Mujeres repartidoras y bicimensajeras trazan rutas peligrosas para alertar a compañeras

Afirman que las empresas para las que trabajan no las apoyan; han recibido acoso por parte de clientes y restauranteros.

Las mujeres repartidoras buscan protegerse al compartir mapas de rutas seguras en grupos de WhatsApp. (Jesús Quintanar)
Ciudad de México /

Acoso, insinuaciones sexuales y exponerse a conductores inconscientes es sólo una parte de todos los problemas que tienen que sufrir las bicirepartidoras y bicimensajeras en la capital del país. A pesar de todo siempre hacen hasta lo imposible para que el pedido de sus clientes llegue a tiempo y completo.

"Un día cuando llevé un pedido, el cliente abrió la puerta y estaba semidesnudo, sólo llevaba calzones y me quedé en shock. Tú no sabes si me va a jalar hacia su casa y si volveré a salir", dice Bethania y empieza a temblar de sólo recordar lo que le pasó.
En las calles ninguna mujer en bicicleta se siente segura, para ellas además se trata de un trabajo. (Jesús Quintanar)

Y es que estas mujeres desde primera hora de la mañana tienen que enfrentarse a algunos de sus compañeros, quienes las acosan o menosprecian por ser mujeres, asegurándoles que no pueden con ciertos pedidos o que simplemente exageran por su lucha, mismas condiciones que pasan cuando reciben el pedido o cuando lo entregan.

Para evitar estos actos, así como robos y asaltos, las mujeres bicirepartidoras y bicimensajeras han decidido crear agrupaciones entre ellas en donde marcan los lugares de peligro, denuncian a los clientes y dueños de restaurantes que las agreden y acosan, entre otras acciones para sentirse más seguras en su trabajo.

A través de mapas y grupos de WhatsApp, ellas se sienten más protegidas, pues por la pandemia del covid-19 son de los sectores que no han podido parar.

Bicirepartidoras también denuncian a los clientes y dueños de restaurantes que las agreden y acosan (Jesús Quintanar)

Otro es el caso de Paola, quien afirma que tuvo que cambiar de número por el acoso que recibía de un cliente, que no paraba de decirle que eran "piropos" de su aspecto y le insistía en salir, mensajes que ella no quería recibir. La empresa para la que trabaja sólo le dijo que esperaban que siguieran "rodando con ellos".

“Realmente no nos apoyan, a menos de que sea un accidente y mientras tengamos pedido, y si llegamos a hacer denuncia por parte de la persona que nos agrede, no hacen nada, sólo dicen 'Ah, sí, esperemos que te encuentres bien, y que sigas rodando para nosotros”, relató.

Además de que afirman que demandar cualquier circunstancia en algunas empresas es un procedimiento largo, por lo que no ven apoyo en esos casos.

“Es un procedimiento tedioso, por ejemplo no es que vayas en el viaje y todo se registre o te envíen una patrulla o algo así, si no que tenemos que seguir una serie de pasos que son más tardados y nos ponen en más riesgo, además de que si ya pasó ellos dicen 'sorry for you', entregaste el pedido 'ah que padre', no lo entregaste, entonces tenemos que ver si no te va a generar deudas”, comentó.

En las calles ninguna mujer en bicicleta se siente segura y ellas que es su transporte de trabajo afirman pasar todo el día por experiencias desagradables, como hombres que "se les hace fácil" sacar su mano por la ventana de sus vehículos para tocarlas, insultarlas, mirarlas, hasta aventarles el carro para invadir su espacio como ciclistas.

DMZ

  • Nilsa Hernández
  • Reportera de negocios, especializada en temas de consumo, agroindustria y comercio internacional. Egresada de la FCPyS. Soy amante de las buenas historias, las películas de terror, largas pláticas y los gatos.

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