STUNAM obstaculiza aplicación de protocolo contra violencia

Cimacnoticias: periodismo con perspectiva de género

Estudiantes, trabajadoras y la Secretaría de la Mujer del sindicato coinciden que hay negociaciones del gremio con autoridades de la máxima casa de estudios para evitar despidos, por lo que el número de agresores expulsados es bajo.

Entre 2018 y 2019 la UNAM inició 335 procedimientos, pero solo hubo sanción en 53.1 por ciento de los casos. (Especial)
Angélica Jocelyn Soto Espinosa
Ciudad de México /

En medio de la escalada de protestas de las estudiantes para que se atienda la violencia contra ellas y se deje de proteger a agresores, el Comité Ejecutivo del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (STUNAM) negocia con las autoridades universitarias para rebajar la sanción de sus agremiados.

Desde enero de este año, las alumnas organizadas tomaron más planteles y denunciaron, entre otros puntos, que el STUNAM protege a sus agremiados.

La titular de la Secretaría de Acción de la Mujer del STUNAM, Mary Carmen Larralde Hurtado, una de las cuatro mujeres que integran el Comité Ejecutivo, conformado por 19 secretarías, confirmó lo anterior en entrevista con Cimacnoticias.

La sindicalista aseguró que en 2017 el secretario general, Agustín Rodríguez Fuentes, pidió a la oficina de la abogada general que no se incluyera el Protocolo de Atención a Casos de Violencia contra las Mujeres en las audiencias de investigación administrativas, ello a pesar de que 18 por ciento de los agresores denunciados en el último año en la UNAM resultó ser personal administrativo.

Esto bajo el argumento erróneo de que ese mecanismo es una legislación que no está considerada en el Contrato Colectivo de Trabajo. La secretaria dijo que en otra reunión con la abogada, Rodríguez Fuentes pidió y acordó que, en lugar de rescindir contratos, se suspendiera temporalmente a los agresores.

Como organización gremial, el STUNAM debe ser notificado cuando se inicia un proceso administrativo (como una investigación o sanción) contra un trabajador para participar como defensa y vigilante de que se respeten los derechos laborales de este; sin embargo, no está dentro de sus funciones incidir o negociar para evitar que el trabajador sea castigado por un daño que sí cometió.

De acuerdo con Larralde, estas negociaciones han obstaculizado que la UNAM cumpla una de las principales exigencias de las alumnas: dejar de proteger y sacar a los agresores de la universidad.

El propio rector de la UNAM, Enrique Graue, declaró en conferencia de prensa que de 2016 a la fecha se despidió a 100 agresores entre trabajadores, académicos y alumnos.

Tan solo entre 2018 y 2019 la Universidad inició 335 procedimientos, pero solo hubo sanción en 53.1 por ciento de los casos. De estas sanciones, 28 por ciento fueron amonestaciones o suspensiones y en siete casos se expulsó al agresor, de acuerdo con el Informe sobre la Implementación del Protocolo para la Atención de Casos de Violencia de Género en la UNAM (2018-2019).

Durante su periodo ha recibido al menos 150 denuncias individuales y colectivas contra trabajadores, personal de confianza y funcionarios de la Universidad por violencia sexual (la más frecuente), violencia física, hostigamiento y agresiones verbales. La mayoría en la Facultad de Ingeniería y los planteles 7 y 2 de la Escuela Nacional Preparatoria, pero solo 14 casos concluyeron en rescisión.

DEMUESTRAN OBSTÁCULOS

Entrevistada por separado, una trabajadora del Instituto de Investigaciones Económicas (IIE) de la UNAM dijo a Cimacnoticias que en febrero de 2018 fue intimidada por Octavio NN, un jefe de servicio cuya hermana colabora en el Comité Ejecutivo del STUNAM.

El hostigamiento inició cuando ella descubrió a Octavio sosteniendo relaciones sexuales dentro del instituto. Tras reiteradas agresiones, incluso físicas, la trabajadora lo denunció ante la Secretaría Administrativa de la UNAM y ante su sindicato.

Mientras corría la investigación, la trabajadora observó a personal del Comité Ejecutivo en reuniones con autoridades universitarias. Como consta en documentos consultados por Cimacnoticias, la Dirección del IIE de la UNAM confirmó por escrito la agresión en su contra, pero “en consideración de su trayectoria laboral”, cambió el castigo de rescisión de contrato por una suspensión de ocho días.

Cimacnoticias documentó que la mañana del viernes 6 de abril de 2018 cuatro sindicalistas golpearon y amenazaron con arma de fuego a otra trabajadora del STUNAM cerca de la Facultad de Ingeniería. Ella había denunciado, cuatro años atrás, a un trabajador por acoso sexual.

Se buscó sin respuesta a la AAPAUNAM (agrupación gremial de profesores, que también ha sido acusada de proteger a quienes agreden), a la oficina de la abogada general y al secretario general de la UNAM.

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