerpos y ya realizan muestras de ADN para poder idéntica a las víctimas, todo esto con ayuda de familiares de personas desaparecidas que consideran que sus seres queridos podrían estar entre los cuerpos.
"Ya tenemos muestras de ADN, estamos recabando muestras de genética con familiares que se han presentado a nuestras oficinas para señalar que posiblemente ahí se encuentre un familiar de ellos y estamos en la confronta para reestablecer fehacientemente los vínculos de estas personas y la identidad".
En ese sentido, señaló que las familias que se han presentado para tratar de identificar los cuerpos son residentes de la zona sur mexiquense y que en al menos uno de los cadáveres ya hay avances para conocer su identidad, trabajos que han sido complicados debido a que algunos restos llevaban más de un año enterrados.
"Tenemos indicios de una ya, pero todavía lo estamos corroborando… es un trabajo muy arduo, muy complejo, pero el lugar tenía – calculamos – aproximadamente una ventana de un año, un año y medio en ese lugar", concluyó.
DMZ